Star Wars Lannister: La Historia Nunca Contada [Finalizada]

7. Audiencia.

Randerheimm – Hogar temporal, 9:30 a.m

El amanecer se asomaba tímidamente por el planeta, la luz del sol se asomaba tímidamente en aquel hogar humilde, apareciendo más por el cuarto de Sabrina, despertándola de su sueño. HK-50 se encendió para comenzar a caminar hacia el cuarto de su amo, Lucio por mientras sigue dormido, tiene o bueno... por lo general suele tener el sueño pesado.

HK-50: Amo, Lucio, despierte. El sol está saliendo, son las 9:30 de la mañana. La temperatura es de 26° grados estándar, el pronóstico de hoy será soleado todo el día.

Lucio: —tapándose los ojos con su brazo derecho para impedir el paso de luz— Dame 20 minutos más...

HK-50: Me dijo que lo despertara a esta hora... no se queje y levántese Amo Lannister. —ordenó el droide carmín—

Lucio, con bastante pesadez se sentó en la cama, estaba sin camiseta y con unos shorts ni muy largos ni muy cortos, se pasó ambas manos por la cara para relajar los músculos faciales. Al terminar dicha acción, sus ojos se posaron en la bella Sabrina, sus habitaciones estaban enfrentadas. El sith veía como la castaña se colocaba un sostén blanco con un poco de dificultad, la comandante al terminar de colocarse eso, se giró 180 grados, solo para ver que su General le miraba; ella cambió su expresión a una seria y cerró la puerta de manera fuerte y agresiva. Mientras el chico de los orbes morados/lila dejaba escapar una leve risa en voz baja. HK procedió a retirarse del cuarto de su amo para hacer la guardia.

Unos pocos minutos después, Sabrina estaba en la cocina viendo que poder hacer de desayuno, había objetos y frutas muy extrañas, comenzó tomando lo que parecía ser una manzana de una pigmentación azul. La cortó en pequeños gajos no muy grandes, procedió a tomar una olla grande y una mediana, lo siguiente fue encender un fuego con unos fósforos que ella solía tener en su uniforme de oficial, colocó agua en dicha olla... ahora toca esperar a que el agua hirviera. Mientras eso sucedía, Lucio estaba vistiéndose, arreglándose el cabello y preparando un tema de conversación para tener con Sabrina, lo último que quería era discutir con una comandante que NO solicitó. En ese momento, la puerta de la casa en la que habitaban estos 2 protagonistas fue tocada por una chica rubia con rasgos nekomatas y ropas medievales, el droide asesino abrió la puerta para encontrarse con-...

Helena: Hola, señor de metal. —saludó de manera alegre con los ojos cerrados e inclinando un poco la cabeza— ¿Está Lucio despierto?

HK-50: Buenos días, princesa Helena, le agradecería que me llamase por mi nombre real, HK-50. El amo Lannister se encuentra despierto, pero no desea ver a nadie de momento.

Helena: ¿Qué eres exactamente, HK-50? —preguntó con interés hacia el droide—

HK-50: Sun droide asesino. Es mi función principal hacer agujeros en bolsas de carne que mi maestro desee eliminar de la galaxia... Maestro. Oh... —soltó un suspiro— Cómo odio ese término.

Helena: Vaya... debe ser divertido ¿No? —preguntó de manera inocente como si realmente fuese una niña a pesar de tener 16 años—

HK-50: Es increíblemente asombroso, ver como el disparo de un bláster atraviesa sin dificultad la carne humana y deja cicatrizando la herida... eso es una lástima. Adoro ver la sangre correr.

Helena: ¿Puedes enseñarme algún día a hacer eso? —preguntó super emocionada con estrellas en los ojos—

Lucio: HK, deja de manifestar tu ideología y deja pasar a la señorita. Santas estrellas...

HK se apartó para que la princesa de los Gatinnhaki pudiera entrar en la casa, ella miró con todo lujo de detalles al chico pelirojo, realmente era un amor no correspondido a primera vista, Lucio le restaba importancia a que Helena le mirase. Pasaron otros minutos en lo que la comida estaba intentando hacerse. Quedó un jugo de manzana de color azul rojizo, un café verde y unas especies de galletas, pero marrones... sinceramente, había cosas mejores, pero por lo menos eso servía. Ya estando los 4 en la mesa, comenzó la charla.