Capítulo 47

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Domenika

No puedo dejar de pensar en Alex y nuestro encuentro de anoche, fue tan intenso y excitante, me molestó mucho cuando Jan nos interrumpió pero ella tenía razón porque de no llegar en ese momento yo no fuese detenido a Alex porque estaba tan absorta en nuestro beso, el tocándome y yo sintiéndolo muy cerca de mí cómo tanto me gusta.

Me sentí tan viva entre sus brazos, que no quería alejarme de él. 

Pongo la almohada en mi cara mientras pataleo el colchón como niña chiquita por la emoción.

Santo cielo, sigo amando a ese hombre tanto o más que antes.

Por mucho que me guste recordar mi mi momento con Alex debo levantarme porque pasaré el día en casa de mis padres, mi hermano con su familia también estarán allí, me emociona muchísimo ver a mi pequeña Anne, ya que no la veo desde que Karol la dejo conmigo el fin de semana e hicimos una pijamada hasta 8 de la noche, pues claro se durmió temprano después de gastar sus energías haciendo travesuras en mi casa corriendo a todos lados porque hace unos 3 meses aprendió a caminar, Karol lloró como nena mientras que Sophie y yo nos burlamos de él hasta que el abuelo nos reprendió después de dejar salir sus lagrimones también y mamá y papá felices.

Jan irá conmigo porque hace tiempo que ella no visita a mí familia y el abuelo la llamó preguntando si lo había olvidado. Eso me recuerda que debo ir a despertarla cuando de repente escucho la puerta abrirse y veo a mi amiga recién levantada caminar hacia la cama en modo zombie y tirándose a mi lado con los ojos cerrados.

-Buenos días. -dice con la voz un poco ronca- Siento que me va a explotar la cabeza.

-¿En serio? Lo que bebiste anoche era vodka no agua pero parecías no notarlo.

Después de salir del club nos vinimos a casa y Jan sacó una botella de vodka de entre las cosas que trajo y bebió como si no hubiera mañana, yo también lo hice pero no como ella.

-Me sentía malita en la madrugada y no estuviste pendiente de mí. -refunfuña en mi contra como si yo le dije que bebiera como si fuera a desaparecer el alcohol.

-¿Y yo te mandé a beber como loca? Tenías que haber dormido acá conmigo y así no hubieras estado sola al ponerte malita. 

-¡Qué asco! No iba a dormir aquí donde has follado con Alex tantas veces. -dice con una mueca en el rostro.

-Levántate de mi cama entonces. No entiendo qué haces aquí acostada. -hablo empujándola para que se baje.

-¡Dejame estúpida, me vas a hacer caer! -grita empujándome también- Además es solo un rato y no pasa nada.

-¿Y que te hace pensar que no cogimos en la habitación donde dormiste? Hemos profanado todos los rincones de esta casa. -le restriego en la cara y se levanta rápido lo que me hace reír.

-¡Puercos! -grita saliendo de mi habitación.

-¡Mira quién habla! -le respondo riendo.

Rato después salgo de la ducha y voy a la cocina encontrando mi desayuno favorito.

-Jan pediste el desayuno, gracias. -agradezco sentándome en la mesa.

-No fui yo, te lo enviaron. -responde señalando la tarjeta frente a mí que no había visto y sentándose a mi lado con una taza de café en la mano.

Miro de nuevo el croissant de chocolate con un latte de vainilla y agarro la nota.

"Buenos días Borboleta hermosa

Disfruta tu rico desayuno, nos vemos pronto. Te amo.

Tu carioca guapo."

Una sonrisa tonta se forma en mis labios al leer la tarjeta, alegrandome el día con su bonito detalle.

InfielesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora