Yo Te Compré || (Rubius & Tu)

' 22.1 •

Al seguir al trabajador de esa tienda me llevo a una sección donde solo había conjuntos de ropa y algunos accesorios.

— mire, podemos usar esta blusa - me entrego una blusa de manga larga blanca con un estampado de la cara de un oso animado — y podemos combinarlo con...uhm...está falda - me entrego una falda muy corta de color azul cielo — ¿Qué le parece? -

— no lo sé, se ve muy simple - mire las prendas a detalle

— cierto, usualmente se usan calcetas largas para este tipo de ropa - lo mire con desagrado — se ven muy bien - me entrego dos pares de calcetas — si los compra y no le gustan como se ven podemos cambiar alguna prenda - me sonrió — obviamente yo le ayudaré a hacer un nuevo conjunto -se señaló a él mismo con orgullo — le aseguro que se le verá bien cualquiera de los dos - me guiñó un ojos y sonreí

— entonces me lo llevo - el chico asintió y me llevo a la caja para que pagara

Al llegar, Rubén estaba formado con un canasta llena de productos.

— pensé que no comprarías nada ____ - dijo mirando el conjunto de prendas que traía en mi brazo

— lo mismo digo de ti - mire la canasta con los productos

— señor Doblas - llegó una chica con otra canasta en manos — casi se le olvida esto - lo mire sorprendida

— cierto - rió — gracias por traerla - le sonrió y la chica se puso completamente roja

La mire muy atenta.
Pero rápidamente quite la mirada de ella.

Pagó Rubén todo lo que compró y lo que yo escogí. El cajero me sonrió al entregarnos nuestras compras, igualmente le sonreí.
Al salir del lugar Rubén me tomó de la mano entrelazando sus dedos con los míos.

— debemos de irnos -

— ¿por qué? -

— tengo mucho trabajo que hacer hoy - apreto un poco mi mano acelerando el ritmo de nuestra caminata que tenías hacia el estacionamiento — así que te pediré un favor - dijo acuando estuvimos frente al coche, lo mire atenta — no quiero que estés deambulando por la casa, llagarán o llegará un señor de una empresa alida a la mía -

— ¿que tiene de malo que me vea ese señor? - lo mire con el entrecejo fruncido

— no es nada malo ____, sólo que ese tipo está muy loco y cuando se obsesiona con algo lucha hasta mata para obtenerlo - dijo para después subirnos los dos al auto

— ¿por que tienes miedo de que pase eso comigo? Acaso no me has visto, ¡soy horrible! Ningún chico, señor, incluso ancianos se fijarían en mi - dije sincera mientras colocaba el cinturón de seguridad — ¡ah, Rubén! - me quejé al sentir su apretón en mi pierna

— ¡_____! Deja de decir tonterías - apretó el volante — eres muy hermosa, tu no te das cuenta pero yo sí, cuando pasamos cerca de hombres te miran con deseo, a veces pienso que te desnudan por completo con su mirada ¡te pueden violar con tan solo verte! - me quedé atónita — y ahora que ese aliado mío va a estar bajo la misma casa te puede hacer algo... - suspiró — no quiero perderte ___ -

Sin importarme que fuera conduciendo lo tomé del rostro y le di un beso en sus finos y deliciosos labios. Al separarnos nos miramos a los ojos y sonreímos como unos tontos enamorados.
Pero ese momento romántico fue interrumpido por el sonido de un claxon de un carro, rápidamente Rubén giro un poco el volante colocando al coche en el carril correspondiente.

Nos miramos los dos asustados y reímos después.
Tengo prohibido volver a hacerlo.

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