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Levanté la vista al escuchar aquella voz, el artista estaba parado enfrente de mi con un semblante serio, cosa que de inmediato me puso nerviosa.

—¿Qué haces aquí? —pregunté de inmediato cuando vi sentarse enfrente de mi.

—Trabajamos juntos ahora. —sonrió sin enseñar los dientes.

Y tenía razón debo comportarme o me ganaré un pasaje directo a la calle.

—Vendré a buscarte cuando salgas del trabajo.

Y sin esperar respuesta se levantó y se fue dejándome completamente desconcertada, debe ser algún asunto de trabajo, pensé.

Pero jamás me imaginaría que esa misma noche conocería una de las muchas facetas del artista.

~

Después de su inesperada visita, yo me dediqué a leer y rellenar las exigencias de aquellos documentos, además de corregir algunos diseños durante todo el día.

Estaba completamente agotada y estaba decidida a ir directamente a mi casa para descansar, aunque al ver al atractivo pelinegro apoyado en su Lamborghini en la entrada de la empresa me auto golpeé mentalmente y sin más remedio me apresuré a salir junto a él.

—Vamos. —habló él abriendo la puerta del copiloto para que pudiera adentrarme en su coche.

Y así lo hice, sin embargo eso fue lo único que dijo ya que durante todo el camino ninguno de los dos hablo, aunque si hubieron miradas cruzadas por parte de ambos.

Después de un largo trayecto por fin habíamos llegado a su lujosa casa, me quedé un poco sorprendida cuando él se apresuró a salir del coche para abrirme la puerta del coche, aunque eso solo me puso aún más nerviosa.

—Después de ti. —sonrió amable.

Me adentro tímidamente por segunda vez a la casa del artista quien me seguía un paso más atrás.

—¿Puedo saber por qu...

Mis palabras se trabaron al sentir la cálida mano del joven hacerme cosquillas en el cuello.

—La ropa no es bienvenida en mi casa.

Me susurró en el oído para luego pasar sus manos a la cremallera de mi vestido rojo y bajarlo lentamente. Se me puso la piel de gallina por no hablar del vuelco que me dio el corazón.

Dios mío. ¿Esto está pasando de verdad?

Una vez logrado su cometido, dejó caer el vestido al suelo dejándome así semi-desnuda ante él quien me rodeó quedando a poca distancia enfrente de mi.

—Déjame verte. —pidió al ver cómo tenía los brazos cruzados tapando mis senos.

Levanté la mirada del suelo al oír aquello, observé esos oscuros ojos y sin saber el porqué solo bajé lentamente ambos brazos a los lados.

Él se relamió los labios al verme de esa forma, era como si estuviese viendo una hermosa escultura enfrente suyo, acercó su mano derecha hacia mi tomándome del cuello sin apretar para guiarme hacia el enorme sofá del salón.

Donde tomó asiento enfrente de mi y sin apartar la vista de mis ojos con ambas manos se deshizo de la única prenda de ropa que me quedaba.

Volvió a posar una de sus manos mi cuello, yo había empezado a temblar pero no de miedo sino de una emoción que ni yo sabía explicar de dónde había salido.

Con su agarre hizo que me sentara en su costoso y grande sofá negro, para posteriormente arrodillarse enfrente mío, bajó ambas manos hasta mis senos y los apretó ganándose un pequeño jadeo por parte de mi.

No he podido controlarme, él sonrió maliciosamente mientras paseaba mi cuerpo con ambas manos, era como ser tocada por la seda más costosa del mundo. Sus manos eran tan delicadas y suaves conmigo que no me quedo otra que cerrar lo ojos y suspirar por cada toque suyo.

Él apretó mis muslos y tomándolos fuertemente los separó dejando a la vista mi sexo.

Abrí los ojos solo para ver cómo relamió sus labios y se acercó lentamente hacia este, me tensé por completo al sentir sus suaves labios  haciéndome cosquillas cuando ha comenzado a dejar varios besos húmedos en mi zona íntima.

Me estremecí totalmente cuando percibí la traviesa lengua del artista jugar con mi clítoris haciendo que por acto reflejo quisiera cerrar las piernas los cuales seguían siendo fuertemente sostenidas a ambos lados por el joven artista.

Mi cuerpo se relajó cuando él por fin dejó de jugar conmigo.

Pero después de que el artista se limpiara los labios con la manga de su traje negro el cual se quitó antes de abalanzarse encima mío dejándome debajo de él para finalmente unir sus labios con los míos.

No era para nada delicado ni suave como con sus manos, este beso era completamente brusco y lleno de una pasión descontrolada.

Había desesperación por parte de ambos, incluso me sorprendí a mí misma muchas veces intentando acelerar los lomos vienen tos de ambos.

Mis temblorosas manos fueron acercándose hasta hacer contacto con la suave tela de la camisa negra del artista, con delicadeza desabotoné uno por uno todos los botones para después de quitárselo mandarlo al suelo de forma brusca.

Me quede un momento embelesada con la increíble vista del cuerpo que se cargaba y mientras yo paseaba las manos por la ancha espalda del joven, él se dedicó a apretar y masajear ambos senos sin apartar en ningún momento sus labios de los míos, hasta que la desesperación pudo con él.

Entonces llevó ambas manos al borde de su pantalón para deshacerse de su cinturón de forma brusca, bajó sus pantalones y sin más se adentró en mi en un solo movimiento obligándome a cubrir mi boca con ambas manos para ahogar el grito que pegué al sentir su inmenso y duro miembro hundirse dentro de mi.

—Quiero escucharte. —ordenó quitando ambas manos de mi boca para llevarlas sobre mi cabeza, aprisionándome.

Mientras que posaba la otra mano en mi cuello dejándome apenas un pequeño margen para respirar por culpa de las embestidas tan bóricas que daba el artista.

Entonces solo podía recordar como soltaba gruñidos y jadeos de placer cada vez que escuchaba un gemido por parte de mí.

Entonces desaceleró sus embestidas, aflojó su agarre en mi cuello y bajó sus besos hasta uno de mis senos para comenzar a morder y chupar mientras movía su cintura en un vaivén más lento y profundo.

Estaba poniéndome histérica, yo ya no sabía si estaba delirando o si me había muerto en algun momento.

Mis piernas comenzaron a temblar, mis ojos se viraron hacia atrás, sentía el clímax apunto de apoderarse de todo mi cuerpo, así que yo misma comencé a moverme más y más rápido ganándome una sonrisa por parte del artista quien por fin complació mis deseos moviéndose aún más rápido para hacerme tocar el cielo.

Mientras yo recuperaba el aliento el artista seguía con sus embestidas hasta que pude sentir como todo su líquido caliente se esparció dentro y fuera de mi.






















Ashsjsalsjjsjj señiora su hija está leyendo la bIbLiA

🩸𝘗𝘴𝘺𝘤𝘩𝘰 ( 𝙏𝙚𝙣 _𝙣𝙘𝙩 +18 )🩸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora