Extra#3

348 24 0
                                    

Lo que llaman un amor desastroso.

Extra#3.

—Narra Brian—

Para nadie que deba ocultar su sexualidad, las cosas son fáciles. Todos saben que soy gay, y por mis papás debo actuar como si me gustarán las chicas. La verdad es que las prefiero como amigas, y no como novias. Nunca he sentido nada cuando una chica me besa o me toca, es como si no estuviera con nadie. En cambio, cuando un chico me besa o me dice cosas, mi cuerpo reacciona.

Me siento agobiado, no quiero ver más a Karen, pero mis papás siguen metiéndomela por los ojos, y ella es muy intensa. Todo se lo cuenta a mis papás, y a mí me toca fingir que me cae bien. Me tocó dejar al chico con el que estaba, tal vez por miedo de sufrir, como lo he hecho con la muerte de Carper. Estaba harto de tanta miseria, y por eso regresé con mis papás, sabiendo que la condición era hacerme pasar como Heterosexual, y que nadie me viera con algún chico. Lo sé, yo mismo me busqué esto. Evito decirle a mis amigos, suelen ser impulsivos y pueden venir a reclamarle a mis papás y pueden complicar todo.

—¿Puedes hacerte para allá? —hago a un lado a Karen. Parece que no se aburre de estar en mis piernas—. No me gusta que estés encima.

—Parece que te molesta todo de mí —se levanta de la cama, y luce enojada—. Eres un marica, nunca me quieres tocar, cuando te quiero besar te quitas, ¿es por que yo no soy hombre?

—Tú sabes que no me gustan las chicas, y te empeñas en estar encima de mí. Me molesta que me abraces, que quieras ser tan melosa y que todo se lo digas a mis papás —la miro—. Tu sola presencia me irrita.

Empieza a gritar como loca, y a llorar. Llama a mis papás, que aparecen corriendo y sus caras me hacen saber que tendremos un agarraron.

—¿Qué mierda le hiciste? —papá abraza a Karen, y ella sonríe por debajo. Es una dramática—. ¡Habla!

—No le hice nada.

—Me ha dicho que no quiere estar conmigo, que prefiere estar con chico. ¡Él me empujó!

—¡Deja de mentir!

Mamá la saca de la habitación, y es papá quien me empuja. Me tiene harto con sus malos tratos.

—¿Sabes que Karen es la única chica que aún sabiendo que eres un maricon te ha soportado? —no digo nada—. No me digas que después que te perdonamos por tener esa enfermedad ahora quieres volver a lo mismo.

—Ya me cansé de esto, papá. Karen es intensa, y me harté de este juego, si no me quieren como su hijo, están en todo su derecho, pero yo me largo. Y ser gay no es una enfermedad.

—Adelante, eres tú quien tendrá que pasar necesidades. Pero ya no habrá más oportunidades.

Él sabe que le temo a la miseria, y siempre me amenaza con eso. No quiero volver a trabajar en ningún lado que me exploten. En mi anterior empleo abusaban de mi trabajo, por más que ayudara, siempre me dejaban hasta tarde y me aburrí. Quería volver a mi vida de antes, y por eso fui tan estúpido y acepté las condiciones de mis papás.

—Cierra la maldita boca y quédate con Karen, ella te hará cambiar de parecer. Tu no eres gay, así que sácate esa maldita idea de tu cabeza. No querrás que todos piensen que tienes sida: la enfermedad de los marica.

Esta no es una vida para nadie, y yo la aguanto porque no quiero tener carencias. Mis amigos saben que debo fingir, pero no sabrán en el infierno que vivo, y seguiré viviendo. Ojalá algún día tome la decisión de irme lejos de todo lo que me daña.

——

Nota—

¡Hey, chicos!

Aquí les mostré un poco de como era la vida de Brian en su casa. Y todo lo que soportó por miedo a la miseria. Desgraciadamente todavía hay personas que prefieren la comodidad, que su felicidad. Y Brian por miedo a todo eso, prefirió dejar la felicidad a un lado, y vivir una vida que no es de él.

Lo que llaman un amor desastroso. [#2] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora