Cuando un Dios nace, un propósito se le asigna. Son parte de sus genes, algún Dios del más allá le ha dado un don especifico al momento de nacer y su deber es hacerse cargo de esos poderes magníficos. Sigyn como la Diosa de la lealtad y Loki como el...
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« Sigyn »
Thor y yo vimos cómo Loki fue absorbido en el suelo bajo ese círculo mágico. Esto era demasiado confuso, porque no creo que haya sido él o un simple mortal en este mundo. Cuando el suelo volvió a la normalidad, vimos una pequeña tarjeta de papel que cayó en la misma zona. Ambos nos acercamos con algo de inseguridad para verlo.
—¿Loki? —lo tocó varias veces con la punta del paraguas.
—Thor, es obvio que no se transformó en ese papel —dije con el rostro arrugado por esa acción.
—Uno nunca sabe...—me miró, yo solo suspiré preocupada.
Él lo agarró y lo leímos, "177A - Bleecker St". Volvimos a vernos, pues se trataba de una dirección en esta ciudad. Estaba claro que no era maniobra de Loki. Fuimos caminando hacia allá, y agradecimos que no quedara tan lejos. Yo no conocía este mundo, pero por suerte Thor sí.
Cuando llegamos, Thor tocó la puerta un par de veces y por arte de magia, ya estábamos adentro. Miramos a nuestro alrededor un tanto aturdidos, el lugar estaba algo oscuro pero era misterioso.
—Thor Odison y Sigyn Trohet —oímos a nuestras espaldas, al voltear, vimos a un hombre flotar con su capa.
El dios del trueno trata de protegernos con su martillo, aún cuando estaba encubierto por un paraguas. Cuando ese mago bajó hacia nosotros, miró con qué se defendía. Y sí, quizás pensaba que eso era un tanto ridículo.
—Dios del trueno y diosa de la lealtad —nos vio de nuevo al rostro— Ya puedes bajar el paraguas.
Él de cierta manera confió en ese ser, por lo que puso el paraguas por ahí. Y de nuevo esa sensación de viajar más rápido que la velocidad de la luz. Ya nos encontrábamos en otro lado. Ese ser mágico de capa roja, traje azul y guantes amarillos con apariencia de ser humano; estaba cruzado de brazos, viendo al dios.
—¿Ahora en la tierra hay hechiceros, eh? —lo miró, agarrando ciertas cosas de una mesa pero comenzó a destrozar todo. Yo apreté los ojos, algo apenada cuando trató de acomodarlo pero le fue peor.
—Preferimos el término de maestro de las artes místicas... ya déjalo así —aclaró, viendo el desastre.
—Ahora hechicero... ¿Quién eres y qué estamos haciendo aquí? —preguntó Thor, poniendo su mano en su cintura.
—Mi nombre es Doctor Steven Strange y tengo algunas preguntas para ustedes, siéntense —nos dice con toda la seriedad.
Y un pequeño viento y movimiento nos envolvió, luego aparecimos sentados en un sofá con él frente a nosotros. Thor miró a su alrededor, preguntándose cómo diablos hacía eso.
—¿Té? —ofreció.
Y en nuestras manos aparecen unas tazas con la bebida.
—No bebo té —respondió mi acompañante mientras veía la extraña taza.
