Aviso +18
" Una puerta se cerró detrás de mi y otra se abrió dejando pasar el deseo."
- Segura que no lo quieres?- asiento, veo como toma el vaso enfrente de mi de poco en poco mientras que me mira directo a los ojos.
- Vicent... ya déjame ir.- pido, el solo sonríe para terminar de beber y levantarse. Una gran ira crece en sus ojos en cuanto nota el anillo en mi dedo, cierro mis ojos ante como tira el vaso aun lado. Los vuelvo a abrir para notar como me señala mientras me mira.
- Te casaste con él, teniendo tres amantes y conmigo no?- pregunta, yo solo chasqueo.
Touche.
- Querías que fuera tu amante, ahora soy su esposa.- digo ganando que se enoje más y grite. Yo solo miro la habitación, solo había un guardia, no había puerta y la ventana daba a que no estábamos tan altos. Tirarse no doloreria tanto como tener que escucharlo.
Puedo escuchar como sigue discutiendo, yo solo miro al guardia que nota que lo miro haciéndolo poner nervioso. Siento como Vicent jala mi cabello con fuerza obligándome a mirarlo, la mitad de la ira en sus ojos no era por la idea de mi casamiento si no por que era Alexander.
- Soy la esposa de Alexander Ivanoov, un puto rey que si se entera de lo que haces ahora mismo, cortara tu maldita mano.- digo, el solo sonríe de lado para soltar su agarre en mi cabello. Mi pecho late con fuerza en el momento exacto en donde el agarra mi cuello para apretarlo.
- Crees que le tengo miedo a Alexander? Es un rey sin palabra que todos solo le temen por que es el protegido de todos. Es un rey sin reino, sin pueblo, sin votos, sin nada. A puesto a que su madre aún no sabe que eres una mujer en espera, como crees que reaccione ante eso?- pregunta, yo solo sonrió justo cuando un ruido de metal se escucha.
El agarre de Vicent se va soltando mientras deja ver a Alexander detrás de él, la forma en la que sostiene el arma es firme y segura mientras que yo me levanto para correr detrás de él.
- Te dije que usaras tu navaja.- me regaña, yo solo tomo su mano con suavidad mientras Vicent se queda relajado en su lugar. Mi mente se prepara para ver a Vicent muerto hasta que veo como Alexander baja su arma.
- Agradece que no te puedo matar, aún.- dice para tomar mi mano y jalar de mi, eso hasta que Vicent comenta que en cuanto vea como soy en la cama, me dejara.
El rostro de Alexander es de varias emociones, lo único que puedo ver es como se voltea para golpear la ceja de Vicent con el borde de su arma. Ambos salimos rápido de ahí, los guardias nos siguen mientras que yo subo a la camioneta.
Me quedo en mi lado de la camioneta viendo como el solo se queda callado, a diferencia de cuando llegamos es que esta vez nisiquiera me mira en todo el viaje hasta que llegamos a la mansión y tenemos que bajar.
- El te gusta?- pregunta, yo niego rápido solo para mirarlo con sinceridad.
- En su momento Vicent fue alguien con quien me entretuve para poder olvidar todo, creí que lo que teníamos era amor pero no era así.- digo solo para ver como asiente y baja, confundida lo sigo.
Entramos a la mansión en silencio, el sigue el camino hasta la habitación en donde intenta ir al baño pero lo detengo tomando su corbata para dejarlo en la cama. Veo como me mira con sorpresa por unos segundos para luego mirarme con diversión.
- Lo que siento por ti es diferente a lo que sentí con Vicente.- digo, el me mira con detenimiento para alzar mi pierna y quitar la liga con cuidado, toco su barbilla para poder acercarme y besarle.
Bajo mi pie de sobre el para poder sentarme en su regazo sintiendo sus manos en mi cintura, acaricio su nuca de forma un poco desesperada mientras que el acaricia en círculos la piel desnuda de mi muslo.
Puedo sentir como empiezo a quitar mi vestido con duda haciendo que me levante y termine de bajar el vestido. Quedo enfrente de él notando como pasa su lengua por sus labios solo para sonreír y mirarme, se levanta de la cama solo para acercarse a mi y poder abrazarme.
- No tienes que hacer esto, creo en ti incluso con los ojos cerrados. - menciona, yo solo quito su botón del traje para mirarlo.
- No se trata de que quiero que confies en mi, si no que deseo entregarme a ti.- menciono para ahora si, poder quitar su saco y ver como el mismo quita su camisa. Su cuerpo trabajado me hace sentir tensa mientras que quito mis tacones y el hace lo mismo.
Sus labios buscan los míos una vez más mientras me acorrala contra la cama, quedo estática cuando lo siento restregarse de forma salvaje ante mi. Un jadeo sale de mi cuando siento sus dedos acariciarme por sobre mi ropa interior, trago un poco cuando me obliga a alzarme para quitarme el sosten y poder tirarlo a otra parte. Lo mismo hace con mis bragas provocando que quede desnuda ante el de nuevo, sus ojos me miran con un brillo que jamás vi.
Anteriormente sus ojos eran intimidades y fríos pero hoy, justo ahora podía ver como en sus propios ojos me mira de forma completa.
De igual forma veo como se desnuda quedando igual de desnudo que yo, la forma en la que me mira esperando respuesta me hace sentir segura. Asiento con detenimiento para sentir sus manos en mi muslo y luego una gran presión contra mi, un nuevo placer se instala en mi provocando que tape mi boca por miedo a sonar bastante fuerte, el solo sonríe para tomar mi mano y besarla de forma en la que mi corazón se siente protegido de nuevo.
Esa noche, Alexander me abrazo de forma que nadie más pudo.
Fui suya y el fue mío.
Esa noche entendí que...
Estaba enamorada del Diablo.
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Casada con el Diablo
RomanceDicen que el deseo de la libertad es mas fuerte que el amor, yo puedo hablar de ello por que no hay algo más que mi alma desee más que el poder ser libre. Otros dicen, que ni el amor, ni el deseo corrompen lo que es ser amada por el diablo. Tambié...