4. La gran ceremonia

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« Sigyn »

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Es el gran día para todo Asgard. Hoy es nuestra esperada boda. 

Me asomé por las enormes cortinas rojas, donde vi a demasiada gente esperando nuestra entrada. Pronto sentí mis manos temblar, todos esperaban mucho de mí. No estaba lista para tanto, pero debo hacerlo, me repetía. Mi deber es ser la esposa leal de Loki, ese es mi destino principal. A pesar de ser como dos extraños, nuestro labor es unirnos. 

—Hija mía —oí a mi madre, yo volteé, y ella corrió para abrazarme con fuerzas.

—Oh madre —sonreí con nostalgia.

—¿Estás lista? —preguntó mientras tomaba mi rostro entre sus manos, yo asentí y ella sonrió orgullosa— Pero mírate, estás tan preciosa —miró mi enorme vestido dorado, elegido por la reina Frigga. En mi cabeza tenía una armadura con bordes redondos en los costados de oro que simulaban algún tipo de cuernos. No tan enormes como los de Loki, claro está. 

—Tienes que irte madre, ya va a empezar y tienes que estar con todos —suspiré.

—Lo haré. Te deseo suerte, tu padre y yo estamos orgullosos como todos allá afuera —me dio un último abrazo y se marchó.

Inhalé y exhalé. Trataré de llevar esto de lo mejor posible. Loki y yo tenemos nuestras diferencias pero sé que puedo servir mi don como se debe. Hoy es el día en el que haré valer mi existencia como diosa. Nací como la diosa de lealtad y compasión que tiene que estar unida a su dios del engaño; por lo tanto, leal tengo que serle a Loki. Yo estaré para él en todo momento, aunque aquel dios solo juegue conmigo.

—¿Iniciamos? —oí su voz. Yo giré y lo vi con sus armaduras, cuernos de oro y traje verde de cuero. Tan elegante como siempre. No obstante, sus ojos miraron con detalle mi atuendo, hasta que se fijó en mi rostro de nuevo. 

—Vamos —tomé su mano. Ambos nos sentimos raros, debido a que temblamos un poco por el toque.

Las trompetas resonaron por el palacio, Odín dio entrada y ambos salimos cuando las cortinas se abrieron. La gente celebró al vernos juntos, dándonos aplausos y silbidos de felicitación. Yo estaba abrumada y sentía que Loki igual. Padre de todo dio como comienzo a la ceremonia y hora después nos esposó luego de un largo discurso que hicimos como juramento. 

Loki y yo estamos oficialmente casados.

La fiesta en el palacio fue abierta para todo público, aunque en su mayoría eran gente de alta clase social. Volví mi vista hacia la celebración, donde había música folclórica. Los invitados parecían divertirse mientras tomaban y bailaban.

—Bienvenida oficialmente a la familia, Sigyn —me abrazó Thor, tan contento como siempre.

—Gracias —murmuré con una sonrisa tímida.

Loki & SigynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora