" Un corazón puro jamás se derrumba ante la maldad pero, no siempre se mantiene fuerte."
Había aprendido algo.
Y es que cada día en la mansión se sentían como mil años en el infierno, todo era horrible y Alexander nunca estaba. Cosa que me hacía estar dependido de la seguridad de mi guardaespaldas quien tuvo que estar a mi lado luego de que Ágata y Tessy intentarán hacerme ir de la mansión y, no precisamente caminando.
Y hablo de que las dos me querían muerta, demasiado muerta.
— Yo misma hice la comida, no me le aleje ni la aleje de mi vista, mi señora— miro el plato de comida con un poco de miedo, paso mi lengua por mis labios sintiendo las heridas que me cause por comer sin notar que habían cristales. Respiro hondo para alejar el plato y dejar que ella coma primero.
Resulta ser que si yo sufro, Alisa también
— Cuando vuelve Alexander?— pregunto, su presencia me causaba ira pero debo admitir que si me podía ayudar con esta situación.
— El señor nunca dice si vuelve temprano o tarde, se fue hace unos días así que posiblemente esté en otras de sus mansiones.— murmura comiendo el pan, yo solo suspiró.
El aburrimiento estaba en cada parte de mi cuarto el que, a pesar de seguir con la ventana rota y sin calentador.
— Quiero caminar un rato.— murmuró, Alisa se levanta al instante negando pero yo solo tomo mis zapatillas y un abrigo, lo subo completo para poder salir sintiendo como me sigue.
El pasillo estaba completamente vacío, solo se veía las mesas con arreglos florales. Sigo mi camino hasta que llegó a una habitación abierta en donde encuentro a una chica distinta, Alisa me toma de la mano en cuanto Ágata y Tessy están en la sala aplaudiendo con una sonrisa a la chica que baila.
Las tres notan mi presencia deteniendo sus actividades, Ágata y Tessy salen con rapidez mientras que la otra chica se mantiene en su lugar secando su sudor para venir a mi, su mano se alza esperando un saludo de mi parte, miro su mano con cuidado para poder sacar la mía de mis bolsillos y saludarla.
— Es un gusto verte, todos hablan de ti pero no sales de tu habitación. Es un placer poder ver que si tienen razón, eres hermosa.— me brinda una sonrisa pequeña, yo le brindo una sonrisa sintiendo el calor subir a mis mejillas.
— Parece que todos hablan de mi aquí.— murmuró, ella sonríe.
— Eres la prometida de Alexander, en cuanto te cases con el serás la señora y por lo que escucho, eres la favorita de la señora Ivanoov. Ella jamás tiene favorita, creo que por eso te odian. La primera vez que vio a Ágata dijo que era una mujer que lucía igual a una prostituta y a Tessy que parece una niña inmadura.— dice, yo solo veo como toma su teléfono apagando la música para verme mejor.
— No luces como las demás... no intentas matarme y no me miras con odio.— digo, ella niega.
— No me interesa Alexander, nisiquiera tenemos sexo como Ágata con el. Tessy y yo estamos aquí por que no nos queda de otra, si ella intenta herirte es por que esta siendo manipulada por Ágata o cree que en cuanto te cases con Alexander las hecharas de la mansión.— dice, yo solo niego.
— No puedo hechar a nadie cuando no se que le espera afuera.— digo, ella asiente para tomar su bolso que por puro destino dice su nombre, Isabella.
Ya, son muchos nombres para mi cabeza.
— Vamos arriba, no me siento bien.— murmuró a Alisa notando como mis piernas fallan haciendo que me sostenga de la pared. Dejo el salón de baile para poder ir por el mismo camino que las demás, puedo ver como los guardias se abren paso dejando ver a Alexander. El deja a Ágata con una sonrisa que se borra en cuanto me ve, veo como se acerca a mi con otra sonrisa que no distingo.
— Compre algunas cosas para ti, es mi disculpa por desaparecer y no avisarte.— lo miro con tranquilidad hasta que debo pestañear más rápido debido a los puntos negros que rodean a Alexander y se expanden por toda mi vista mientras mis piernas fallan.
Alisa me sostiene con fuerza evitando que golpee el suelo con fuerza, Alexander se dobla para tomar mi rostro y llamarme intentando que lo mire, yo solo miro a Ágata que sonríe mientras mis ojos se cierran.
Enserio odio mi suerte.
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Dedicado a: ___ab_____
Gracias por tus votos!!
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Casada con el Diablo
RomanceDicen que el deseo de la libertad es mas fuerte que el amor, yo puedo hablar de ello por que no hay algo más que mi alma desee más que el poder ser libre. Otros dicen, que ni el amor, ni el deseo corrompen lo que es ser amada por el diablo. Tambié...