Cuando un Dios nace, un propósito se le asigna. Son parte de sus genes, algún Dios del más allá le ha dado un don especifico al momento de nacer y su deber es hacerse cargo de esos poderes magníficos. Sigyn como la Diosa de la lealtad y Loki como el...
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« Sigyn »
Fui llevada a una sala adecuada para realizar ahí mi parto. Estaban ahí Frigga y Eliphas junto a Vid para el procedimiento, aunque también algunas encargadas del palacio para hacerme ciertos cuidados. Yo gritaba cada vez más fuerte, el dolor que presentaba era muy intenso para mí. Mi frente sudaba frío y podía sentir cómo mis venas se sobresaltaban por dicho esfuerzo. No sé cuánto tiempo pasó, pero cuando comencé a relajarme, oí los llantos de un bebé. Sonreí aliviada, pero no podía verlo por mi debilidad.
—¡Felicidades Sigyn! —escuché a Frigga con suma felicidad en su tono de voz— Vamos a limpiarte a ti y al pequeño.
Hicieron lo que dijeron, una vez que me estaba recuperando mucho mejor, me dieron a mi hijo en mis brazos una vez que éste dormía plácidamente. Ciertas emociones se acumularon en mi pecho al verlo, me sentía sensible pero contenta de tenerlo conmigo. Acaricié con mi dedo su pequeña mejilla, entonces alcé mis vista a la reina y ella me sonrió con ternura.
—Le diré a Loki que ya puede entrar —me dijo y yo asentí de acuerdo.
Narvi ya estaba aquí, y por lo que me dijo Vid hace un momento, el cielo ya no estaba más azul. Una intensa luna se creó sobre el palacio, creo que todos se enteraron de su bienvenida. Además el viento había venido desde el este, pero finalmente se había calmado el clima. Recuerdo cuando mi madre me había contado cuando llegué a este mundo, yo nací durante una neblina, ahí donde el viento venía del norte de las montañas de Asgard. Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando vi a Loki entrar. Sus ojos nos miraron de inmediato, le sonreí y éste se acercó hacia la camilla.
—Luego de mucho dolor, Narvi ya está aquí —murmuré con una leve risa, Loki se sentó a mi lado.
Sus ojos se fijaron en el bebé, sus dedos tocaron con cuidado su rosada mejilla. Le mostró una pequeña sonrisa, podía notar cómo había nostalgia en sus acciones. En su mirada reflejaba un inmenso orgullo, me alegraba verlo de esa forma tan feliz.
—Todo el tiempo estuve esperando afuera, oyendo tus gritos de sufrimiento, me hubiera gustado estar aquí para apoyarte pero no me permitieron. Sigyn, no hay duda de que eres muy valiente —miró mis ojos cansados, después me mostró una sonrisa tranquila.
—Gracias —susurré con timidez.
Loki se acercó a mi rostro y me dio un suave beso en mis labios, yo cerré mis ojos al sentirlo. Cuando se separó de mi cuerpo, yo hice que cargara a Narvi en sus brazos. Él lo tomó, fue una imagen muy bella de presenciar.
—De ninguna forma seré como Odín —dijo en tono bajo, con su mirada bien puesta en el recién nacido.
Yo sonreí levemente cuando lo escuché, está claro que Loki ha sentido mucho por su hijo con tan solo haberlo conocido un par de minutos. Bueno, desde que se enteró del embarazo siempre estuvo al pendiente de que estuviera bien. Ahora que Narvi ya estaba aquí, sus sentimientos por él han incrementado.
