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Una sonrisa sádica hizo que su corazón se acelerara, lo estaba haciendo de nuevo, jugando su propio juego sin darle oportunidad de que pudiera escapar de sus encantos aunque supiera que eso es imposible , pasó sus traviesas manos por todo su cuerpo observando como la piel blanca y tersa de ella se iba erizando por el camino.

—¿Sientes eso? —ronroneó cerca de sus labios cuando en un movimiento rozó su gran erección contra su vientre bajo cerca de su intimidad, ella jadeó como respuesta.

— Mira como me tienes. —susurró de vuelta esta vez dedicándose a desabotonar botón por botón su camisa negra, ella simplemente lo observaba con cierto deseo, porque que en en realidad lo deseaba con todo su ser en ese momento, sintió su sexo palpitar pidiendo a cántaros sentir como el artista la llenaba por completo sin dejar ni un poco de espacio.

— Haz eso de nuevo y no tendré piedad contigo, preciosa. —amenazó cuando vio como ella mordía su labio inferior al observar el monumento de cuerpo que cargaba el tailandés, era sumamente atractivo y sexy.

— ¿Recuerdas lo que te dije? —susurró con voz ronca acercándose a ella ya completamente desnudo, Young por su parte solo pudo verlo a los ojos un tanto confundida.

— Te lo recordaré.—habló de nuevo mientras posaba ambas manos en sus caderas.— Solo podrás correrte cuando yo te lo ordene. —avisó mientras se posiciona en su ya húmeda entrada.

— Y no podrás gemir si yo no te lo ordeno. — terminó diciendo para luego entrar de una estocada.

Young mordió fuertemente sus labios ahogando un gemido, pronto sintió el sabor a hierro frío llenar su boca ya que sus labios sangraron un poco, al parecer los había mordido demasiado fuerte, el artista dirigió su mirada hacia estos, sus ojos brillaron al divisar aquel líquido de color rojo, se posicionó mejor sobre ella llegando hasta sus labios los cuales unió con los suyos en un beso que por poco quemaba, mezclando el sabor a menta con la sangre que provenía de ella.

—Sabes tan jodidamente bien. —afirmó dando una profunda y drástica estocada, ella por su parte solo pudo soltar un suspiro aguantándose las ganas de gemir como gato en celo aunque al sentir el vaivén rápido que controlaba el tailandés eso de no hacer ruido se le hizo más difícil de lo que ya era, el tailandés reforzó su agarre en sus caderas encarnado sus no tan cortas uñas en la delicada piel de aquella zona dando otra embestida, la de ojos claros abrió la boca y dejó escapar lo que tanto estaba evitando.

—¡Mgh! —al soltar aquel gemido abrió los ojos y rápidamente llevó una de sus manos hasta su boca intentando callarse a sí misma , el artista la vio a los ojos y una sensación de temor inundó su cuerpo al presenciar los oscuros ojos y la sonrisa sádica que acompañaba el perfecto rostro del joven.

— Que acabo de escuchar ? —preguntó juguetón con una voz bastante ronca para provenir de él, sus movimientos pasaron a ser más pausados y suaves mientras se dedicaba a hacer a un lado la mano de la pelirrubia dejando a la vista de nuevo sus ya maltratados labios.

—Eres una desobediente, te has ganado un buen castigo. — informó con voz burlona mientras posaba ambas manos en el frágil cuello de la pelirrubia comenzando de nuevo con sus embestidas rápidas y fuertes, solo logró que a ella le faltara el aire para respirar si ya de por si se le hacía difícil respirar estando cerca de él, ahora que la estaba prácticamente ahorcando probablemente se desmayaba, intentaba tomar bocanadas de aire mientras a su vez buscaba la forma de aguantarse los gemidos y jadeos que le provocaban los placenteros movimientos que hacía el artista.

— Agh~ Preciosa, ¿por que estas tan apretada? Dan ganas de partirte en dos. —gruñó cerca de su oído mientras reforzaba su agarre en su cuello prosiguiendo con sus embestidas haciéndola delirar.

— ¿Volverás a desobedecer me? —inquirió jugando con aquellas palabras mientras la pelirrubia sentía la necesidad de inhalar un poco de aire ya que se le estaba agotando de los pulmones, conectó su mirada con la de él en señal de respuesta a su pregunta.

— Esa es mi chica. —sonrió malvado soltando su agarre, ella comenzó a toser un poco mientras su cuerpo volvía a recuperase.

— Levanta. —ordenó con voz fría y bastante imponente, de inmediato y con un poco de mareo ella se sentó como pudo, al verla así y en un acto inconsciente este prácticamente la manejó como si fuera una pieza de arte delicada, le dio la vuelta dejando a su vista sus grandes y bonitos glúteos.

— Ah ~Señorita Young si viera el cuerpo que se carga se volvería lesbiana. —vaciló mientras la manejaba a su gusto poniéndola en una posición que a ojos del tailandés era una de las mejores, ella estaba inclinada hacia delante a espaldas del artista, sus pechos acorralados contra la cama, ambos brazos a los costados y con el trasero levantado dejándole una buena vista al artista.

— Ahora si muñeca, gime para mí. —ordenó cuando se adentró en su interior y casi de inmediato un gemido agudo amortiguado por el grueso colchón inundó aquel lugar acompañado con los jadeos y gruñidos graves que emitía el tailandés.

— Eso es preciosa, gime para mi. —jadeó mientras veía como su miembro entraba por completo en su interior para luego volver a salir, así una y otra vez provocando un ruido que provenía de sus pieles al chocar, lo cual era música para sus oídos.

— Mmh~...¿Estas cansada princesa? —vaciló sintiendo como el frágil cuerpo de ella iba tensándose de apoco.

— Si es así, córrete para mí. —al escuchar aquello todo su cuerpo se relajó dejando escapar un fuerte gemido sintiendo como sus piernas temblaron mientras arqueaba la espalda llegando al clímax, por otra parte el joven artista seguía con sus movimientos satisfaciéndose a sí mismo, aunque poco después sintió el característico líquido tibio del tailandés inundarla en su interior.

— Ah~ espero que hayas entendido que eres solo mía.

~

—¿Y bien ? Que es eso tan importante que querían contarme? Ya saben algo acerca del susodicho ?

—Si y no te va a gustar...

🩸𝘗𝘴𝘺𝘤𝘩𝘰 ( 𝙏𝙚𝙣 _𝙣𝙘𝙩 +18 )🩸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora