Yo Te Compré || (Rubius & Tu)

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Abrieron esas rejillas color negro para poder entrar a dicha mansión.

Al llegar a la entrada Ismael estacionó el auto. Me quité el cinturón de seguridad.

— aún no bajes - dijo y me quedé quieta mientras lo seguía con la mirada. Abrió la puerta y me cedió su mano — ¿La ayudo? - sonreí tomé su mano para poder bajar del auto

— gracias - dije se sonriendo

— no hay de que, haría cualquier cosa por mi novia - me sonroje un poquito

Me tomó de la mano entrelazando sus dedos con los míos.
Me sonroje aún más.

— señor Prego ¿Qué hacemos aquí? - dije en voz baja mientras caminamos juntos hacia la entrada de esa casa.

— el señor Doblas nos invitó a una comida por su próxima boda - solo formé una “o” en mis labios, me mantuve callada durante el recorrido.

— señorita _____ - miré hacia atrás para ver de quién se trataba, al ver que era Martha solté la mano de Ismael — pensé que no la volvería a ver más - hizo una sonrisa forzada

— yo también pensé eso - sonreí, era incómodo como me miraba

— el señor Doblas los está esperando en el patio de atrás - caminó hacia nosotros — acompañenme - la seguimos

Obviamente no era necesario que haga eso porque yo sé muy bien en donde queda cada lugar en esta gran casa, pero aún así la seguimos.

A decir verdad, si que hubo cambios en el lugar.

Llegamos al patio tracero, Martha se despidió y miré a todas esas personas que estaban ahí.

Mangel, Camila, Alex, una chica de cabello morado, Cheeto, Guillermo, Samuel, Luzu y Lana.
Son los únicos que reconocí, puesto que los otros no los había visto en mi vida.

Pero ¿en donde está él?

Lo busqué con la mirada de manera discreta.

— vamos - me tomó nuevamente de la mano

Nos acercamos a los demás,era incómodo todos nos miraban atentos. Sonreí al ver a Camila.

Ella se acercó a mí y me abrazó.

— Quiero que me explique por qué estás con este tipo - dijo en un susurro para que solo yo escuchara — Ismael, te robaré por unos minutos a _____ -

— de acuerdo - soltó mi mano y Camila me jalo llevándome hacia la casa para después entrar a un baño, que nunca había notado de su existencia

— ahora dime - se cruzó de brazos y se recargó en la puerta

— ¿Qué quieres que te diga? - me senté en el borde la tina

— no te hagas la que no sabes a qué me refiero - rodó los ojos — ¿Por qué estabas tomada de la mano con ese tipo? Pensé que insistirías en tener algo con Doblas -

— ¿Para qué? Si el ya se va a casar - rodé los ojos y miré a otra parte — a caso no recuerdas lo que me dijiste hace unos días atrás ¿Cambiaste de opinión? - la volví a mirar

— olvida lo que dije, hubieras insistido más hace años estarías tu con él -

— Camila por favor, yo no iba a estar rogándole - dejé escapar un suspiro de enojo — el decidió quedarse con esa pelirroja, él lo decidió y yo no voy a interferir en esa relación - la miré — ¿Acaso no te das cuenta que el en verdad es feliz con ella? -