Una historia jamás contada de la orden del fénix

Prólogo

Habían pasado ya dos años desde que Lerry había comenzado a estudiar en Hogwarts. Antes de terminar el cuarto año escolar, su padre le había dejado un pergamino con el árbol genealógico de la familia Black en el que había descubierto que la asesina de su madre y su padre eran familia, además el enemigo de su mejor amigo era su primo.

El año no había concluido en una fiesta como el año antepasado ya que la muerte de Cedric Diggory había causado un ambiente de tristeza y nostalgia en todos, tanto estudiantes como profesores. Pero eso no era lo único que ponía triste a Lerry Dumbledore, sino que la persona que a ella le gustaba, tenía otra novia, que además era odiosa.

Hermione le había sugerido que intentara olvidarse de George con otro muchacho y ella realmente no quería hacer eso, no consideraba correcto tratar con otro chico simplemente porque George tenía novia.

-Pues no te vas a casar con él -Le dijo Hermione en una carta cuando iniciaron las vacaciones -Solamente es para que George sepa que no estarás esperándolo siempre.

Lerry no buscaba a ningún chico, además no había muchos que conociera, simplemente ubicaba a algunos estudiantes, pero todo el tiempo estaba cerca de los Weasley, de Harry y de Hermione, sin embargo, apareció un chico.

Apenas al iniciar las vacaciones Lerry comenzó a ir al callejón Diagon porque le gustaba caminar y no había mucho que hacer en Hogwarts con Filch el conserje y la profesora Trelawney rondando por el castillo y quedarse encerrada en su habitación tampoco era una opción.

Lerry acompañó a Hagrid a hacer algunos mandados, le gustaba pasar tiempo con el guardabosques del castillo quien también era su profesor de cuidado de criaturas mágicas, pero además de eso era su amigo. Estaba mirando unos aparadores y no se dio cuenta que choco con alguien hasta que cayó al suelo (típico de ella)

- ¿Estás bien? -Le preguntó un chico con un marcado acento escoses - ¿Te has lastimado?

-No te preocupes -Dijo ella levantándose del suelo -No me pasó nada -Y lo miró. Era un chico bastante lindo. Tenía los ojos azules y el pelo oscuro que hacía contraste con su piel blanca. Era alto, no tan alto como los gemelos, pero si más que Lerry, aunque lo que más capto la atención de la chica fue la sonrisa que él le ofrecía.

-Me alegra no haberte lastimado -Dijo -Eres Lerry ¿cierto? -Ella asintió -Mi nombre es Anthony Goldstein, también estudio en Hogwarts, soy de Ravenclaw.

-Encantada de conocerte -Sonrió - ¿Qué haces por aquí? Digo no es que me moleste es que no es común ver estudiantes del colegio por aquí tan pronto.

-Es por mi padre, siempre insiste en comprar los útiles escolares un mes antes del inicio de clases para no tener que preocuparnos en el último momento ¿Y tú?

-Vine con Hagrid a hacer unos mandados, pero nos separamos porque yo quería ver las tiendas.

-Yo también me separé de mi familia, no me gusta mucho eso de comprar útiles -Sonrió y después se sonrojó - ¿Te gustaría tomar una cerveza de mantequilla? Aunque si tienes que irte lo entiendo.

-Me encantaría, gracias -Y caminaron hacía las tres escobas.

Se la pasaron platicando alrededor de una hora, tal vez más y Anthony era bastante agradable, después de esa platica comenzaron a mandarse cartas y más cartas. Sin embargo, por petición de su abuelo, Lerry se había ido a Londres, a la vieja casa de la familia de su padre, la ubicación era secreta, pero Lerry se las había ingeniado para que la lechuza de Anthony dejará las cartas cerca del cuartel y después mandaba a Sparkle a recogerlas.