Cuando un Dios nace, un propósito se le asigna. Son parte de sus genes, algún Dios del más allá le ha dado un don especifico al momento de nacer y su deber es hacerse cargo de esos poderes magníficos. Sigyn como la Diosa de la lealtad y Loki como el...
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« Sigyn »
Thor vendría con nosotros. ¡Qué felicidad!
Tuvimos que esperar a Jane, la humana que mencionó Thor. Cuando llegó, vimos a una bonita chica que notamos que en verdad se preocupaba por él. Se sorprendió al vernos, pero se portó muy amable con nosotros. No obstante, Loki todo el tiempo estuvo callado. Muy pocas veces dijo algo y percibo en él sensaciones negativas ahora mismo.
Sé que Loki también está aliviado de ver a su hermano en buen estado, pero algo me dice que no quiere que regrese a Asgard. Loki gobernando es un buen líder, de eso no hay duda, pero todos estábamos preocupados por el dios del trueno. Necesitábamos saber de él, en especial su madre Frigga. Quizás su regreso afecte la estabilidad emocional del dios del engaño, pues desde que sabe que es adoptado solo ha querido demostrar lo valioso que puede llegar a ser para todos. Y en especial para Odín.
Cuando regresamos a Asgard, notamos a Thor muy nostálgico. Sus amigos al verlo se asombraron al tenerlo aquí y lo abrazaron felices. En especial su madre, lo abrazó con bastante fuerza. Sonreí al verlos de esa forma.
—Ya era hora que llegaras, Thor —sonrió Lady Sif— Ya nos estábamos cansando del reinado de Loki —susurró, pero lo bastante fuerte para oírla.
—No creo que fuera tan malo —soltó una leve risa.
—Sí, lo es. No es más que un ser insoportable —rodó los ojos la guerrera— Ya era hora de que se fuera del trono.
Yo volteo preocupada a ver al mencionado pero me doy cuenta que ya no estaba aquí. Acompañé a Thor a ver a Odín junto a Frigga. Sin embargo, éste ya estaba despierto. Quizás dentro de él sintió su llegada. Había una conexión especial entre ambos.
Durante la comida, Thor le explicó cómo estuvo todo entre los gigantes de hielo. Se disculpó por su actitud, y menciona que en la tierra aprendió humildad al conocer a seres humanos tan nobles pero inteligentes.
Loki seguía serio.
Al día siguiente, por la noche, fui a la biblioteca para hablar con él. Lo vi ahí, sentado en el suelo leyendo, recargando su espalda en una de las estanterías. Me acerqué a él y me senté a su lado.
—Sé que es difícil —murmuré, todo estaba tan silencioso.
—No quiero hablar de eso —me miró con dureza.
—¿No te alegra ver a tu hermano? —alcé una ceja— Él estuvo feliz de verte a ti.
—Thor no es mi hermano —dijo entre dientes— ¡¿Qué no entiendes que soy solo su sombra?! Tan pronto en cuanto puso un pie aquí; todos comenzaron a alabarlo. Odín ni siquiera notó los buenos cambios que hecho y todo porque su gran futuro rey ya está aquí. ¡He vuelto a ser nadie! —gritó.
Sentí su gran nivel de negatividad.
—Por favor Loki —lo miré asustada. Él solo apartó la mirada— Eres más de lo que tú crees —suspiré— Sé que no me creerás a mí, pero yo lo veo en ti. La reina Frigga lo hace, ¿Qué no lo ves?
