.Narración Tercera Persona.
Coruscant - 6 horas después
Lannister estaba caminando hacia la oficina del Emperador, cabizbaja, nunca había estado así antes. Había fallado en su misión, y era consciente de la advertencia que Palpatine le había dado luego de la misión de Lothal, "Que sea la última falla que cometes Lucio Lannister, por que no toleraré otra". No se andaba con rodeos, sus palabras eran serias, un rayo en el desierto. El pelirojo entró lentamente a la oficina del Emperador, solo para que la Guardia Roja de Palpatine le apuntasen con sus lanzas en la espalda de Lucio, lo obligaron a caminar y a arrodillarse ante la figura oscura, quien se giró estando en su asiento, con una mirada de odio nunca antes vista.
Emperador Palpatine: Me has fallado, Lucio Lannister. Te di una simple tarea, cuidar a la princesa Shia de Mon Calamari, y me fallaste de la peor manera posible.
Lucio: Lo se, lo lamento mucho, Emperador Palpatine.
Emperador Palpatine: ¡Te enfrentas a un ejército de piratas, luchas contra camaleones, asesinas a miles de rebeldes... y no eres capaz de proteger a una tonta niña de 13 años! ¿¡Sabes la perdida que esto significa?! —su voz se hizo grave, y lanzó una ola de rayos eléctricos hacia Lannister—
Lucio: ¡No volveré a fallar Emperador, se lo prometo! —gritó mientras sin dejar de arrodillarse, se sujetaba el estomago del dolor—
Emperador Palpatine: Ya me has dicho eso antes, rompiste tu propia promesa, has osado de mi confianza y de la tuya. Recibirás un castigo por tu fallo. —los rayos cesaron— Ya no eres el General Lannister, bajaré tu rango hasta el de un soldado raso. Que esto te sirva de lección antes de volver a traicionar mi confianza, te lo he advertido, esta vez he sido piadoso, si vuelves a hacerme esto, te asesinaré yo mismo. ¡Largo de aquí!
Lucio salió de la oficina del Emperador, ahora, solo era un soldado como todos. Eso significaba que todo el mundo podría insultarlo y él no podría tomar repercusiones por ello, fue un golpe bajo para su dignidad, al caminar por el antiguo templo jedi, los oficiales no tardaron en enterarse de la excelente noticia, Lucio ya no era tan temible, si llegaba a lastimar a algún superior, sería deportado como un insurgente y lo asesinarían. Lo único que podía hacer era simplemente soportar la humillación, y volver a hacer misiones suicidas para recuperar tanto su rango, como la confianza del Emperador, algo para nada sencillo.
Martio Batch: ¡Miren nada mas, el Soldado Lannister! —llamó uno de los 12 grandes Almirantes del Imperio, apuntándole con el dedo índice mientras reía—
Peccati Syn: Ya no eres un General. ¿O si, tontito? —dijo con emoción, sabía del castigo de Lucio—
Lucio no podía hacer nada, solo siguió caminando con la mirada hacia el suelo pero la cabeza recta, los 2 grandes almirantes no dejaron pasar esto. Se acercaron a él, Martio apoyó su brazo en el hombro del Sith mientras caminaba con egocentrismo.
Martio Batch: Así que, fallaste en cuidar a una princesita. Y luego dices que eres más efectivo que "pene quemado". Eres un hipócrita.
Peccati Syn: El gran e Infame Darth Vladd, ya solo es un cabo. —escupió hacia un lado— Ya no eres tan temible, eres un niñato, un idiota, y no puedes hacernos nada.
Martio Batch: Vamos Lannistercito, prueba que nos equivocamos, adelante, mátanos. ¡Haz algo maldita sea!
¿?: ¡Oigan, ustedes! —gritó una joven voz femenina quien se acercaba hacia los 3 sujetos, era Sabrina, no se notaba contenta— Déjenlo en paz, no tienen por qué insultarlo.
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Star Wars Lannister: La Historia Nunca Contada [Finalizada]
Science Fiction[Estado: Historia Finalizada] Muchos lo conocen por el nombre de Darth Vladd, una de las personas más temerarias, respetadas, y por supuesto, crueles de la galaxia. Su nombre real es Lucio Lannister, tal es su osadía, que es capaz de insultar a Dart...