27. ¡Me disparaste!

473 33 0
                                    

Lo que llaman un amor desastroso.

Capitulo 27: ¡Me disparaste!

—Betsy Blair—

Hay veces que terminamos siendo circunstancias que no queremos ser, hay veces que nos enteramos de cosas que preferimos no saberlas nunca: puede ser un juego donde salgamos perdiendo. Que Harry me haya contado la verdad fue muy impactante para mí, no pensé que el papá de las chicas podía ser tan…miserable.

No sé si deba contarle todo esto a Lía, no quiero hacerle más daño. Desde que se fue preferimos no contarle nada acerca de lo que pasaba con sus papá, y creo que eso era lo mejor, pero ahora creo que debe saber esto. Es muy difícil tener que decirle a Berni y a Lía, lo que está pasando.

—¡Hola hola!—levanto la mirada cuando escucho la voz de Irene, viene con los chicos. Estamos en la universidad, hemos estado llenos de trabajos todos estos días, pero gracias a Dios hoy es viernes—. Iremos a Fox, es viernes y hará fiesta, ¿Vienes?

—No puedes decir que no, merecemos disfrutar un poco—Eydan me abraza y le quito el brazo, se ríe porque sabe que todavía no me acoplo a sus abrazos—. Desde que Lía se fue no sales casi, solo serán unas horas.

—¿Irás?—Keindy pone sus ojos más pequeños y saca su labio—. ¿Sí?

—Pasamos por ti a las nueve, y debes estar lista, o te llevamos en pijama—Zhair me mira— . No me hagas enojar o sabes cómo te va.

—Que miedo—bromeo—. Sí iré con ustedes, no tienen necesidad de hacerme nada.

—¿Irá Brian?—interroga Keisyth que está aquí.

—No lo sé, sus papás no les gusta que esté con nosotros, dicen que somos mala influencia—acomodo mis libros en mi mochila—. Nos vemos en la noche, iré a casa, ayudaré a mamá con unas cosas.

—¿Quieres que te ayude?

Acepto el ofrecimiento de Keisyth y nos vamos en busca del auto. Siento que cada día la universidad nos saca más el jugo, no hay día que no nos dejen trabajos o exposiciones. No falta mucho para terminar nuestra carrera de psicología, y creo que por eso nos tienen al tope con tantos trabajos. Hay días que siento que no puedo con todo, entre estar pendiente de mis estudios y de Lía, se me va el tiempo.

—Mamá ya llegué—busco por todos lados y no está, creo que me tardé y por eso se fue hacer mercado sin mí—. Creo que mamá se ha ido sin mí.

—Podemos organizar un poco la casa—dejamos nuestras cosas en el sofá—. Oye—me llama Keisyth—. ¿Has hablado con Lía?

—Buena idea. Con Lía hablo todos los días desde que se fue—le digo—. Es la única manera en la que nos podemos sentir cerca.

—La debes extrañar demasiado—sonríe—. Es una buena chica, desde que empezamos a convivir más me di cuenta que es divertida, me cae bien.

—¿Te llegó a gustar?

Suelta una risotada.—Claro que no me gusta. Está muy guapa, y sexy, pero no me gusta. Y mira que aguanta una cogida.

—Eso no es gracioso.

Se ríe muy divertida y coloca música. Empezamos a limpiar la casa, mientras cantamos y hablamos de cualquier estupidez. No sé por qué una sonrisa pendeja se forma en mis labios cuando suena una canción que me dedicó Lía, y es que hemos pasado tantas cosas juntas, que siento que muero por ella. Puede sonar tonto, pero soy egoísta, porque solo la quiero para mí, y no quiero que nadie intente robarse el amor que siente por mí.

El amor es así: un día nos tiene felices y juntos, y al otro día nos separa para ver si realmente es amor. Lía y yo hemos crecido juntas, hemos aprendido lo que conlleva tener una relación homosexual, y no es fácil, la mayoría piensa que estamos equivocadas, pero jamás nos han preguntado cómo nos sentimos cuando estamos juntas. Con Lía he aprendido lo bonito que se siente amar y ser amada, no tengo idea de lo que puede pasar en los meses que le faltan fuera de la ciudad, solo sé que la voy a esperar, sin importar los meses o años que pasen para vernos de nuevo.

Lo que llaman un amor desastroso. [#2] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora