AVADA KEDAVRA

22| Muestra de respeto

Los truenos se escuchaban en el cielo mientras que la lluvia caía en Grindelwald Manor, el joven observaba como las gotas de lluvia resbalan por la ventana.

-Se han revelado mi Lord- habló uno de los hombres llegando hasta Erick e hizo una reverencia, el joven lo escuchaba sin dejar de ver por la ventana- Granger lo ha provocado, ha dicho que no eres lo suficientemente villano como dices.

Erick solto un suspiro y luego sonrió, se dio media vuelta y miró a su hombre.

-Gracias, puedes retirarte- contestó levantandose de su asiento tomando la varita de saúco.

-Pero señor, ¿Que es lo que haremos?

Erick lo miró y coloco una mano sobre su hombro.

-Yo me encargo de ella, tu vete a cubrir tu zona y dile a Greyback que necesito esos hombres lobos ya, no quiero perder mas tiempo, es hora de tomar lo que quiero.

Erick camino hacia la salida y movió su capa negra al andar, las gotas de lluvia golpearon su rostro cuando salió al exterior atravesando el gran pasillo dirigiéndose hacia las mazmorras de la mansión.

-Abre-ordenó mirando a uno de los hombres, quien asintió con mano temblorosas abriendo la puerta, Erick lo miró fijamente y él hombre logró abrir la puerta e hizo una reverencia.

Erick lo miró de reojo antes de entrar, detuvo su paso antes de hacerlo y se giro hacia él, abrió la boca para decir algo pero luego la cerró, negó con la cabeza ante esa idea y entró. Camino hacia la última mazmorra y miró a la joven muggle sentada mirando hacia el piso.

-Me he enterado que has causado un revuelto- habló Erick y Hermione lo miró, Erick se acercó al barandal y la miró- Odio la gente revoltosa.

Hermione sonrió de lado y se encogió de hombros, con un hechizo mental abrió la puerta y entró a la celda.

-Es hora de que el mundo sepa de lo que soy capaz- señaló con su varita las cadenas desatandola y la tomó del brazo obligandola a levantarse y jalandola por el pasillo.

-¿A dónde me llevas? - preguntó en un susurro la joven observando que se dirigían a la salida, Erick la ignoro y llegaron hasta entrada principal en donde todos sus hombres esperaban en una fila, tal y como el había ordenado, la arrojó sobre el piso.

-Es hora de tomar control en todo esto- habló en voz alta mirando a sus hombres quienes observaban fijamente al jiven- Hogwarts y el mundo mágico será mío y de mi padre. Nuestro apellido Grindelwald se alzará entre todos y los Ryddle al fin caeran-  los miró y sonrió- Nos toman como personas incapaces, pero hoy está muerte será el inicio de una gran guerra en donde la ganaremos, mataremos a todos los muggle que contaminan nuestro mundo y el mundo de ellos. Seré el rey y soberano de ambos mundos.

Los hombres gritaron con elegria y Erick sacó de su bolsillo un cuchillo largo.

-Viviste como una muggle y morirás como una. Tu no tienes el derecho de morir como nosotros con un hechizo, no eres como nosotros.

Hermione abrió sus ojos al mirar como Erick se acercaba a ella y la tomaba del cabello haciendo que su cuello quedara expuesto, lágrimas gruesas cayeron por sus mejillas.

-Saludame a los Potter- le susurro y el cuchillo razgo su garganta llenándo su cuello de sangre, Hermione abrió su boca intentando respirar pero le era imposible.

Erick la arrojó lejos de él y la miró fijamente, como sus ojos avellanas comenzaban a perder el brillo de la vida, luego, la muerte le llegó.

Los hombres seguidores del joven gritaron con felicidad y Erick sonrió de lado pasando una mano sobre su cabello despeinandolo, miró la sangre escalarta manchar el piso.

-Quitenle la cabeza- ordenó y miró el piso haciendo una mueca- Y limpien bien el piso, no quiero que su asquerosa sangre quede en mi piso-miró a uno de los vampiros que se relamian los labios al ver la sangre- El cuerpo es suyo, hagan lo que quieran y la cabeza- miró a Greyback-  Metanla a uja bolsa, tengo mensaje para Ryddle y Potter.