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Desperté feliz después de un hermoso sueño, pero recordar mi asquerosa realidad se me quitó la felicidad.
Me senté en la cama pero un ligero dolor en mi zona pélvica hizo que nuevamente me acostara. Como buena curiosa miré abajo encontrándome con unos pequeños hilos de plástico que salían de mi vagina, después de unos segundos mi rostro palideció, me tiré en la cama e intenté despertar.

— esto debe de ser un sueño -dije mientras tapaba mi cara con una almohada

Hice un berrinche en mi cama, quería que esa cosa se saliera de ahí, así que tome los dos hilos, estaba apunto de sacarlos pero mi celular sonó.

Desconocido

💬 No intentes sacarlos...

Leí unas tres veces el mismo mensaje ¿cómo supo esa persona que lo haría?
No le di importancia y nuevamente tome los hilos, pero volvió a sonar.

Desconocido

💬 No quería hacer esto, pero bueno tú lo causaste...

Iba a contestar el mensaje, pero el objeto que tenía dentro de mi empezó a vibrar.
Era una sensación que me generaba mucho placer, puesto que empezó un poco lento pero las vibraciones cada vez se hacían más intensas. Esas sensaciones que causaba en mi, me empezaron a gustar. De mi boca salían pequeños gemidos que no podía controlar, me movía por toda la cama retorciéndome del placer.

— ahh - un gemido un poco audible salió de mi boca, tapé mi rostro con una almohada — m-más - mordí la almohada al sentir las vibraciones que eran más intensas

En mi abdomen se sentían hormigueos, mi espalda se arqueó, estaba a punto de llegar al orgasmo. Pero dieron uno golpecitos en la puerta interrumpiendome.

— señorita, ¿se encuentra bien? - alguien pregunto detrás de la puerta, rápidamente me acomodé en la cama arreglando mi cabello e intentando que mi respiración se regulara pero era algo imposible ya que el objeto que se encontraba dentro de mi no dejaba de vibrar — ¿Señorita? - insistió

— mm... Si estoy bien - abrió la puerta y era Martha — ¿Bajará a desayunar? -

— s-si - sonreí, pero Martha se acercó a mí

— ¿Segura que se encuentra bien? - me miro fijamente, solo asentí como respuesta

— s-si, ¿por qué no d-debería de estarlo? - reí bajito, a los pocos segundos dejó de vibrar

— se ve un poco colorada de sus mejillas - puso su mano sobre mi frente — está caliente... - «si supiera porqué me encuentro de esa manera»

— seguramente fue porque desperté por una pesadilla que tuve, por eso estoy algo agitada - dije algo más tranquila

— bueno, la espero, no tarde en bajar -sonrió, se alejó de mi y se fue cerrando la puerta de mi habitación

Me levanté con cuidado de la cama, mis piernas se sentían algo adormecidas, tome mis cosas para poderme bañar. Me quite toda mi ropa que traía puesta quedando totalmente desnuda. Abrí la llave del agua y esperé a que se pusiera a una temperatura adecuada. Cuánto estuvo lista me metí, el agua caía por todo mi cuerpo, tomé el shampoo y lo unte en mi cabello mojado. Me di un pequeño masaje cuando me lavaba el cabello.

— ay no - empezó a vibrar nuevamente el objeto, enjuague rápidamente el shampoo — quiero que se detenga... - cerré mis ojos y las vibraciones cesaron — que se mantenga así.. -






.•°🔥°•.







Más de tres orgasmos tuve, mi cuerpo se sentía cansado, ahí abajo estaba muy dilatado y sensible, con un solo roce me hacia jadear.

— vamos ___, tenemos que ir con Mangel - dijo Rubén mientras entraba a mí habitación — ¿Qué haces así? - preguntó una vez que me puso atención

Estaba con las piernas abiertas y poco flexionadas, mi cabello estaba desordenado, mi frente estaba con pequeñas gotas de sudor, mis mejillas se sentían calientes, mis labios estaba entre abiertos, y mi respiración esta algo alterada.

— ¿Cuántos orgasmos tuviste? - preguntó de la nada

— más de tres - cerré mis ojos — ¿Me los quitarás? - pregunté

— nope - hice un puchero. Sabía que no me los quitaría, es una mala persona

— no te duermas y arréglate - colocó su mano en mi mejilla y la acarició -—vamos -

Me senté y arregle mi cabello — estoy lo suficientemente arreglada, me llevas cargando ¿Si? - estiré mis brazos hacia el, abría y cerraba mis manos — por favor - hice un puchero

Sonrió y me cargó — no olvides mis zapatos - dije mientras me acurrucada en su cuello y pecho para tomar una siesta, olía muy bien, quería quedarme en esa posición por u largo tiempo.

— señor Doblas, aquí está su maleta - ¿Maleta? Abrí mis ojos un poco y si, definitivamente eran una maleta

— la puede llevar al coche por favor - cerré nuevamente mis ojos, durante el camino Rubén masajeaba mis glúteos, de mi boca salían pequeño gemidos los cuales callaba al morderme mi labio inferior — cariño despierta, debes soltarme ya - dijo con voz suave

Me quejé, no quería soltarlo para nada. Rubén me metió al auto, supongo que después el se metió, abrí mis ojos un poco y giré mi cabeza, ahí estaba él, sentado mirando por la ventanilla del auto.
Mi cuerpo pedía a gritos que Rubén me volviera a tocar.
Me coloqué en su regazo y lo miré a los ojos, estaba en shook, supongo que no entendía el porqué me había puesto encima de él.

— ___ ¿Q-qué hac... - lo interrumpí besando sus finos labios

No podia resistirme más, él no tardo en corresponderme. Sus labios se conectaron con los míos, se podría decir que sus labios están hechos para mi. Me tomó de mis glúteos y los empezó a apretar, hacía que me dieran escalofríos. Me separé unos centímetros de él.

— lo quiero ahora Señor Doblas - lo volví a besar — ahh - salió un leve gemido de mi boca — señor Doblas más - moví mis caderas, necesitaba más, lo necesitaba a el ahora mismo. Con los movimientos que hacía podía sentir la gran erección de Rubén

Las vibraciones eran cada vez más excitantes, necesitaba algo más, necesitaba que Rubén me partiera cuantas veces el quisiera, pero lo único que recibía eran vibraciones hechas por un aparato.

Besé sus labios para después bajar a su cuello, daba besos húmedos y dejé algunas marcas en el.
Llegué a un punto donde sentí mucho placer, tener vibraciones, besos en mi cuello y caricias por casi todo mi cuerpo hechas por Rubén, era la mejor combinación.

— ahh...¡Daddy!... - solté esa palabra al llegar al orgasmo

Cerré mis ojos quedándome en la misma posición. Mi respiración estaba alterada, tenía gotas de sudor y mis mejillas ardían de calor. Estaba agotada.






¹🌚.·°





Abrí mis ojos, lo primero que vi fue el techo blanco, intenté estirar mis brazos pero estás se encontraban con unas esposas las cuales impedían que las pudiera separar del todo. Me senté rápidamente, ahora no dolió al sentarme, suspire del alivio.

— al fin que despiertas... - miré de donde provenía la voz, estaba él con un látigo en sus manos — nos vamos a divertir...





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🌱 Hola 🌱

Espero que te haya gustado
  este nuevo capítulo :D

           Nos leemos luego 👀

Yo Te Compré || (Rubius & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora