Cuando un Dios nace, un propósito se le asigna. Son parte de sus genes, algún Dios del más allá le ha dado un don especifico al momento de nacer y su deber es hacerse cargo de esos poderes magníficos. Sigyn como la Diosa de la lealtad y Loki como el...
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« Sigyn »
—Loki —susurré anonada.
Volvió a su apariencia normal, pero no apareció ni un destello de magia, indicándome que esto no era una broma.
—Soy un monstruo —susurró con dolor, pero hablaba más para así mismo— Hijo de un gigante de hielo. Una maldita pesadilla para todos.
Mi corazón latió con fuerzas al verlo así de roto. Tenía la mirada perdida y con un dolor que en sus ojos se reflejaban al saber ese hecho. De cierta forma, yo también estaba sorprendida. Sin embargo, reaccioné. Me acerqué a él y puse mi mano en su mejilla para tranquilizarlo porque noté que su cuerpo temblaba por el miedo.
—¡No me toques! —alejó mi mano de su rostro de un fuerte golpe.
Miré mi mano por un segundo pero volví a verlo.
—¡No soy hijo de Odín! ¡Nunca lo fui! Soy solo un maldito acuerdo de paz para mantener a los mundos en orden, ese fue mi único propósito —soltó lágrimas de coraje— Por eso sigo con vida. Por esa razón sus indiferencias conmigo, es por eso no me quería en el trono.
—Escucha...
—¡No! ¡Tu escucha! Siempre me trató como la sombra de Thor. ¿Qué no lo ves, Sigyn? ¡No tengo nada que ver aquí!
—Loki, no lo veas de eso modo. Eres un príncipe, su hijo...
—¡No soy su hijo! —me gritó con fuerzas por lo cual me asusté.
Me daba miedo hasta de decir algo. Pero no puedo irme de su lado, tengo que estar con él. Es parte de mi ser.
—No, no lo eres pero tú para ellos, sí. Frigga te ama como uno, eso todos lo saben —alcé un poco mi voz— El rey Odín quizás sea un persona dura pero sé que te tiene mucho aprecio. No eres un acuerdo, Loki. Eres más que eso.
No respondió.
—Hasta Thor te ama. En verdad eres querido —apreté mis labios.
—No es así —masculló con coraje— Odín solo quería tregua. Thor es solo un idiota al igual que todos esos guerreros que me han tratado como basura. Y míranos, tú y yo somos solo otro trato más —me esquivó y yo solo solté lágrimas. Quizás era verdad eso último pero teníamos una misión por cumplir, peleando no resolvería nada. Quería comprenderlo.
Estos días ha estado muy tenso, pero anteriormente cuando me enseñaba magia, yo veía otra faceta mucho más noble.
—Loki, por favor, espera —me volteé y vi que dejó de caminar— Tenemos que hacer algo por Thor. Bien sabemos que sus intensiones fueron malinterpretadas. No podemos dejarlo solo. Él lo haría por nosotros.
—Thor fue terco, ¿recuerdas? No podré hacer nada, él se lo buscó. Todos les advertimos —masculló para volver a dejarme sola ahí parada.
Los siguientes días fueron difíciles. Odín seguía dormido en ese profundo sueño llamado El Sueño de Odín, y hoy amanezco con la noticia que Loki estaba en el trono reinando. Siendo ahora el rey de Asgard. Frigga dio la orden, pues era su deber ahora que ni Thor y Odín podían hacerlo.
