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'' Pobre caperucita, aun no entiende que solo cayo en la trampa.''

Despierto con cierta sonrisa en mi rostro, camino a cepillarme los dientes y a lavar mi rostro para poder bajar y ir al comedor.

Alexander nunca pasaba las mañanas en la mansion y nadie desayunaba en la mesa por lo que solo puedo gritar los buenos dias, sigo el camino hasta la mesa hasta que veo su mirada.

Diversion.

Control.

Burla.

- Les presento a mi esposa, cariño ellos son algunos de mis socios, lamento no avisarte, curiosamente la puerta tenia seguro.- dice, aprieto mi mandibula para sonreir y hacer una reverencia mientras sigo hasta la unica silla vacia, tomo mi plato para mirar al hombre de traje a su lado con una mujer, sus labios son rojos.

- Desayunare afuera, que tengan lindo dia.- digo para retirarme y ir por mi desayuno a la cocina, tomo mi bandeja de comida para salir al jardin viendo a Isabella y a Tessy.

- Buenos dias a la recien casada.- ambas rien y yo solo les doy una sonrisa, Tessy me da una mirada agradecida mientras que yo veo la nieve que se empieza a derretir.

Ya casi llegaba el verano y eso solo me dejaba querer salir, explorar toda la mansión y todo su gran jardín

- Entonces, qué se siente la vida de Casada?- la pregunta de Tessy me hace sonreir mientras que Isabella la regaña, yo solo suspiró.

- No es nada llamativo, es lindo, pero no especial.- digo metiendo una fruta a mi boca, Tessy ríe.

- Especial?Por favor, debes sentirte mucho más que especial. Alexander hace cosas por ti que nunca hizo por nosotras, Ágata era su favorita y ahora está esperando a que le quiten su castigo, Isabella sigue esperando salir de la mansión desde que llegó y tu puedes salir cuando quieras, Yo quise ir a la universidad y solo gane unas clases en casa, a ti te puso guardias y te defendió de su madre. Dime, como no puede ser especial para ti?- el comentario de Tessy me hace guardar silencio por un largo rato, eso hasta que Isabella habla.

- No podemos compararnos con Morgan, Tes. Ella viene de otro lugar, lo que para nosotras es todo, para ella es normal. No es justo que le restregremos todo.- dice, yo simplemente sigo comiendo mientras que Tessy murmura una disculpa

No era malagradecida con Alexander

Solo es que...

Sigue sin entenderme.

- Nunca han podido salir de aquí?- pregunto, ambas suspiran.

- Alexander nos encontró, a las tres a la misma vez. No fuimos vendidas como tu, a nosotras nos secuestraron. El nos salvo cuando robo ese cargamento, al hombre que le robo no le gustó y sigue intentando recuperar su "compra." Solo para restregarle eso en la cara a Alexander, por eso no podemos salir. - dice, yo acaricio mi mentón.

- Tal vez pueda hablar con Alexander para salir? - digo, ellas se miran por un largo tiempo para asentir.

Me levanto para volver hasta dentro, camino por los pasillos para llegar hasta la mesa vacía. Miro a la puerta notando a Alexander despidiéndose de sus socios

- Podemos hablar? - pregunto cuando termina y cierra la puerta, lo veo voltearse para mirarme con diversión. Me hace seguirlo hasta el despacho en donde veo su almohada y una sábana, sonrió hasta que noto como me mira.

- Te sirvió de algo provocarme y dejarme afuera de la habitación? - tomo asiento enfrente de él solo para ver como toma asiento enfrente de mi, otras vez su mirada expresa más de lo que dice por lo que me obligó a mirar a otro lado con cierto sonrojo

- Quiero pedirte un favor.- digo, su rostro se ilumina con gran sorpresa pero se mantiene relajado solo para esperar a que le diga mi favor.

- Quiero salir con las chicas, Isabella y Tessy.- como si eso le hubiera quitado todo tipo de expresión, su rostro se vuelve neutro.

- Ellas no pueden salir Morgan, lo lamento pero no. Puedo buscar algo que las entretenga aquí pero realmente no puedo dejarlas a salir.- dice, suspiro hondo para acercarme más a él. Tomo su mano con gran confianza viendo como me mira directo a los ojos

- Estaremos con varios guardias, cualquier situación yo daré la cara. Vamos, ambas se sienten atrapadas en la mansión y quiero hacer algo por ellas.- digo, veo como suspira tocando su cuello.

- Hay una disco muy buena, pueden ir a comprarse ropa y volver. Cambio a los guardias, las camionetas y salen a la disco. Solo con una condición.- asiento rápido viendo como sonríe ladino.

- Lleva a Ágata contigo. - la sonrisa en mi rostro se borra, un pequeño tik empieza en mi rostro mientras que el espera atento a mi respuesta.

Hijo de....

- Nos hace algo y te la entrego con la nariz rota.- digo, el sonríe para acariciar mi mejilla y dejarme ir con su permiso

Ya, la buena suerte no me puede durar  siempre.

Casada con el Diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora