🩸𝘗𝘴𝘺𝘤𝘩𝘰 ( 𝙏𝙚𝙣 _𝙣𝙘𝙩 +18 )🩸

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¿Alguna vez te has enfrentado a un monstruo?

No, no hablo de esos monstruos de fantasía, hablo de uno de carne y huesos, uno que por fuera es hermoso, con una sonrisa atrayente y un encanto que deslumbra a cualquiera. Uno que posee una cubierta perfecta para ocultar a la bestia que en realidad es.

Todos creemos que al enfrentar a un monstruo, tendremos miedo, tembláremos y huiremos por nuestra vida, cuando en realidad, ni siquiera nos daremos cuenta de que lo estamos enfrentando, seremos incapaces de identificarlo hasta que sea demasiado tarde.

Hasta que nuestra sangre esté manchado en sus perfecto rostro y sus labios formen una sonrisa sádica que nos revelará que el monstruo ha estado ahí, en nuestras narices todo este tiempo y hemos sido tan ciegos para no verlo.

Él puede infiltrarse entre nosotros con facilidad, puede imitar nuestras emociones aunque no pueda sentir ninguna en absoluto. Él manipula, miente , y hace lo necesario para conseguir lo que quiere. Nosotros somos sólo piezas en su juego, y si resultamos heridos o muertos, es daño colateral, no perderá sueño por eso porque no le importa.

Pero, y si en algún momento empezará a sentir algo?, aunquesea un mínimo sentimiento insignificante, bueno, eso sería el arma secreta para llevarlo a su fin.

-HEIST.

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Ten Lee.

23/02/2018

New York/ EEUU.

00:15 am.

Recuerdo la primera vez que la vi, solo era una chica joven, tímida, ingenua, perdida en su mundo, posiblemente con metas u objetivos por cumplir en la vida, llevaba puesto unos vaqueros ajustados de color azul oscuro, unas botas negras con plataforma muy baja, su pelo largo y rubio hacía contraste con su camisa negra, sobresalía entre la multitud por la forma en la que vestía, no muy apropiada para un club tan costoso y reconocido, el hecho de no haberla visto nunca por estos lares fue lo que más llamó mi atención, era tan obvio que no podía dejar de verla cuando una voz femenina me distrajo.

—Es muy hermosa, ¿verdad? —desvié la mirada y me encontré con una mujer de entre 30 a 40 años, tenía buen cuerpo y buenos rasgos bien conservados que la hacían parecer fresca y juvenil aunque no fuera el caso.

—Sra. Jennifer, ¿por que no me sorprende verla por aquí? —vuelvo a desviar mi mirada hacia aquella chica misteriosa pero ya no está sola, frunzo el ceño, un chico rubio, alto y de ojos claros estaba hablando abiertamente con ella, muy abiertamente. Aprieto la copa en mis manos y bebo del líquido transparente que este alberga, el alcohol deja un rastro ardiente al pasar por mi garganta.

—Sr. Lee, como siempre tan apuesto. —una mano traviesa se escabulló por mi nunca, esta mujer nunca se cansa. Sin despegar la mirada de la pelirrubia, me aparto de ella.

—¿La conoce? —pregunté curioso, mientras estudiaba cada uno de sus movimientos, la siento tensarse a mi lado, es obvio que la conocía, aunque algo me dice que es su primera vez aquí, debido a la forma tan cruel con la que rechaza a cada chico que se le acerca, no pude evitar formular una sonrisa juguetona, en definitiva es dura de roer.

—Es mi hermana. —finalmente habló, aunque el tono de recelo y cierto desagrado en su voz, me hizo más fácil leerla.

Jennifer, mujer de 1,70 aproximadamente, descartando los 15cm de los tacones que llevaba puesto, buena contextura, cintura ancha, senos voluptuosos, los cirujanos han hecho un buen trabajo, no puedo negarlo, sus curvas no eran tan pronunciadas como sus pómulos y labios retocados por una exquisita mano quirúrgica que de no ser yo un experto en examinar a las personas me hubiera tragado la idea de que eran naturales, pelo largo y negro, ojos azules con la profundidad del mismo océano en ellos, lentillas, a juzgar por las pequeñas marcas de expresión de su rostro que a pesar de los retoques que se habrá hecho ya se marcan como signos de envejecimiento, tendrá unos 32 años, un vestido negro ajustado y tacones plateados con unas pulseras plateadas y un bolso negro hacen de ella la empresaria adinerada que es, sin embargo no es en absoluto mi tipo, aunque eso parecía no caberle en su cabeza. ¿Verdad?