My Fellings For You

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Había pasado unos días desde aquel "encuentro" con Yut-Lung donde el alcohol volvió hacerlo caer. Shorter se prometió a sí mismo que ya no volvería a verlo en su vida, pero Eiji lo llamó alegando que quería que vaya al cabaré a hablar con el hongkonés. El peliteñido se rehusó y luego de las insistencias, cedió y coordinó la hora. Ahora se encontraba yendo junto a su mejor amigo con la cabeza hecha un alboroto debido a su nerviosismo.

— Todavía no entiendo por qué te llamó —dijo el rubio sacándolo de su burbuja.

— ¿A qué te refieres?

—Según yo, Yut y tú nunca hablaron.

Ash ya sabía sobre las noches que habían compartido ese par, pero no podía negar que le dolía darse cuenta que su amigo de toda la vida no tenía la suficiente confianza en él. Por esta razón, decía cosas que hicieran al mayor escupir la verdad de una vez por todas.

— Lo que pasa es... —murmuró rascando su nuca.

— Shorter, no me intentes mentir ya —dijo cansado de darle vueltas al asunto— Sé lo que pasó entre ustedes.

El rostro del moreno se tiñó y se mantuvo boquiabierto viéndolo.

— ¿De qué hablas? —tartamudeó entre una risa nerviosa.

— ¿Debo ser explícito? —levantó una ceja y se llevó las manos a sus bolsillos— Yo sé que ustedes tuvieron sex-

Antes de acabar su frase, su mejor amigo tapó su boca con ambas palmas mientras gotas de sudor se desbordaban de su abochornado semblante.

— ¡No digas nada más! —gruñó tímidamente entre dientes.

— Está bien —alejó las manos del moreno y giró con el ceño fruncido— Me enteré sin querer, pero al menos esperaba que me lo dijeras cuando te sintieras seguro.

— Quería decírtelo, solo que...

— ¿Solo qué? —preguntó cabizbajo.

— No te pongas así —se abrazó a sí mismo— No sabía cómo confesar eso ¿Sabes? Yo también estoy muy confundido respecto a esto.

Era verdad. La primera vez que se acostó con el menor, no recordaba nada e incluso deseaba olvidar todo.

La segunda vez se mantuvo totalmente consciente. Su mente le decía que se detuviera, pero la mera y coqueta presencia de Yut fue suficiente para dejarse engatusar en una noche sin límites.

Sin embargo, lo que más recordaba era la mañana siguiente cuando el menor le daba la espalda mientras se colocaba la ropa y salía sin más de aquella habitación pensando que Shorter seguía dormido, pero él presenció todo en absoluto silencio. Contempló su rostro avergonzado, cómo lo veía de reojo evitando hacer el mínimo ruido, la presión que ejercían sus labios y la triste mirada que le regaló antes de cruzar por el umbral.

Intentó descifrar lo que ocurría, pero era tan difícil entender lo que cruzaba por la cabeza de ese misterioso chico.

— ¿Te atrae? —preguntó el ojiverde.

— Eso no importa, lo que me interesa es que piensa él. Tal vez solo es un juego y no quiero hacerme ideas si es así —confesó con una mueca desilusionada en el rostro.

— Comprendo, al menos hablarás con él. De igual manera, yo estaré ahí.

— Sí —sonrió débilmente mirando el suelo.

¿Por qué me duele pensar en ti, Yut?

°°°

— ¿Que hiciste qué? —exclamó el ojivioleta tomando a su mejor amigo del borde de la polera.

SUAVE LUZ [Banana Fish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora