5| Una mama

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Los pies del pequeño niño se movían de un lado a otro, vestido totalmente de negro Erick miraba a su padre dar órdenes a sus seguidores, el hombre golpeó la mesa sobresaltando al menor.

-Y la próxima vez que fallen. Yo mismo mataré a sus familias y...

-Me asustaste- hablo Erick interrumpiendo a su padre.

La mirada del hombre y de sus seguidores se posaron en el niño, el pequeño miraba a su padre fijamente.

-Lo siento mi niño- se disculpo el hombre y luego miro a sus hombres- Quiero a Dumbledore muerto.

Losseguidores del hombre asintieron con la cabeza,hicieron una reverencia mirando el menor, Erick miro a los hombres partir y nego con la cabeza.

-Son unos tontos-solto el niño y Gallert sonrió mirandolo- Oye papi...

-Dime- hablo el hombre mirandolo fijamente.

-Quiero una mami.

Gallert frunció el ceño. La palabra madre había estado prohibida en la mansión, ¿Cómo sabía su hijo de esa palabra?

-Encontre un libro en la biblioteca y esa palabra me gusto. Dice que son personas que cuidan niños como yo- se señaló el bebe u miro a su padre- ¿tu puedes comprarme una mami?

Gallert parpadeo ante ello y nego con la cabeza.

-Lo siento pequeño. Eso no se compra.

Erick frunció el ceño mirando a su padre. No comprendía porque se lo negaba.

-¿Por qué no?- insistió el niño- Yo quiero una mama.

Gallert se acercó su hijo y se arrodilló frente a el.

-Erick, las mamas no se compran hijo- le pasó una mano sobre el rostro de hijo quien fruncia el ceño sin entender- Algún día, cuando seas más grandes, comprenderás todo.

El niño callo por algunos segundos y luego volvió a hablar.

-¿Yo tuve una mami alguna vez?

Gallert miro hacia otro lado y camino dándole la espalda a su hijo. El merecia saber la verdad, pero ¿Cómo decirle que su madre la abandono? Nego con la cabeza, no, su hijo no merecía eso. Regreso hacia el menor y le sonrió.

-Mami murió hace muchos años Erick.

El niño asintio con la cabeza. Sabía que era la vida y la muerte. Abrazo a su padre y este al niño.

-El día de mañana, iremos a ver a un gran amigo. El tiene dos niños y sería bueno que convivieran con niños de tu edad.

-¿Y ellos tienen una mami?

Gallert hizo una mueca.

-Si, pero tú no la necesitas. Tu me tienes a mi.

Erick le sonrió a su padre.







AVADA KEDAVRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora