13 George

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Estaba pensando en el regalo de Alice para celebrar nuestro noviazgo, nunca había hecho esto antes con alguna chica y no sabía porque ella se aferraba a que lo hiciéramos, pero se lo debía, se lo debía por haberla ignorado durante las vacaciones y se lo debía porque estuve a punto de serle infiel con otra chica. Simplemente le debía esto, hacerla feliz.

- ¿Ya pensaste en algún regalo para tu novia? -Me preguntó mi hermano en el dormitorio.

-Aún no, necesito pensar -Le dije

-No te preocupes, mañana iremos a Hogsmeade y allá podrás comprarle algo -Sonrió mi hermano

Fred, Lee y los demás compañeros de nuestro dormitorio se quedaron profundamente dormidos y yo me quedé mirando al techo y pensando. De pronto se me ocurrió algo ya que mañana casi no habría nadie y podía ser lo mejor. Miré a mi hermano quien me daba la espalda y después me dormí.

- ¿De verdad ya se te ocurrió el regalo perfecto? -Me pregunto Fred a la mañana siguiente y asentí - ¿Qué es?

-No te lo diré, pero quisiera pedirte un favor -Suspiré -Si alguien te pregunta porque no voy a Hogsmeade, inventa algo

- ¿Quién no quieres que se enteré que te vas a quedar? -Me preguntó

-Nadie, pero por favor hazlo -Lo miré suplicante y él asintió

Para cuando todos se fueron a Hogsmeade al medio día, Alice se acercó a mi emocionada esperando su regalo.

-Estoy esperando ¿Cuál es mi regalo? -Me preguntó

-No estoy seguro de que esto sea un regalo, pero... -Aclaré mi garganta -Quisiera... Quisiera que estemos juntos.

-Pero ya estamos juntos -Dijo ella sin entender

-Me refiero a que quiero que estemos juntos íntimamente -Sentí mis mejillas arder mientras ella me miraba con los ojos brillantes -Pero si no quieres...

-Quiero -sonrió -Por supuesto que quiero -sonrió aun más

-Entonces lo haremos, podemos ir a algún lugar discreto

Tome su mano y nos fuimos a una sala que estaba escondida dentro de una de las estatuas de la escuela. Estaba decidido al principio, pero al recorrer los pasillos ocultos de detrás de la estatua recordé cuando entré a una estatua siguiendo a Lerry... No, no puedo pensar en Lerry en este momento.

-Creo que aquí nadie nos va a encontrar -Le dije a Alice y ella asintió. Con la ayuda de mi varita puse un hechizo de bloqueo en la puerta solo por si acaso y ella con la suya movió algunas mesas para hacer espacio. No era el lugar más romántico del mundo, pero ya no podía echarme para atrás. Y no lo hice.

Cuando todos volvieron de la excursión yo estaba en la habitación mirando el techo. Lo había hecho, había tenido sexo con Alice y no me sentía para nada relajado, al contrario, me sentía culpable y tenía el estómago revuelto, ni siquiera escuche cuando la puerta se abrió.

- ¿Cómo te fue con tu novia? -Me preguntó mi hermano como saludo

-Bien -Dije sin emoción

-Pues no pareces muy feliz -Me dijo y lo miré - ¿No le gustó tu regalo?

-Sí, claro que le gustó -Suspiré otra vez -Lo hicimos -Fred se sorprendió

-No lo puedo creer -rio -No puede ser... ¿Estuvo bien?

-No te voy a decir eso Fred, ya te dije lo suficiente y no quiero hablar más del tema. 

Una historia jamás contada de la orden del fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora