Star Wars Lannister: La Historia Nunca Contada [Finalizada]

82. Varados

Lucio: ¡¡¡GHAAAA!!! 

Lannister gritó despertándose repentinamente de sus pesadillas, casi al instante de gritar se tapó la boca, él se encontraba sentado en su cama, no poseía prenda alguna, solo lo cubrían las sábanas. Su respiración era entrecortada, agitada y llena de estrés por la pesadilla reciente que había tenido. El reloj no funcionaba en el hiperespacio, pero intuía que había pasado un tiempo largo, el sudor caía de su frente y cuerpo, hacía calor, bastante calor, justificado por el hecho de que las estufas estaban encendidas, dejando en la habitación una temperatura cercana a los treinta y dos grados. Brenda no se despertó ante el grito, tampoco HK, quien se encontraba en modo de recarga de energía, y esto lo apagaba casi por completo, Lucio pensó que nadie le había escuchado, pero estaba sumamente equivocado... alguien sí notó su grito de desesperación para despertar del sufrimiento en el sueño.

Lucio cerró los ojos con fuerza durante varios segundos, era mucho estrés para intentar disipar, intentó pasarse ambas manos por la cara para relajar los músculos faciales, funcionando en un leve porcentaje. La respiración muy lentamente regresaba a la natural, pero nuevamente se agitó cuando sintió un tacto cálido en su espalda, sin camiseta, su origen parecía obvio pero Lucio se negaba a creer quien era. No quiso voltear, se quedó con una expresión de miedo leve mirando hacia adelante, sin moverse. Lizzy se había despertado debido al grito de su novio, y fue ella quien lo tocó para intentar relajarlo, fallando en el momento.

Lucio: ¿Ah? —no gritó, pero lo dijo fuerte asustándose, luego, se giró, para verla, ver a Lizzy lo tranquilizó un poco— Lizzy... —dijo exhalando un suspiro— Lo lamento... no quería despertarte...

Lizzy: ¿Estas bien? —preguntó preocupada, mientras desaceleraba los pulsos del corazón del Sith para intentar relajarlo, esta vez consiguiéndolo—

Lucio: Y-yo... —Lucio soltaba algunos jadeos lentos exhalando bastante aire— Solo fue otra pesadilla... no es nada.

Lizzy: ¿"Otra"? —preguntó ella— ¿Has tenido muchas pesadillas antes?

Lucio: Siempre las he tenido... —suspiró— Se detuvieron un tiempo cuando conocí a Jackson, pero ahora regresaron y con mucha más fuerza que antes... deseaba que no volvieran.

Lizzy: ¿Qué... soñaste? —preguntó acariciando la espalda de Lucio—

Lucio: ... Con mi... Maestro. —soltó en un suspiro nervioso—

Lizzy: ¿Tuviste una pesadilla con tu Maestro? ... ¿Él te las provoca? —preguntó, aunque ya supuso la respuesta que le daría—

Lucio: Fue quien las creó en primer lugar... yo tengo pesadillas, recordando mi entrenamiento... todo ese sufrimiento, todo ese... dolor... regresa con fuerza. Pero no es lo único con lo que sueño... no se acaba ahí.

Lizzy: ¿Qué más sueñas? 

Lucio: No es... muy claro. —dijo— Son como vidas pasadas, están relacionados a Kazardos el Ceniza... no me gusta... es demasiada oscuridad....

Lizzy: Ya... ya... tranquilo, estoy aquí. —dijo ella intentando calmar a su novio, regulando su respiración— Estás conmigo, estás a salvo.

Lucio: Yo jamás estoy a salvo, Lizzy... no mientras mi Maestro esté con vida...

Lucio cerró los ojos y se sostuvo la frente con la mano, la relajación mágica de Lizzy no era lo suficientemente potente como para dormirlo, el estrés continuaba aunque disminuía. Unas ligeras y sutiles lágrimas amenazaban con caer de sus ojos, y no pudo impedirlo... dato que no fue ignorado por la Togruta. Nuevamente la respiración de Lannister se hizo entrecortada para poder tomar aire y largarlo en un llanto disimulado.