"El infierno es dónde nadie escucha tus gritos y el diablo es el verdugo que te somete por placer."
Jeon Jungkook es un multimillonario arrogante y posesivo conocido entre la gente como el diablo cruel y sin corazón por su mal carácter, pero nadie m...
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Un año después, año 2021.
—¿De verdad te vas a ir, hyung?
—Sí —asintió, —ya hice el traslado de mi compañía para Daegu. Aunque la sucursal central seguirá aquí en Seúl, yo trabajaré desde allá. Vendré una vez a la semana a supervisar...
—Te voy a extrañar demasiado.
—No seas mentiroso, te irás la próxima semana a vivir a Incheon. Además de que tendrás compañía...
—Ya lo sé, pero igual te voy a extrañar demasiado —lo abrazó —.
—Puedes ir a visitarme con tu novio cuando quieras —sonrió —.
—¿Cómo está mamá? ¿La viste la última vez que fuiste a Daegu?
—Sí, su hermana me dijo que estaba bien. Está tomando sus medicamentos y ha mejorado mucho últimamente.
—¡Qué alivio!
—¿Vendrás al cumpleaños de Dalmi y Taeyeon?
—Sí.
—Bien...Jimin-ah, tengo algo para ti...—sacó de la mochila una caja envuelta con papel de regalo —.
—¿Qué es? —preguntó curioso —.
—Un obsequio...—se lo entregó —.
—¿Para mí? —sonrió ansioso. —Gracias, Hyung...
Jimin abrió su regalo con una gran sonrisa en el rostro. Sus ojos se cristalizaron cuando vio el carro de madera que Jungkook había hecho para él cuando era pequeño.
—Esto...
—Me pediste que lo cuidara, y eso hice...
—¿Guardaste esto para mí por 16 años?
—Sí...—sonrió —.
—Pensé que papá lo había echado a la basura cuando nos mudamos de casa, pero tú...lo guardaste.
—Lo recuperé cuando fui a Daegu a buscar mis cosas después del accidente.
—Hyung... —lo miró y derramó un par de lágrimas —pensé que no me querías y que no te importaba en lo más mínimo, pero tú...—comenzó a llorar —guardaste mi auto todo este tiempo.
Jungkook sonrió y se acercó para abrazarlo.
—Siempre fuiste importante para mí, mochi. Tu hermano mayor te amó desde el primer día que llegaste al mundo. Recuerdo que solía dormir a tu lado casi todas las noches cuando eras un bebé. Llorabas demasiado y solo te calmabas con mi voz... —sonrió. —Fueron las únicas veces que papá me dejó hacerlo. Me hubiera gustado que nuestra historia fuera diferente...
