Su voz pareció apagarse de repente como estrangulada. _____ se dio la vuelta lentamente sobre la mesa y vio el milagro. Zayn le tenía agarrado por la garganta con las dos manos.
-Disfrutas haciendo daño a las mujeres a las que dices amar, ¿verdad? -le dijo Zayn, con ira contenida- Debería matarte.
-No, por favor -suplicó él- No.
Zayn, asqueado de su cobardía, le dio un puñetazo en la cara y lo tiró al suelo.
-¡Zayn! -exclamó _____ llorando.
Él se acercó a ella y la estrechó tiernamente en sus brazos.
-¡_____! ¡Oh, _____! -dijo él suspirando-¿Te ha hecho daño? ¡Dios mío! ¡Dime que he llegado a tiempo!
-No, no me ha hecho nada-dijo ella tocándole la cara con las manos como si aún no diera crédito a sus ojos-Zayn, estás aquí...
-_____, tengo que decirte algo. Yo-Lars se levantó del suelo, abrió la puerta y echó a correr por el bosque entre la nieve. Zayn intentó perseguirlo, pero _____ lo detuvo agarrándole de la mano.
-No, por favor. Quédate conmigo.
-Claro. Estás helada -dijo estrechándola contra su pecho-Tienes que entrar en calor.
_____ lo miró. Ya no sentía frío, sino una alegría inmensa en el corazón.
-Rompiste tu promesa-dijo ella, aturdida- Y viniste a buscarme.
-Sí, estoy contigo-se apartó suavemente de ella y la miró con sus ojos miel-Perdóname.
-¿Perdonarte? -ella se echó a reír, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas- ¿Por salvarme la vida? Está bien, por esta vez, te perdonaré.
-Siempre me he sentido orgulloso de haber mantenido mi palabra por encima de todo -respondió él muy serio- Pero hoy me he dado cuenta de que el honor no significa nada sin amor. Sin ti. Te amo, ____ -le dijo mirándola fijamente-Dime que no es demasiado tarde. Dime que aún tengo otra oportunidad de volver contigo. Te amo. Te amo tanto...
_____ sintió aquellas palabras clavarse en su corazón. Había deseado oírlas toda su vida.
-Yo nunca dejé de amarte -susurró ella acariciándole la cara- Y te amaré eternamente.
-Cásate conmigo, _____ -le pidió él con la emoción dibujada en los ojos.
Ella, con un nudo en la garganta, incapaz de articular palabra, asintió con la cabeza mientras un mar de lágrimas resbalaba por sus mejillas. Él contuvo la respiración. Luego inclinó la cabeza y, antes de besarla, le dijo al oído:
-Tú eres mi familia. Mi esposa. Mi amor. Tú eres... mi promesa.
