My first & last ↬ Markhyuck [NCT]

Capítulo 44

—Mark —Donghyuck caminó detrás de él por la penumbra de la casa. Intentó tomar su mano, pero el mayor perfectamente la esquivó haciéndolo que el corazón de Donghyuck diera un vuelco. —Mark hyung...

—Vamos a dormir, Donghyuck —Mark lo miró por sobre su hombro, entrando a la habitación y dejando la puerta abierta para que el menor entrara. Una vez los dos dentro el canadiense cerró la puerta, despojandose casi de inmediato de la chaqueta que llevaba puesta.

—Debemos hablar —musitó despacio sintiéndose asustado; no de que Mark lo dañara por su enojo, sino que por haber arruinado todo lo que habían construido. Era la primera vez que estaban en una situación así y no sabía qué hacer.

—¿Podemos hablar mañana? Estoy agotado —Mark volvió a decir, cambiando su ropa por el pijama. Siseó cuando su mano tocó de casualidad su mejilla golpeada.

—Fue Jeno, ¿cierto? —preguntó sin moverse del lugar, sólo podía ver cada uno de los movimientos que Mark realizaba.

—¿Quien más crees tú? —ignoró su mirada y con brusquedad se acostó bajo las mantas que habían quedado desordenadas cuando Donghyuck se había levantado luego de que Sungchan le mostrara las fotos. —Se volvió loco cuando Jaemin dijo que te había engañado... Ni siquiera entendía porqué demonios mi hermano me estaba golpeando, yo solo quería saber donde estabas porque ya era de madrugada y podría pasarte algo fuera de casa...

—Lo siento... —Donghyuck musitó con el nudo en su garganta, mirándolo con ojos brillantes y odiandose por caer tan bajo como creer en algo que Sungchan había ocasionado. ¿Como no pudo darse cuenta antes? ¿Por qué hizo todo ese escándalo cuando Mark jamás lo había echo sentir inseguro? —Lo siento, hyung.

—Está bien, Donghyuck —la manera en como decía su nombre lo hacía romperse un poquito más. Se había acostumbrado tanto a los apodos melosos que Mark siempre le ponía. —Hablemos mañana, mi cabeza va a explotar ahora mismo. Encima olvidé lavar mis dientes —gruñó, levantándose de la cama y dirigiéndose al único baño que había en la casa.

Donghyuck soltó un suspiro, sus hombros comenzando a doler por la horrible tensión que su cuerpo estaba experimentando en esos momentos. Salió de la habitación y caminó por el pasillo para llegar hasta el principio de la escalera y una vez que bajó fue directamente hacia la cocina para tomar un vaso de agua y también para buscar una compresa fría para ponerla en la mejilla golpeada de Mark. Quizás así bajaría el dolor un poco y también lo morado que estaba. No sabía como es que su mejor amigo tenía tanta fuerza, pero tampoco quería averiguarlo, estaba seguro que terminaría peor que Mark.

Cuando subió nuevamente, Mark aún se encontraba a en el baño lavando su rostro y se tomó la autorización de entrar y cerrar la puerta.

—¿Qué haces? Ve acostarte —Mark lo miró a través del espejo y Donghyuck lo tomó del brazo, girandolo y haciendo que se sentara en el váter. —¿Qué...?

Lo interrumpió tomando la osadía de sentarse en sus piernas y antes de poner la compresa fría en el rostro de su novio, lo miró intensamente, esperando demostrar así todo su arrepentimiento de lo que había sucedido. El canadiense siseó cuando la compresa hizo contacto en su piel.

—Mañana tendrás peor, tu madre preguntará qué te sucedió... ¿Estás seguro que solo fue un golpe? —preguntó, su mano desocupada se atrevió a acariciar su mejilla no herida.

—Fue solo uno, pero dolió como la mierda —dijo apretando los dientes por lo frío que estaba. —Recuerdame no hacer enojar a Jeno jamás en la vida. Ni siquiera sé en qué momento aprendió a golpaer tan bien.

—Sí... Jeno me dijo que por las noches entrenaba en su habitación —contestó, alejando la compresa del rostro de Mark para darle un descanso, pero apenas pudo respirar cuando de nuevo la tenía pegada en su mejilla.