My first & last ↬ Markhyuck [NCT]

Capítulo 31

Esperó pacientemente como el hombre abandonaba su casa y ver a su hermana caminar de un lado a otro como un toro enfurecido le hizo saber que quizás estaba en bastantes problemas, pero realmente ya nada podía sorprenderlo viniendo de esa mujer.

—Es el padre de tu mejor amiga... —pudo decir sin importarle las consecuencias. Ella había rebasado todo lo malo que podía hacer. —¿Como pudiste?

—Cierra tu maldita boca, estúpido de mierda —lo insultó mirándolo con tanto enojo que por un momento se encogió en su lugar. —¡No entiendo por qué jodidos demonios tomaste mi celular! ¡No tienes el maldito derecho a revisar mis cosas ni mucho menos entrar a mi habitación!

—Y tú no tienes el derecho a acostarte con el padre de tu mejor amiga —contraatacó, dando un paso hacia atrás cuando ella se acercó con un aura amenazante. Estaba seguro que jamás la había visto de esa manera y en realidad sí estaba asustado porque el odio que sentía hacia él era tan profundo que no le importaría llegar a lastimarlo. —Es el padre de Youngmi...

—Deja de meterte en mis asuntos, Donghyuck—lo amenazó con el ceño fruncido. —Deja de interferir en mis cosas, mocoso de mierda. Bastante me fastidias con tu maldita presencia y ahora esto. ¡Ni se te ocurra decirle algo a mamá o estarás muerto!

Era una amenaza llena de enojo, podía comprenderlo, pero llegar a escuchar esas palabras eran tan escalofriantes como verdaderas. No conocía realmente cómo era su hermana, hacía años que ya la había desconocido, pero de alguna manera podía sentir que ella era capaz de cumplir sus promesas.

—Debes terminar con eso... —pidió, pensando en la familia de la chica, ¿cómo demonios podía ser tan inconsciente de acostarse con el padre de su mejor amiga? ¡Estaba arruinando una familia! —Piensa en tu mejor amiga, detén esto...

—¿Y quién te da el derecho a elegir lo que yo quiero? ¿Acaso estás escuchándote? —ella rió con sarcasmo, dejando en claro a Donghyuck que sería difícil hacerla razón. —Es tu última advertencia, Donghyuck. Cierra la maldita boca y todo estará bien.

—¿Cerrar la boca? —preguntó, sabiendo que estaba cavando su propia tumba cuando ella lo miró con ojos oscuros, llenos de rencor, enojo y desprecio. —¿Por qué debería cerrarla? Debería decirle a todo el maldito distrito quien es la verdadera puta aquí, ¿no? —sabía muy bien que denigrar a una persona de esa manera no era correcto, tenía modales y respeto por todos, pero ella hacia muchísimo había dejado de ser una persona para él; ahora era una monstruo asqueroso. —¿No es así como preferías que las personas me dijeran? ¿Debería contarle la verdad a mamá y decir que todo lo que decías de mí, en realidad se trataba de ti?

—¡Cállate!

—Acostarte con el padre de tu mejor amiga... —se burló de ella con rencor en sus palabras. —¿Y luego qué? Él tiene una familia que podría perdonarlo, pero ¿y tú qué? ¿a quién vas a recurrir? ¿a tu hermano que tanto odias? ¿a tu hermano mayor que ni siquiera le importas? ¿a tu madre que no hace más que preocuparse por el trabajo? ¿o a tu padre, tu persona favorita en el mundo, que está muerto? Oh Dios... ¿qué crees que pensaría él ahora?

—¡Cállate, cállate, cállate!

El peor error de Donghyuck, en definitiva, había sido bajar la guardia, porque ella lo empujó tan fuertemente contra el sofá que no demoró en subirse sobre él y aplastar su cara contra un almohadón que estaba a su lado, ahogándolo con todas sus fuerzas.

Comenzó a patalear, a mover sus brazos desesperadamente y realmente temió porque ella repetía una y otra vez que él debería haberse muerto y no su padre. Gritó una y mil veces que la muerte de su padre era su culpa y también apretó más el almohadón contra su rostro.