117. Anuncio

26 0 0
                                    

.Narración en Tercera Persona.

Naboo - Una Semana Después

Una semana completa, siete días. Esta era la cantidad de tiempo que había pasado desde que, el trío de Lucio, Brenda y Lizzy se habían enfrentado a la Orden de los Caballeros Negros. Aquellos soles y lunas pasando a través del tiempo, habían sido algo tensos entre estas tres personas. En dicho lapso de tiempo, Lucio se había mostrado muchísimo más sobreprotector con su pareja, quien le recalcó esto sin problemas, aún así, Darth Vladd no podía siquiera concebir el hecho de que volvieran a tratar a la Togruta, de la manera en la que Ar'othan y sus Caballeros Negros lo habían hecho. No, no iba a permitirlo nunca más. Cuando amas tanto a una persona, eres capaz de incendiar hasta el universo con tal de que él o ella esté bien.

Nos encontramos en el Sangre Eterna, concretamente en el comedor pequeño que está unos metros antes de la cabina de control del vehículo estelar. Lucio Lannister, su hermana mayor Brenda Lannister y la pareja del pelirojo, Lizzy Stradlyn, se encontrarían allí almorzando, aunque, esta comida no tenía el mejor ambiente que digamos. Era callado, solo se lograba percibir auditivamente el sonido de las respiraciones de cada uno, el ruido de los cubiertos con la comida, y nada más. Naboo era callado, y más si estabas en un punto alejado de la ciudad. Pero en el Sangre Eterna, el silencio sólo se daba cuando la nave o estaba deshabitada, o si era de noche. Fuera de eso, habrían ruidos constantes.

La primera persona en querer quebrar el silencio, sorpresa, fue Lizzy. Ella durante la semana, había intentado convencer y/o persuadir a Lucio de ir a ayudar a los Rebeldes, al fin y al cabo. Eran unos potenciales aliados, si fueron los Fénix quienes salvaron al trío de morir ante los Caballeros Negros, ahora sería un momento idóneo para ofrecer la ayuda. Brenda prefirió mantenerse al margen de la guerra civil, ocasionalmente ayudando a ambos bandos de ser necesario. Lizzy tenía un corazón de oro, muy contrario al de su pareja, Darth Vladd. Quien nada quería tener que ver con los Rebeldes luego de esto, ciertamente, era por ellos que Lucio ya no pertenecía al Imperio, eso, y demás factores.

Lizzy: Estuve pensándolo... quizás si nos colocamos un apodo cómo: "Fulcrum", podríamos ayudarles. —sugirió Lizzy, y Lucio no contestó, solo continuó comiendoHay muchas formas en las que podemos ayudarlos, cielo.

Nuevamente, Vladd no mencionó palabra alguna, solo se escuchaba por su parte, el sonido de los cubiertos, y de como comía y bebía sus alimentos. Esta acción hizo que la Togruta Oscura comenzase a enfadarse.

Lizzy: Los Caballeros Negros aún siguen sueltos, Lucio... si no hacemos algo al respecto, muchos Rebeldes morirán. —pidió Stradlyn

Lucio: No es mi problema. —contestó Lucio, y dio un trago a su bebida

Lizzy: ¿Cómo puedes decir eso? —interrogó Lizzy, enfadada por la contestación y tono de su parejaEllos nos salvaron, les debemos la vida. 

Lucio: La deuda fue saldada. —dijo LucioEstamos a mano. Ahora come, no se habla más del tema.

Lizzy: ¿No te importa que mueran tus aliados? ¿Te quieres quedar solo en el mundo o qué?

Lucio no le contestó. Lizzy entonces... apretó los labios. Realmente estaba enfadada, y tanto fue así, que tomó su vaso con agua, y se lo arrojó en la cara a Lucio Lannister. Quien cerró los ojos, y proporcionó una mirada mezcla entre odio y calma.

Lizzy: ¡Eres un egoísta! —le gritó Lizzy, y Lucio comenzó a limpiarse la cara— 

Lucio: ... ¿Terminaste? —cuestionó, y continuó comiendo, sin decir másLo que les suceda a los Rebeldes a partir de hoy, no me importa una mierda.

Star Wars Lannister: La Historia Nunca Contada [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora