19. Pequeño escape

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« Sigyn »

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« Sigyn »

—Sigyn —se giró a verme con sorpresa— ¿Qué ha pasado? —al momento de haber dicho eso, se acercó a mí con preocupación. Al verme bien a los ojos, descifra con claridad que es por Loki.

—Quiero olvidarme un poco de mis responsabilidades. Estoy agotada por todo, de verdad necesito un ambiente distinto a Asgard —confesé con seguridad a la vez que mi voz temblaba— Por favor Thor, no quiero entrar al palacio de nuevo y enfrentar a más malas sorpresas.

El dios del trueno se me queda mirando aún, analizando lo que acababa de confesar. Y por su parte, asiente con su cabeza de acuerdo a mi urgida petición. Yo sonreí levemente al verlo hacer eso, casi hasta aliviada. Estaba segura de irme al menos por un momento, pero es verdad que estaba asustada por aquel acto que me atrevería a hacer. Es la primera vez que no seré leal a mis asuntos con el reino, mis deberes, mi don o a Loki. Dejarlo a él aquí hace que parte de mi ser como diosa de la lealtad desate emociones débiles dentro de mí. Sonaba quizás exagerado, pero en realidad sentía hasta mi cuerpo reaccionar diferente, pues básicamente estaba desafiando a mis dones. No obstante, mis deseos de irme son más grandes en este preciso instante. Al fin y al cabo, quería sentir algo distinto. Desde que pisé Midgard, o bien el planeta tierra como diría los humanos y Thor; vi a un mundo diferente y extraño de una manera que me hacía querer poner presencia a ese lugar una vez más. 

No sé qué va a suceder con Loki, pues a pesar de darle todo de mí, él parece estar interesado en otras cosas. No se preocupa por mí, al cabo que aquel dios sabe que siempre tendrá a su fiel esposa a su lado hasta la muerte, pero no esta vez. Yo lo atesoro en mi corazón de una manera más intensa de lo que él pudiera imaginar, tristemente para Loki solo somos un trato creado para cumplir un propósito. Y tiene razón, pero me hace pensar que ninguno de nuestros momentos íntimos han significado algo más para él cuando yo creí que fueron especiales. 

—Entonces andando —sonrió para brindarme confianza, yo me acerqué a él a pasos rápidos— Espera, no querrás llevar estos cuernos —apuntó con su dedo índice mis armaduras de oro en la cabeza.

—Oh, eso explica por qué estás usando ese atuendo tan raro —me referí a su ropa casual de ser humano, es la clase de prendas que vi usar a muchos en ese mundo. Él se miró asimismo y después volvió a mí.

—Me lo dio Jane la última vez que la vi, digamos que a los seres humanos se les hace extraño ver nuestros trajes, y por eso me lo dio para despistar —soltó una pequeña risa al final— Ven, andando, que se nos hace tarde. Y recuerda Sigyn, eres bienvenida para ellos —se refiere a los vengadores. 

—Estoy agradecida por su confianza. Ahora veo por qué amas tanto a ese mundo, ¿será que así son todos los humanos? —me quité mis cuernos y los dejé en una esquina— Los dejaré aquí, Heimdall —me dirigí al guardián del portal, él asintió con una suave sonrisa hacia mí— Gracias por dejarnos ir. Por cierto, si me busca el dios del engaño, no le digas en dónde estoy por favor.

Loki & SigynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora