Dos meses después, en una radiante mañana de primavera, _____ salió de una capilla blanca, del brazo de su marido.
-Ha dejado de llover -dijo Zayn sorprendido- ¿Es esto el sol?
-No sabría decirte. Todos los días me parecen soleados cuando estoy contigo.
Él la acarició con la mirada. Luego le tomó la mano izquierda y se la llevó a los labios. Los familiares y amigos los vitorearon a la salida y les arrojaron pétalos de flores mientras se dirigían al coche que les estaba esperando para llevarlos al aeropuerto. No tenían tiempo de asistir a la fiesta de celebración de su propia boda. _____ apoyó la mano en el brazo de Zayn y suspiró con gesto de tristeza.
-Siento que sólo podamos pasar dos días en México y que nos tengamos que perder la fiesta.
-_____ -le dijo él tomándole las manos-Una boda es sólo un día. Tenemos toda la vida por delante para celebrar juntos nuestro amor.
-Te prometo que en cuanto esté en marcha la fábrica Candy Linden -dijo ella- te llevaré a algún lugar romántico y nos pasaremos allí un mes entero.
-¡Ay! ¡Mi querida esposa! ¡Mi magnate de los negocios! -dijo él bromeando- Me parece que voy a tener que espabilar si quiero estar a tu altura.
En los dos últimos meses, _____ había reconstruido y reformado la antigua fábrica, instalando una maquinaria mucho más moderna y contratando a la mayor parte de la antigua plantilla de empleados.
-Si me necesitas para algo, me encontrarás en el campo de golf - le había dicho su padre sonriendo- Me siento orgulloso de ti, _____.Al final lo has conseguido.
_____ se proponía conseguir la distribución nacional de sus clásicos caramelos masticables, pero también quería crear un nuevo estilo más adaptado a los tiempos. Estaba verdaderamente ilusionada con aquella fábrica. Junto al viejo Ford de 1930, cubierto de flores, Zayn la tomó en brazos. Con todo el pueblo mirándoles, él la besó apasionadamente y la abrazó con tanto ardor, que ella se sorprendió de que no saliese ardiendo el vestido de novia que le había dejado su madre para la ocasión. Hubo risas y bromas por parte de sus hermanos y de algún que otro amigo que la hicieron sonrojar. _____ se acercó luego a saludar a Laetitia, que estaba mirándoles muy sonriente en una silla de ruedas. Seguía un programa de rehabilitación y mejoraba día a día. Recientemente había logrado ya dar sus primeros pasos. Los médicos tenían fe en su pronta recuperación.
Lars Växborg, sin embargo, no había tenido tanta suerte. Al parecer, se había perdido en el bosque helado y lleno de nieve, cercano al lago Tahoe , y no se le había vuelto a ver hasta que se había encontrado su cuerpo tras el deshielo de primavera. _____ casi lamentó su trágico final.
-¡Lanza el ramo! -le dijo gritando una de sus viejas amigas del instituto-Tíralo por aquí, _____.
Se dio la vuelta y arrojó hacia atrás el ramo de novia con todas sus fuerzas. Luego se giró y vio sorprendida que había sido su hermano menor Tom, célebre jugador de fútbol de la ciudad, el que lo había recogido instintivamente y lo estaba mirando ahora horrorizado. _____ se echó a reír a carcajadas hasta que Zayn la tomó del brazo para llevarla al coche.
-Ojalá pudiéramos quedarnos a la fiesta.
-A mí lo que me gustaría es que estuviésemos ya en nuestra luna de miel -replicó él- Estoy deseando verte con aquel bikini.
-No sé de qué bikini me hablas -dijo ella mirándole de reojo- He engordado casi cuatro kilos desde la última vez que estuvimos en México.
-Sí, pero en los lugares adecuados. Estoy loco por ti -dijo besándola de nuevo-Olvídate de la playa. Nos pasaremos todo el día en la habitación bebiendo margaritas y...
-No puedo -dijo ella.
-¿Champán, entonces?
-Tampoco puedo-dijo ella sonriendo pícaramente-Estoy embarazada.
-¿Que estás qué?
-Vas a ser padre -le dijo ella radiante de alegría, y él se quedó boquiabierto, incapaz de hablar - Ya sé que acordamos esperar a que la fábrica estuviera a pleno rendimiento, pero... Ha sucedido así. ¿Te parece bien? Quiero decir, ¿te importa?
-¿Que si me importa? -exclamó él, lleno de júbilo.
Loco de alegría la levantó en brazos, y se puso a dar vueltas y más vueltas con ella frente a la capilla, hasta que sus zapatos blancos salieron disparados por el aire.
Su alegría contagió a los pájaros, que rompieron a cantar, volando a su alrededor. Y cuando se entregó al abrazo apasionado de su marido, comprendió lo que de verdad sentían.
Eso era el cuento de hadas. Era el amor verdadero. La promesa que nunca podría romperse.