" El Diablo nisiquiera eras tu si no quien defendias con tanto amor. "
Alexander
Suelto un suspiro mientras miro el arma en la mesa, cierro mis ojos por unos segundos para tomarla y dejarla bajo llave. Vuelvo a mi trabajo para escuchar como la puerta se abre, veo a Morgan dejar de forma ruda el anillo en la mesa.
- Ten.- dice, la miro con cierta confusión mientras que ella da media vuelta para irse, me levanto rápido para poder seguirla y cerrar la puerta cuando ella la abre.
- Hablamos.- pido, ella solo suelta una risa amarga, de forma retante toma asiento por lo que hago lo mismo con la silla enfrente de ella, tomo el anillo para entregarselo viendo como no lo toma. Suspiro hondo para acariciar su pierna viendo como la mueve dándome una mirada de advertencia.
- Te enojaste por lo de Ágata? - pregunto ganando una mirada peor que antes.
- No, Alexander. No me enoje por lo de Ágata, me enoje contigo. - dice, veo como suspira y me da su mano por lo que le coloco el anillo de nuevo viendo como hace juego con el mío.
- Se que eso no te gustó, no hice nada con ella solo quería hablar.- digo, ella vuelve a quitar su mano.
- Hablar? No me digas que nada más hablaron, pudiste hablar conmigo Alexander. Pudiste y no quisiste.- espeta, yo solo la miro serio. Me levanto de mi lugar solo para mirarla derecho y con una expresión seria.
- Eres mi esposa, pero eso no significa que tienes el derecho de cuestionar mis decisiones o actos, lleve a Ágata a hablar solo por que ella llego a conocer a mi padre y el la apreciaba, es tu decisión si creerme o no.- comentó, ella ríe para levantarse y bajar su vestido, coloca su cabello en su lugar solo para verme.
Su mirada, todo lo que hice le dolió, pero no muestra dolor.
Muestra ira.
Frustración
Y una excitante venganza que promete ser fuerte.
- Las personas se corrompen cuando les das demasiado poder, Alexander. Le acabas de dar una corona a Ágata y nisiquiera estas listo para la guerra que tendrás.- ataca.
Yo solo la veo irse no sin antes detenerse en la puerta y volver a verme.
- Tu madre esta aquí, ya no le agrado por que aun no tengo un hijo tuyo. Ahora esta de parte de Ágata, espero que eso te haga feliz.- comenta para poder irse ahora y no voltearse ni verme.
Me dejo caer en la silla agotado, acaricio mi frente agotado. Abro mis ojos a la misma vez en donde Ágata y mi madre entran, suspiro hondo cuando mi madre camina y me mira con detenimiento.
- Morgan es una dama en espera?- pregunta.
Yo solo miro a Ágata mirarme con inocencia fingida, vuelvo a mirar a mi madre para asentir y sentir como golpe mi rostro para volver a irse diciendo que eso no lo va a permitir más.
- Te lo jure Alexander, yo te lo dije.- dice solo para pasar por mi lado para irse. Yo solo acaricio mi rostro con una sonrisa mientras miro el anillo
Oh, Morgan....
Crees que yo soy el diablo.
Pero yo soy menos diablo de lo que Ágata y mi madre son.
- Llama a los guardias, quiero a Morgan fuera de la mansión por unos días.- digo viendo a mi guardaespaldas y al de Morgan, en cuanto veo sus ojos brillar al mencionar a Morgan.
Niego dejando que se vayan mientras me siento y me quedo pensando, me gustaba Morgan.
Pero ahora dudaba que yo le gustará tanto como antes.
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Casada con el Diablo
RomanceDicen que el deseo de la libertad es mas fuerte que el amor, yo puedo hablar de ello por que no hay algo más que mi alma desee más que el poder ser libre. Otros dicen, que ni el amor, ni el deseo corrompen lo que es ser amada por el diablo. Tambié...