Una historia jamás contada de la orden del fénix

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Había pasado días estudiando para mis TIMOS y en los primeros dos, encantamientos y transformaciones, me había ido bastante bien obteniendo "sobresaliente" en ambos, lo cual era más que suficiente para mí, pero ahora se acercaba el día del TIMO de defensa contra las artes oscuras y me ponía nerviosa no saber que nos tenía preparado la profesora Umbridge además de que no era una de sus personas favoritas y tenía miedo de que se metiera con mi calificación.

-Vamos Lerry, tienes que darme la respuesta con más exactitud -Me dijo Hermione.

-Bueno es...

-Ya estoy harto, no puedo seguir estudiando, me va a explotar la cabeza -Dijo Ron y Harry asintió

-No podemos descansar, Umbridge nos tiene en la mira después de descubrir lo del E.D -Dijo Hermione

-Herms comúnmente estaría de acuerdo contigo, pero ahora no quiero seguir estudiando -Le dije -Estoy bastante cansada.

No había visto a George en todo el día, ni siquiera en el desayuno, el almuerzo o la cena y si no estaba George tampoco estaba Fred, aun así, no le tome mucha importancia ya que pensé que debería estar haciendo algo de sus experimentos. Esa noche no dormí mucho ya que estaba nerviosa. Al día siguiente me desperté sin ánimos y miré a Hermione quien estaba parada delante del espejo.

-Tengo un grano enorme, esto me pasa cuando me pongo nerviosa, no puedo creer que me saliera en la punta de la nariz -Me dijo -Ya tenía mucho de que preocuparme y ahora esto.

-Vístete y vamos a ver a la señora Pomffrey antes del desayuno -Le dije y ella asintió.

Nos apresuramos a cambiarnos y salimos sin detenernos a mirar o a saludar a alguien. Por suerte para Hermione, la señora Pomffrey tenía solución antiacné y pudo quitarle a mi amiga su enorme grano por lo que ella se relajó un poco,

-Ahora vamos a desayunar o nos vamos a desmayar en pleno examen y Umbridge no nos dejará hacerlo de nuevo.

Después del desayuno caminamos al aula de defensa contra las artes oscuras y nos sentábamos en nuestros respectivos lugares.

-Tienen 3 horas para responder el examen -Dijo esa voz chillona -Cualquier movimiento sospechoso y los reprobaré inmediatamente. Comiencen.

Miré el pergamino con las preguntas y muchas de las cosas que estaban en él, ni siquiera las habíamos visto sin embargo yo sabía las respuestas porque Hermione había leído todo el libro y me lo había recitado.

-Vaya tontería -susurré

- ¿Algún problema señorita Dumbledore? -Negué y volví mi vista al pergamino

-Más le vale que no... -Se calló de pronto dejando su amenaza a medias - ¿Qué es eso? -Todos volteamos a ver una chispa saltando por el salón - ¿Quién lo está haciendo? -Chilló Umbridge -Fuiste tú -Me señaló.

-No puede culparme sin pruebas, yo no he hecho nada -Le dije.

-Eres una... -Volvió a callarse y camino hacía la puerta ya que de ahí provenía un ruido -Sigan en su examen -Nos indicó, pero nadie le hizo caso,

Camino lo más rápido que sus piernas cortas se lo permitieron y llegó a la puerta, la abrió con fuerza, pero no había nadie. Estaba por cerrar la puerta cuando muchas chispas entraron chocando con las paredes, las lámparas y los pupitres.

- ¡YA BASTA! -Gritó, pero en ese momento dos personas montadas en escobas entraron al salón y lanzaron más chispas lo que quemó todos los exámenes.

-Sorpresa profesora -Dijo Fred

-Le tenemos un regalo -Le dijo George y le lanzó una bola de la cual salió un dragón de fuegos artificiales que persiguió a Umbridge por todo el salón hasta que desapareció.

-Son unos locos -Dijo Ron mientras todos los seguíamos afuera

-Hasta nunca colegio Hogwarts -Gritó Fred

-No nos olviden -Dijo George entre vitoreos y gritos de celebración.

Todos los aclamábamos por lo que habían hecho mientras desaparecían por el aire, hasta que George frenó de golpe y volvió. Fred lo siguió,

-George, vámonos o nos atraparan -Le dijo su hermano, pero él se detuvo delante de mí.

-No podía irme sin hacer esto, necesito hacerlo... -Me dijo

-No entiendo a qué te re... -Y me besó delante de todos. Deje de escuchar los gritos de los demás, solo podía escuchar campanas en mi cabeza y de pronto nada. Mi corazón latía tan fuerte que se me habían tapado los oídos y mis piernas se volvieron tan blandas como gelatina, pero George me tomó por la cintura y me aferró a él. El sabor a canela y azúcar recorrió mis labios y lo succione desesperadamente. No tenía idea de si lo estaba besando bien, era mi primer beso, pero no me importaba solo quería quedarme con ese sabor dulce. Enterré mis dedos en su suave cabello pelirrojo y después de una mordida y un sonoro tronido, George se separó de mí.

-Fuegos artificiales y campanas -Me dijo y asentí mientras sonreía enormemente.

-Ten cuidado por favor -Fue lo único que pude decirle y él asintió mientras me besaba otra vez, pero era un beso más corto.

-GEMELOS WEASLEY -Gritó Umbridge mientras regresaba

-George no quiero romper tu momento, pero vámonos -Le dijo Fred, George me dio otro beso, me guiñó el ojo y desapareció por el cielo junto con su hermano.

-Lerry -Me llamó Hermione y la miré -Ya puedes respirar -Y reímos.

Miré hacía el cielo donde George se perdía junto a Fred y puse mi mano contra el pecho, mi corazón seguía saltando rápidamente, pero en el fondo escuché la voz de Hermione gritando el nombre de Harry y corriendo hacía él por lo que la seguí.

-Harry, reacciona -Dijo Hermione

-Debemos darle espacio -Dijo Ron. Todos estaban emocionados por lo que había pasado que por suerte nadie miraba hacía Harry.

-Es lo mismo que le pasó cuando vio el ataque al señor Weasley

-Sirius -Dijo Harry agitado después de volver en sí y me miró -Voldemort tiene a Sirius.

Y entonces al escuchar esas palabras, toda la emoción que había sentido hace unos minutos, desapareció de golpe y sentí que una enorme y pesada pared me caía encima y no me dejaba respirar.