-Aquí hace frío y llueve. Quiero estar en un sitio donde haga calor...para verte en bikini.
-¿Dónde?
Zayn no contestó, se dio la vuelta y se dirigió a la villa con su guardaespaldas. Ella lo miró consternada. ¿Qué podría haber producido ese cambio tan drástico en él? Luego, cuando pensó que ya no podría oírla, exclamó:
-¡Es tonto si piensa que me voy a quedar en bikini delante de él!
Al caer la tarde, el jet privado de Zayn Malik había tomado tierra en una isla de aguas azules y cristalinas del océano Índico, con unas hermosas playas de arena blanca, flanqueadas por esbeltas palmeras que se mecían al soplo de la cálida brisa tropical.
-¿Dónde estamos? -preguntó _____ cuándo se bajaron del todoterreno.
-En las Maldivas -respondió él escuetamente.
-¿Cuántas islas tienes?
-Esta isla no es mía -replicó él tras soltar una carcajada-. Estamos en una zona residencial propiedad de un amigo, Nikos Stavrakis. Nos ha dejado el chalé con un ama de llaves para nuestro servicio exclusivo. Los guardaespaldas se quedarán a la entrada del complejo.
Zayn tomó de la mano a _____ y la acompañó hasta un pequeño chalé amarillo construido en medio de una solitaria playa privada. En el interior del salón principal, había un ventilador colgado de un techo de madera. A través de las ventanas, se podía ver una piscina privada y una amplia terraza que daba a la playa de arena blanca y aguas azules, rodeada de palmeras.
_____ había oído hablar de los complejos turísticos de Stavrakis. Hoteles de lujo para millonarios, de ésos que se ven en las revistas del corazón, y que por supuesto estaban fuera del alcance de una persona corriente como ella .Echó un vistazo al chalé. A pesar de parecer más bien una cabaña, debía costar más de diez mil dólares la noche por lo menos. E iba a estar a solas allí con él. Volvió a mirar a Zayn, y de repente la cabaña le pareció aún más pequeña.
-No hay televisión -dijo él-. Pero no creo que la echemos de menos.-
-¿Por qué no? -dijo ella pasándose la lengua por los labios-. ¿Qué vamos a hacer?
-Tienes a tu disposición una buena selección de libros y revistas. El ama de llaves nos preparará las comidas, hará la limpieza y estará en todo momento a tu disposición. No tienes nada que hacer más que sentarte en la playa a tomar el sol.
-En otras palabras, no puedo salir -dijo ella frunciendo el ceño.
-No tienes ninguna necesidad de hacerlo.
Eso significaba que no podría hacer una escapada al pueblo para buscar un cibercafé o una cabina telefónica para ponerse en contacto con su familia. Miró a su alrededor. No había siquiera un teléfono y mucho menos un ordenador con un módem conectado a internet.
-¿Te gusta la casa? -le preguntó él.
-Claro que sí. Es preciosa... para ser una prisión.
-Si quieres verlo de esa manera...
-¿De qué otra manera podría verlo?
-Como unas vacaciones -dijo él con una sonrisa, mirándola de arriba abajo-. Por desgracia, no tuvimos tiempo de hacer el equipaje en Grecia, pero te he conseguido aquí un nuevo vestuario.
Entraron en el dormitorio y abrió la puerta del armario. _____ vio que había una buena colección de bikinis y varios pareos y otras prendas de algodón fino o de gasa transparente. Eso era todo. No había más.
-¿Dónde está lo demás? -dijo ella poniendo los brazos en jarras y con el ceño fruncido.
-¡Oh! Me temo que no hay más que bikinis -contestó él con un gesto de inocencia. Pero eso no era lo peor. Cuando _____ miró más detenidamente en el interior del armario, vio que había pantalones cortos y camisetas de hombre.
-¿Por qué está tu ropa en mi armario?
Él se acercó a ella lo suficiente para que, sin llegar a tocarla, pudiera sentir el calor de su cuerpo.
-Ésta es una cabaña pensada para lunas de miel. Sólo tiene un dormitorio... y una cama.
-¡Lunas de miel! -acertó a decir ella finalmente-Entonces yo dormiré en el sofá.
-No, dormirás en la cama -dijo él mirándola fijamente.
-Eso tampoco sería justo -dijo ella confiando en la promesa que le había hecho de no tocarla-. Supongo que podríamos compartir...
