Star Wars Lannister: La Historia Nunca Contada [Finalizada]

14. Intrusa

Coruscant - Palacio del Emperador - 2:57 p.m

El antiguo templo Jedi... ahora se ha convertido en el palacio personal del Emperador Galáctico, Sheev Palpatine. Él, como de costumbre, está sentado en su silla magnética, sus túnicas tan negras como la oscuridad son las encargadas de cubrir su deteriorado y viejo cuerpo. Mientras... tiene esa sonrisa siniestra plasmada en su rostro, como siempre la tuvo desde Senador, Canciller y ahora Emperador, esa misma sonrisa estuvo presente el día en el que Palpatine asesinó a su maestro Darth Plagueis, y pasó a convertirse en el "Señor Oscuro de los Sith". Ahora... con su aprendiz, el ex-jedi Anakin Skywalker ahora convertido en una máquina de matar. No hay quien se oponga al control Imperial, y si lo hacen... serán castigados con la muerte.

En los vastos pasillos del templo jedi, se dirige un chico pelirojo a la sala personal del Emperador, varios soldados intentan detenerlo, pero sus esfuerzos son en vano... puestos que son arrojados con facilidad debido al poder de la fuerza y la ira de Lucio, den gracias que no los asesina, simplemente los aparta o empuja, 4 guardias reales de armadura roja son los que custodian la entrada a la sala personal del Emperador, esa en la que los jedi "Kit Fisto", "Saesee Tiin", "Agen kolar" y "Mace Windu" murieron a manos del Señor Oscuro de los sith. Y fue también donde el jedi Anakin Skywalker, dejó de estar en la luz y decidió dejarse abrazar por la oscuridad y las proezas de Palpatine, adoptando un nuevo nombre. Darth Vader.

La compuerta se abrió, mostrando a Lucio con una cara de enojo notable, mientras los guardias reales intentaban detenerlo, el chico pelirojo entró a la sala, poco y nada le costó visualizar al Emperador Palpatine, allí sentado en su mítica silla... con una tranquilidad recurrente en él. Pero esa paz se vio afectada por la interrupción tan brusca que Darth Vladd había causado.

Lucio: ¡Explícame por qué hay otra mujer en mi legión! —dijo alzando levemente el dedo índice, caminando hacia el Emperador— Te lo dejé muy en claro el día en el que me otorgaste la legión Shadow. Nada de mujeres... dejé pasar a Sabrina solo porque dijiste que era una buena estratega. ¿¡Pero esto?! No aceptaré dos mujeres en mi legión, Palpatine.

Emperador Palpatine: —su silla giró 180º grados, mostrando que no tenía una sonrisa, si no una cara seria que generaría miedo en cualquiera— Creo... que esa no es la manera de hablarle a tu superior, Lannister.

Lucio: Mira... te dije que no quería mujeres en mi legión porque distraerían a los hombres, y generarían romances. Cosa que no quiero.... échala de mi legión, ahora.

Emperador Palpatine: ¿Y por qué no lo haces tú en persona?

Lucio: No se irá solo con que yo se lo diga...

Emperador Palparine: Delian Mors es muchas cosas, Lucio Lannister. Es una holgazana hedonista y nihilista. Pero nunca ha sido y nunca será... una traidora al Imperio. Es una persona muy leal.

Lucio: No me importa eso, quiero que se vaya de mi legión. Ahora —ordenó al Emperador—

Emperador Palpatine: ... Esto se hará así... te irás de mi oficina y del templo jedi ahora. Debes dirigirte a mí con respeto, soy el Emperador. Y tú... eres un simple General que trabaja para mí... si no te gusta, eres libre de irte, Lannister. Pero la legión Shadow será mía.... no vuelvas a dirigirte a mi... como acabas de hacerlo ahora. —ordenó el sith con un tono autoritario y amenazante— Si se vuelve a repetir esto... haré que me traigan tu cabeza, en una bandeja de oro, sin brillo.

Lucio ante la amenaza... solo pudo quedarse callado, quería seguir la discusión... pero él era el Emperador del Imperio Galáctico. No hubiera mucho que pudiera hacer, por ende, solo dio un bufido y decidió salir del gran salón. Ya saliendo del Templo Jedi, se cruzó con una chica que... comenzaría a ser familiar. Delian Mors.