3| Solovino

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La mirada de Gallert estaba atenta al libro mientras que con el pie mecía la pequeña cuna de color negro que había comprado en el callejón Diagon, al fin, el pequeño bebé se había quedado dormido y el al fin podía tener el resto de la tarde tranquila.

-Por Merlin y los magos de Hogwarts- rio Tom Ryddle entrando al lugar, los ojos del hombre se retiraron del libro y los poso en su amigo, el hombre recién llegado sonrió ampliamente al ver al bebé bien protegido del frío que dormía en una cuna- Veo que tomaste la decisión correcta.

Gallert cerro el libro y miro al bebé por algunos segundos, luego paso sus ojos a Tom

-Eso espero.

-No te arrepentirás. Gracias a ese niño tu apellido se volverá cada vez más poderoso- Tom tomo asiento y le sonrio- ¿Cómo se llama?

Gallert frunció el ceño mirándolo.

-¿No le has puesto nombre?- pregunto el hombre alzando una ceja.

-No- nego el mago- Lo he llamado por más de semanas mocoso. Supongo que ya entiende- miro al bebé.

Tom nego con una sonrisa.

-No puedes decirle así nada más. Necesita un nombre.

El hombre se encogió de hombros y se aproximó al bebé, lo cargo entre sus manos y el pequeño se removió un poco, el hombre lo acomodo y el bebé siguió durmiendo entre los brazos de su padre.

-¿Que tal Solovino?- aconsejo Tom

-¿Que?- soltó Gallert mirándolo h nego con la cabeza- ¿Estás demente? Jamás le pondré un nombre así a mi hijo.

Tom sonrió de lado y coloco una mano sobre el hombre de Gallert.

-Ya te salió tu papá luchon- hablo el hombre y Gallert rodó los ojos- Que adorable...

Gallert nego con la cabeza mirándolo.

-Debo irme- anuncio Tom levantándose del sillón negro- Bella quiere que compremos cosas para los bebés...- lo miro- Debería hacer lo mismo y no quiero que me mate por hacerla esperar tanto.

Tom comenzó a alejarse y antes de partir miro a su amigo.

-Tomaste la decisión correcta.

El hombre abandono la mansión. Los ojos de Gallert se posaron en el bebé y lo acerco a el para abrazarlo, sonrió sin poder evitarlo. Ese bebé era suyo. Su hijo. Lo único que ahora tenía.

-Erick...-hablo el hombre sin dejar de abarazarlo- Ese era tu nombre. Erick Grindelwald, el próximo mago oscuro.

AVADA KEDAVRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora