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" Mi corazón era oscuro, pero el de ella... el de ella brillaba incluso en la oscuridad."

Alexander Ivanoov

— Espalda derecha, cabeza arriba, hombros relajados.— una sonrisa crece en mis labios mientras veo a mi madre golpear con suavidad el cuerpo de Morgan mientras le dice que hacer.

Morgan solo la obedece sin retirar su mirada de un punto ciego, punto ciego que soy yo.

— Debes relajar los hombros.— mi madre le entrega unas flores falsas que Morgan toma para suspirar y verme.

Su mirada era de puro cansancio y dolor, puedo ver su piel roja por los golpes que mi madre le daba que a pesar de ser suaves y llenos de cariño, dejaba a entender que la piel de Morgan era demasiado sensible.

Mi madre mira con detenimiento a Morgan para suspirar y decir que más tarde practicarán el baile, yo solo termino de beber mi vodka para poder levantarme y acercarme a una Morgan que quita sus tacones y deja aún lado para poder respirar hondo.

Tomo su mano y su cintura para pegarla a mi, su cuerpo se tensa al instante mientras que yo disfruto del toque de su suave piel contra mis dedos, su mano toma la mía mientras que toma mi hombro con suavidad, sus ojos temen a verme a los ojos por lo que sonrió.

- Debes verme a los ojos, Princesa.- digo, ella aleja su rostro al sentir el aroma de licor y cigarro de mi, yo solo la hago dar un pequeño brinco sosteniendola de la cintura, sus manos se aferran a mi cuello mientras que yo solo vuelvo a hacerla brincar escuchando su grito.

La sostengo de mejor forma, con un poco de cuidado la dejo sobre mi cabeza para ver como se sostiene de nada, mi agarre es firme mientras que yo disfruto de su rostro que empieza a relajarse a medida que pasa tiempo arriba. En cuanto me canso de cargarla, la bajo con bastante fuerza haciendo que ella se agarre de mi cuello y provoque que ambos caigamos al suelo.

Hago una mueca cuando noto que ella resivio todo el peso de los dos, la veo mirar al techo con una sonrisa que se transforma en risa. La observo por unos segundos mientras pongo mi mano aun lado de su cintura para mirarla desde arriba.

Su rostro es de pura libertad, eso me hace preguntar si era infeliz aquí.

— Te encuentras bien? Fue un golpe muy duro. — digo para levantarme y ayudarla a levantar, ella se vuelve a aferrar a mis hombros para mirarme con detenimiento. Su mirada va a cada parte de mi rostro, un sentimiento extraño crece en mi en cuanto noto que se detiene y acerca a mis labios.

— Gracias por eso...— murmura, sus labios rozan los míos con cuidado, yo solo doy el último paso para poder besarla, la practica con la que me besa me deja un poco sorprendido, ya lo había hecho antes.

Me alejo de ella notando como sus ojos aún permanecen cerrados hasta que se ve obligada a abrirlos por mi risa.

— Parece que alguien se va a divertir en la luna de miel.— digo notando como sus uñas estaban clavadas en mis muñecas, ella las aleja rápido sintiéndose culpable mientras que yo me alejo de ella yendo hacia mi despacho, puedo escuchar como me llama con un tono de disculpa pero yo solo llego hasta mi despacho abriendo las puertas.

Miro el cabello recortado de Ágata intentando no reír, tomo asiento enfrente de ella solo para verla con seriedad.

— De ahora en adelante, Morgan es mi mujer oficial, cualquier idea que tuvieras de que tu ibas a ser la mujer oficial o lo que se te ocurriera, déjame decirte que no pasará.— espetó, ella me mira serio mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

— Quién diría que, el gran rey de Rusia, el gran Alexander Ivanoov, se iba a interesar en una chica.— su tono de voz es de pura amargura que me deja saber, solo hará peor las cosas.

Dejo que se vaya para ver a mis guardias entrar, me levanto de mi silla para ver como me dejan un sobre, lo tomo con curiosidad viendo varias fotos de videos de cámara, en una puedo ver a Morgan con un chico, entrando y saliendo de la habitación.

Sonrió al ver la hora.

Solo unos minutos de diferencia

— Quién es?— pregunto señalando al hombre, mi guardaespaldas mira la foto.

— Es el señor Vicent, su padre es un Duque y el está por heredar la mafia de su padre. No es tan conocido pero se conoce por ser bueno en las apuestas.— dice, yo solo sigo pasando las fotos notando a Morgan pintando, tal vez si le compro cosas de pintura se sienta mejor.

— Corran el rumor de mi boda, que todos sepan que ahora, Morgan es la señora Ivanoov. — digo, ellos asienten mientras que yo tiro las fotos al fuego para poder seguir viendo a la nada.

Ahora eres una reina.

Mi reina.

Casada con el Diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora