Cuando un Dios nace, un propósito se le asigna. Son parte de sus genes, algún Dios del más allá le ha dado un don especifico al momento de nacer y su deber es hacerse cargo de esos poderes magníficos. Sigyn como la Diosa de la lealtad y Loki como el...
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« Loki »
Tres semanas en el reinado han ido excelentes gracias a mí. He hecho ciertos labores las cuales pienso que a Odín podrían enorgullecerle. Todo está yendo bien, había tranquilidad, excepto que los amigos de Thor no estaban del todo contentos de que yo estuviese en el trono. Y por otro lado, Sigyn seguía preocupada por él. Y quizás, muy dentro de mí, también lo estaba.
Pero no puedo negar que todo está yendo de maravilla aquí en Asgard. Mantengo el control y el orden del sitio y todo eso se iría si Thor volviese a este mundo. Él y sus estúpidas maneras de actuar como si fuese un niño. Nunca estuvo listo para reinar, yo sí. No es que quisiera el maldito trono, solo quiero demostrar que puedo hacer las cosas bien, y las estoy haciendo. Odín estaba en su sueño profundo, pero si estuviese despierto, él notaría el buen trabajo que estoy elaborando y anhelo presenciar eso. No quiero que siga viéndome como la sombra de su privilegiado hijo o un monstruo de Jötunheim, por eso espero con ansias su despertar. Al menos Frigga lo veía, sé que ella no tenía duda de mí. La mujer fue la que me alentó a estar en el trono. Frigga me dio su confianza, aún cuando no soy su hijo verdadero.
A lo mejor podría hacer algo para calmar sus dudas sobre el desaparecido. Ir con Thor, ver si estaba bien, luego regresar aquí e informarles. Así mantendría tranquilas a madre y a Sigyn, y el resto de sus estúpidos amigos.
Fui hacia la cocina del palacio, donde ahí vi a la princesa comiendo una manzana. Ella me miró cuando sintió mi presencia, no obstante, le parece extraño que esté aquí. Nunca me acercaba a este rumbo.
—¿Pasa algo? —alzó una ceja.
—Hablemos a solas —murmuré, ella miró hacia los sirvientes que nos veían, después dejó la fruta sobre la mesa para ir conmigo.
Fuimos a nuestra alcoba, al menos así podríamos tener privacidad.
—Iremos con Thor —fue lo primero que dije y ella sonrió enormemente al escucharme— Veremos cómo está y después regresaremos, ¿de acuerdo?
—Oh Loki, eso es grandioso —me miró orgullosa— Significará mucho para él, ¡para todos nosotros! —me abrazó agradecida.
No solo lo hacía por él. Solo quiero estar tranquilo sin sus presiones.
Se separó un poco y miró mis ojos con cercanía. Seguía con su pequeña sonrisa de felicidad, pero yo seguía con el semblante serio, aún preocupado si él decidiera en regresar a este reino. Sin esperarlo, Sigyn me besó con suavidad. Eso me sorprendió, últimamente hemos estado un poco mejor en compañía del otro. Practicamos un poco de magia anoche y pude sentir armonía luego de momentos de tensión días atrás. No tardé en corresponderle cuando reacciono, por lo que cerré mis ojos y puse mis manos en su cintura.
Nada ha sido igual desde que hemos probado aquellos toques de labios hace un par de noches, de pronto mi cuerpo me lo exigía y veo que a ella igual.
Gimoteó cuando abro paso a su boca, ahora sus manos estaban en mi espalda para acércame más a ella. Sigyn se aparta para tomar aire, pero no se aleja de mi cuerpo. Noté que sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas. Entonces leí su mente sin poder evitarlo.
