Capítulo 8

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Alexander

Eran pasadas las tres de la madrugada y Nika no había llegado a casa, la había llamado durante toda la noche y su teléfono estaba apagado. No la seguí cuando salió del despacho porque sabía que iba a ponerse peor pero no pensé que desaparecería de esta manera, estaba asustado y me sentía como una mierda por verla tan destrozada como la vi y todo por mi maldita culpa por pensar con la verga.

Me contuve todo lo que pude pero esa mujer me estaba volviendo loco con sus caricias y besos, no sé en qué momento me dejé llevar y todo se fue al carajo.

Mi mente se ve al momento que estaba en la oficina con ella.

Inicio del flashback

Estaba recogiendo los documentos que habíamos estado revisando durante todo la tarde y ya todo estaba listo para lanzar la campaña de marketing de nuestro edificio de apartamentos, uno de los más lujosos que habíamos hecho.

-Estoy ansiosa por ver el fruto de nuestro trabajo y celebrarlo cómo se debe. -dijo mirándome a los ojos.

Son ideas mías o la señorita Jonhson me está coqueteando.

-Tiene toda la razón, tenemos un gran equipo y hay que compensarlo por todo el trabajo realizado.

Se levantó de su asiento y caminó lentamente hasta colocarse a mi lado sentándose en mi escritorio de un salto y al hacerlo su falda se subió un poco pero al cruzar las piernas me dejó una encantadora vista de sus muslos desnudos.

-¿Qué te parece si vamos a cenar aprovechando que ya terminamos? -me dijo viéndome de arriba abajo con ganas de comerme, podía verlo en sus ojos y me lo confirmó al morderse el labio inferior con ganas.

-¿Ahora me tuteas?. -le pregunto.

Sonreí extrañado.

-Bueno ya terminamos de trabajar y ya a estas horas no eres mi jefe, así que sí, te estoy tuteando. ¿Qué me dices? Vamos por ahí y comemos algo rico, después podemos ir a tomar algo para relajarnos o hacer lo que tú quieras. -habló mirándome fijamente.

Confirmado, esa mujer me estaba coqueteando y no solo eso, quería que me la cogiera también. Era hermosa, no podía negarlo y esas tetas me estaban volviendo loco desde que la había visto en la entrevista.

-No puedo, tengo que irme. -le respondí serio.

Se movió en el escritorio hasta quedar frente a frente y se inclinó hacia mí, eso dejaba sus tetas casi en mi cara. Me puse duro al ver eso y la boca se me hizo agua, no podía seguir allí así que me levanté.

-Bueno si no quieres ir por ahí, podemos pedir algo rápido para comer. 

La forma como dijo la palabra rápido encendió mis alarmas, soy hombre y me estaba costando no saltarme encima para cogermela aunque eso era lo que ella quería.

-¿Quieres?- levantó una ceja de forma provocadora al decirlo.

Estaba demasiado excitado como para pensar en otra cosa que no fuera enterrarme dentro de ella y al tocarme la entrepierna sabía que no había vuelta atrás.

-Ven aquí. -ella sonrió triunfal y la tomé de la nuca para besarla y le metí la lengua cuando abrió la boca empezando a responder mi beso. Le apreté el culo subiendo su falda en el proceso a la vez que ella me sacaba la camisa y la abría. Toqué por encima de sus bragas y estaba muy húmeda, solté mi cinturón y abrí mi bragueta ella metió su mano para tocarme la polla aunque la acariciaba de manera suave y yo soy un poco más rudo en esos asuntos. 

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