16. Lo absoluto

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« Sigyn »

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Sentí mi cuerpo palidecer cuando la reina lo confesó con él aquí. Pero no la culpo, estaba tan preocupada por mi bienestar que ni siquiera notó a su hijo en la misma habitación. Y por lo que veo, los otros guerreros también abren sus ojos ante la noticia.

—¿Estás embarazada? —me preguntó Loki con un gesto anonado en su rostro.

—Vamos a curarte, querida mía —habló rápidamente Frigga, tomándome por los hombros y así haciéndome marchar junto a ella fuera de la incomoda situación.

—¿Y creen que me van a dejar así? —habló Loki, caminando a pasos resonantes detrás de nosotras.

—No. De hecho, tú también necesitas que te curen esas heridas —dijo la reina mientras le daba una rápida mirada— Lo lamento, Sigyn —vuelve a mí con un susurro de pena.

—No se preocupe majestad, creo que tarde o temprano él lo hubiera sabido —murmuré en tono bajo.

—Sí, lo sé, pero sé que no querías que fuera así. Lo siento, yo solo estaba preocupada por ti.

—Lo sé —le sonreí un poco para tranquilizarla. 

Nos llevaron a curar, lo cual fue un procedimiento bastante rápido. En todo momento sentí la mirada de Loki en mí, pero traté de no hacer contacto visual. En mi defensa, nunca hallé la manera de decirle sobre mi situación a Loki. Mucho menos durante una guerra que estaba ocasionando caos. Sin embargo, cabe recalcar que no tengo idea sobre cómo estará llevando la noticia. Luce confundido, quizás atareado ante tal inesperada confesión.

—Los dejaremos solos —avisó la reina. Luego salió junto a las otras tres mujeres que nos curaron. 

Gran silencio.

—Dime, ¿acaso es cierto? —preguntó, yo miré su rostro cuando habló.

—Sí —suspiré nerviosa— Es cierto. Loki, estoy embarazada.

No aparta su mirada de mí, pero no dice nada al respecto. Tal reacción me preocupó.

—¿Acaso estás molesto? —alcé una ceja.

—No —cerró sus ojos mientras suspiraba— ¿Por qué no me lo dijiste? —me miró, atento a mis próximas respuestas.

—Quería, pero no hallé el momento adecuado. No quería decírtelo en tu celda, tus preocupaciones ahí eran otras y no estábamos bien. Iba a confesártelo luego de tu liberación pero atacaron a Asgard unos elfos oscuros —tomé aire para tranquilizarme— Así que no hubo momento.

—¿Desde cuándo lo sabes?

—Digamos que luego de la llegada de Nueva York, cuando te dieron la orden de ir al calabozo —me alejé cuando se lo dije— Sé que es repentino, quizás no buscabas esto conmigo. Créeme, también estoy abrumada —me giré a verlo— Pero es un hecho real, seremos padres.

Loki & SigynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora