Una historia jamás contada de la orden del fénix

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No esperaba que la señora Weasley me tuviera un regalo, pero era un precioso gorro color rojo y lo recibí gustosa. Mi padre también me regalo una pluma mágica y más cosas que me ayudarían para la escuela y mis amigos me dieron dulces.

-Toma George -Le dije -Horneé galletas para todos, espero que te gusten -Asintió y tomó su bolsa de galletas en forma de árbol de navidad.

La cena transcurrió normal, además de nosotros, también llegaron, Lupin, Tonks, ojo loco Moody y otro hombre que se llamaba Mundungus, que también era miembro de la orden, pero no parecía muy feliz de serlo.

Teníamos que regresar al colegio a principio de año, pero esas dos semanas de vacaciones nos quedamos en casa de mi padre y él estaba muy feliz.

-Lerry ¿está todo bien? -Me preguntó mi papá un día que estaba en un cuarto mirando el árbol genealógico de la familia Black.

-Claro, todo bien, la escuela está bien, aunque estoy muy preocupada por los TIMOS, especialmente con defensa contra las artes oscuras.

-Entiendo, pero no es sobre el colegio de lo que quiero saber, es sobre ti ¿Ha estado todo bien? -Lo miré.

-Papá... ¿Tú siempre supiste que mamá era la indicada?

-No siempre, la relación con tu madre fue un poco extraña -Rio -Como sabes, en Hogwarts las clases son mezcladas con alumnos de diferentes casas. Yo no trataba a alumnos de otras casas pues todo el tiempo estaba con mis amigos, pero un día Lily, quien ya estaba comenzando a salir con James, nos presentó a la chica más hermosa de todo el colegio, tu madre.

- ¿Comenzaste a salir con mamá en ese momento?

-Para nada, tu madre era inteligente, dedicada, era prefecta, nunca iba a poner sus ojos en alguien como yo. Mis TIMOS fueron aceptables en la mayoría mientras ella tenía las calificaciones máximas, pero ese no era el impedimento principal... Tu madre estaba saliendo con Alan Scott y yo pues no era de relaciones formales -Lo miré con sorpresa, pero no dije nada -No me mires así, eran otros tiempos, bueno, eso no es justificación, pero yo era más inmaduro. Al final tu madre termino con Alan por razones que jamás quiso decirme, pero yo no perdí más el tiempo, le dije que me gustaba ya que al ser amiga de Lily y ella salir con James, pues pasábamos tiempo juntos.

- ¿Así de la nada? -Pregunté

-Bueno, me costó un poco más de un año conquistarla además temía de la reacción de tu abuelo, pero para cuando iniciamos el séptimo año, nos hicimos novios, asistimos a la boda de nuestros mejores amigos, un año y medio después nos casamos y a principios de diciembre de ese mismo año ella me dijo que estaba embarazada y me asusté, aun no me sentía listo para ser padre y no lo fui -Me miró -No fui un padre.

-Papá, no fue culpa tuya -suspiré -Pero cuando todo esto terminé, tú, Harry y yo viviremos juntos -Él asintió y besó mi frente.

- ¿Y cómo te va con... tu... novio? -Reí por su cara

-Me va bien -suspiré -Anthony es un buen chico, me trata bien.

-Entonces ¿su relación está bien? -Asentí lentamente -Lerry, no tienes que estar con alguien con quien no quieras estar, lo sabes ¿verdad? -Asentí.

-No te preocupes papá, todo está bien, te lo prometo -Le dije no muy segura.

Después de navidad y de año nuevo regresamos al colegio. Los Weasley no estaban seguros de dejar a su padre, pero su madre les dijo que la mejor manera de ayudar era volver al colegio y concentrarse en sus estudios.

-Hubiera preferido quedarme donde estábamos y no regresar, los TIMOS me van a volver loco -Dijo Ron

-Ronald eres... -Comenzó Hermione, pero Ron la interrumpió

-Sí, sí, soy prefecto y debo dar un buen ejemplo -Repitió él con cansancio.

-Será mejor que vaya a buscar a Anthony, piensa que volvemos mañana así que le voy a dar una sorpresa y también le daré su regalo de navidad, nos vemos más tarde.

Salí de la sala común de Gryffindor y caminé a la sala de Ravenclaw, saludé en el camino a algunos miembros del E.D y seguí mi camino.

-Hola Luna -La saludé alegremente ya que venía saliendo de la sala - ¿Vas a algún lado?

-Hola Lerry, quería un pudin, iba al gran comedor ¿necesitas algo?

-Puedes llamar a Anthony y decirle que lo espero

-Él no está aquí -Dijo ella -Escuché que iría a la torre de Astronomía y salió. Tal vez sigue ahí -Me dijo ella y se fue.

Asentí, pero Luna ya se había ido así que me dirigí a la torre de astronomía y comencé a subir la escalera.

Comencé a buscar en las aulas de la torre, no había muchas, solo eran tres. Abrí la primera y no había nadie, la segunda y tampoco, pero la tercera estaba cerrada con llave y se oían risas del otro lado. Saqué mi varita.

-Alohomora -El seguro de la puerta se quitó y abrí lentamente. Dentro del salón estaba una chica rubia en las piernas de un muchacho y se estaban besando. La chica cubría al chico así que no podía ver su cara, pero si escuché su voz.

-Eres preciosa -Dijo la voz masculina y me sorprendí. Reconocía esa voz sin ninguna duda.

- ¿Anthony? -La chica fue apartada de inmediato y ahí estaba mi novio con la camisa abierta y los labios rojos e hinchados mientras la chica rubia estaba despeinada y su corbata amarilla estaba en el suelo.

- ¡Lerry! No es lo que parece -Me dijo -Ella me dio un filtro de amor

- ¿Qué? Dijiste que ya no estabas con ella -Soltó la chica -Dijiste que era una boba.

-No importa -Dije y me giré para salir, pero choqué con alguien; levanté la cara y era George.

-Lerry ¿Qué sucede?

-No es nada importante -Intenté empujarlo, pero él solo me movió a un lado y vio lo mismo que yo había visto minutos antes.

-Eres un pedazo de... -Comenzó George, pero me puse enfrente

-No, no vale la pena, solo harás que te castiguen -Le dije

-No me importa, se lo merece -Gritó George

-Por favor no -suspiré -Vámonos -George sacó su varita

- Furnunculus -Dijo y la cara de Anthony y la de la chica se llenaron de acné

- ¡Que asco! -Gritó ella

-Me las vas a pagar Weasley -Gritó Anthony mientras bajábamos la escalera.