Infieles

Epílogo

Domenika

15 meses después

La alarma suena y quiero apagarla para seguir durmiendo, tengo tres hijos pero levantarme tarde está en mi ADN así como en el de mi hija, somos las últimas en levantarnos los fines de semana mientras que mi marido, Axel y Lexa se levantan muy temprano.

Hoy es el primer día de escuela de los mellizos y estoy entusiasmada aunque también me siento un poco triste porque mis bebés están creciendo muy rápido, me pongo nostálgica recordando que hace poco mi esposo sostenía mi mano con fuerza mientras pujaba para tenerlos y hoy ya van a la escuela. Miro a mi lado a la invasora en nuestra cama abrazando a su padre como si se lo fueran a quitar pero sonrío porque ambos duermen de la misma manera y se ven hermosos, mi pequeña Lexa es el vivo retrato de su papá y a ella le encanta, es muy apegada a Lex y me atrevería a decir que hasta un poco posesiva en ocasiones pero a él le encanta que sea así, nuestros hijos lo adoran aunque a veces se sienta celoso porque Ax pase tiempo con Karol y mis padres o Danielle con su papá Dan pero para ellos su padre es como su héroe y eso me hace sentir orgullosa de haberlo escogido como pareja.

Cuando me voy a levantar, siento una manito en mi brazo.

-Mamãe. -dice mi pequeña.

-Buenos días bebé, ven aquí.

Se me viene encima y me abraza por un rato mientras acaricio su bonito cabello negro hasta que empieza a buscar lo que quiere así que me coloco de lado cuando me saca un seno y se lo lleva a la boca. Acaricio su mejilla gordita y suave mientras me abraza para que no me aleje, cuando termina sonríe mostrando sus dos dientes.

-Mi bebé preciosa, ¿Le das un besito a mami? -pregunto abrazándola de nuevo.

Me llena de besos babosos que me hacen reír y ahora soy yo la que le doy besos.

-¿Sem beijos para o papai? -pregunta mi marido mirándonos y a mi pequeña le brillan los ojitos al ver a su padre.

(¿Sem beijos para o papai?: ¿No hay besos para papá?)

-¡Papai! -dice con su vocecita alegre y se le lanza encima caerle a besos.

Cualquiera que la ve dice que no lo ha visto en días pero lo cierto es que se la pasa pegada a él y hasta duerme con nosotros, aunque cada vez que son menos las veces que amanece aquí ya que le decoramos su cuarto con sus muñecos favoritos y quedó encantada, también le dejamos un lugar especial en la cama para bananín y fresita, que fueron regalos especiales de sus hermanos.

-¿Cómo está mi bebé preciosa? -le pregunta dejándola sobre su pecho- ¿Ya tienes la pancita llena?.

-Ti, mamãe llenó. -le responde ella a su manera tocándose la panza.

-Qué bueno, mami se merece un beso. -voltea a verme- Buenos días nena.

Me da un beso en los labios.

-Buenos días cielo, ¿Dormiste bien?. -le pregunto porque Alexa duerme horrible y nos levantamos adoloridos la veces que ella duerme con nosotros.

-Todo lo bien que se puede dormír teniendo a esta cosita aquí, ¿Verdad?. -pregunta haciéndole cosquillas a nuestra hija que ríe a carcajadas hasta que la deja de nuevo sobre su pecho mientras ella juega con una de sus manos- ¿Preparada para el gran día?.

-Sí. -suelto un suspiro- No puedo creer que nuestros invasores a partir de hoy vayan a la escuela. Están creciendo tan rápido nuestros bebés.

Me acerco a él y lo abrazo a la vez que él hace lo mismo conmigo incluyendo a nuestra pequeña que no le gusta quedarse por fuera y así nos quedamos por un rato hasta que debo ir a ducharme para poder despertar a los niños, aunque Axel ya debe estar despierto pero Nielle es otra historia.