Lo que llaman un amor desastroso. [#2] ©

24. ¿No sabes quién soy?

Lo que llaman un amor desastroso.

Capitulo 24: ¿No sabes quién soy?

—Betsy Blair—

—Tres días después—

Seguía sin convencerme de a mucho este chico llamado Bairon, no digo que sea mala persona, de hecho, nos ha ayudado demasiado estos días, pero algo de él no me termina por convencer. Gracias a la policía pudieron encontrar a Lía, no se supo quiénes la han golpeado tanto, hasta el punto de quitarle sus uñas. Me dolió tanto verla tan mal, que quería darle putazos a todo lo que estuviera cerca.

Berni y Lía, están en el mismo hospital, ahora. Quisimos dejarlas juntas, las dos se necesitan, y aunque están evolucionando muy bien, las dos tienen marcas, y al despertar sabremos que pasó. Sé que a Berni la secuestró Judith, pero nadie sabe lo que en realidad pasó con Lía. No creo que los papás de Lía no hayan tenido nada que ver, cuando Mafe habló con ellos, le dieron a entender que harían todo por no vernos bien, y creo que ellos la desaparecieron.

Han pasado tantas cosas desde que llegamos de ese paseo, y ya no sé si sea correcto que yo siga con Lía. Las dos empezamos todo esto, y desde ahí el mundo se nos vino abajo. No hay duda que nos amamos, pero ya esto parece un amor desastroso.

Miro a Bairon sentado en la última silla del pasillo, él ha venido estos días, y se le queda viendo a Keisyth como si fuera especial para él. Me acerco sin objetar.

—Te gusta Keisyth.

—¿He?

—Te pillé mirándola, parece que te gusta, pero es homosexual, ahí perdiste.

—Es mi hermana.

—¿Qué?

—Ella no lo sabe, pero somos hermanos, la he cuidado desde hace un rato ya —me confiesa sin titubeos—. ¿Cómo sabes que le gustan las chicas?

—Creí que no tenía hermanos, no suele hablar de su familia. Y lo sé porque anduve con ella —asiente como si asimilara lo que le dije—. Dile que eres su hermano, no creo que te rechace, es buena onda.

—No es el tiempo de hacerlo, yo me he equivocado desde que me salí de casa, no soy una buena persona, he lastimado a personas inocentes, solo por querer complacer a la chica que amo, y mira que eso no justifica nada.

—No pareces mala persona.

—Cuando sepas quién soy dejarás de pensar eso. Te lo aseguro.

«Ay este chico, algo anda mal con él».

Veo a Mafe correr hacia nosotros, y me levanto de golpe.

—¡Lía despertó!

—¿En serio?

—Sí.

Corro por el pasillo sin importar que esté prohibido. Después de saber que despertó, no me interesa nada más. Encuentro el cuarto donde la tienen, y un doctor está alumbrando sus ojos con una pequeña linterna. Espero que salga, y veo como Lía sigue mis pasos.

—¿Tú quién eres? —su pregunta me hace detener. No puede ser que su perdida de memoria haya regresado, no de nuevo. Está muy golpeada, su cara está muy hinchada, y sus pies vendados—. ¿Eres enfermera?

—¿No sabes quién soy?

—Eh… no.

De nuevo no. No hace mucho que se acuerda de todo y ahora me olvida nuevamente. ¡Maldición! No dejo que mis lágrimas salgan, no quiero confundirla.