Capítulo 22.- Rescatar Erebor

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Los enanos llegaron al poco de que Thorin recobrara de nuevo la cordura.

-No... Ella no...-Comentó haciendo que todos se frenasen en silencio, asombrados y sorprendidos por lo que acababa de ocurrir.

Nadie se atrevía a mirara a Thorin a los ojos en esos momentos, se le notaba furioso, triste y indignado, a la vez de vengativo y luchador. Todos sabían que nadie se iba a vengar tanto como él, sabían que este noche iba a caer un dragón, y si no lo hacía, lo más probable seria que cayese el mismo rey, o todos ellos.

-No... ¡Estupido dragón!.-Gritó con sus ansias.-¡Voy a vengarme por lo que me has quitado!.-Saltó del ventanal con la espada en mano, iba a cometer una locura, pero su cabeza no estaba para razonar con si mismo.

Samug sonrió mientras le miraba correr hacía él, su banquete final se acercaba cada vez más, así que comenzó a correr hacia Thorin hinchando el pecho, haciendo que ardiese en llamas poco a poco. Thorin alzó la espada justo cuando los cuerpos de los dos se iban a chocar. Pero, él sintió como se undía y no podía moverse. "¿Me estoy muriendo? ¿Hasta aquí llegué?" se preguntó a si mismo, pero sus dudas se desvanecieron cuando vio unos ojos de color azul claros observándole atentamente. Estaban rojos de llorar, y aun tenían restos de aguantar las lágrimas.

-Daga...-Esas fueron las últimas palabras de Thorin antes de desmayarse ante ella.

Smaug se quedó sorprendido por lo que acababa de ver. Rugió fuertemente y se dió por vencido, desapareciendo de esa sala, haciendo posible la salidas de Daga y Thorin.

Daga notó como las grandes patas de Smaug se marchaban presióno el oro haciendo que saliese disparado hacia arriba, dejándole salir al exterior. Cuando salió, todos los enanos le vitorearon, alegres y orgullosos por su inteligencia y astucia. Cuando la enana cogió aire sacó como pudo a Thorin.

Todos bajaron a ayudarles, pero Thorin ya había despertado.

-me diste un buen susto...-Dijo con la voz cansada.

-Te dije que me apañaba sola, y no me creíste.-La voz de la enana sonaba decepcionada.

-Lo siento...

-Jamás voy a perdonar algo que no hace falta perdonar Thorin Escudo de Roble.-Se levantó y fue hacia el ventanal.

Thorin se levantó lentamente y miró a todos los enanos que le rodeaban. Cogió aire y sonrió.

-Es hora de trazar un plan.-Dijo mientras todos iban a donde estaba Daga, ya que tenia una piedra de carbón, y podrían escribir en el muro.

Daga explico su plan. Podrían encerrarlo en algún lugar, y quemarlo con metal vivo, pero aquel plan fue descartado, ya que era muy poco probable que muriese, y así podría hacerse aun más fuerte con un armazón de metal.

Thorin debatió la idea de cegarlo con la ansia del oro y matarlo a base de oro, hacer que el oro le dominase, y que explotase justo cuando el fuera a cogerlo. Aquella idea les sonó a todos bien, así que todos empezaron a formular algún plan para entretenerle y para crear el oro.

-Los hornos... ¿Aún funcionan?.-Preguntó Balin.

-Sí, la última vez que los usamos fue para quemar los restos de los caídos para que Smaug no pudiese comérselos.-Comentó Daga con una voz fria.-Aunque costó que se encendiesen.

-¿Recordais hacer las bombas?

-Claro que si Thorin, mi vida ha estado al rededor de su creación.

Todos asintieron sabiendo la primera parte del plan, y a cada uno se le asigno un trabajo. A Bombur se le asignó enchufar las brasas, a bilbo se le asignó ayudar a Balin y algunos enanos a crear las bombas. Kili, Fili, Thorin y Daga debían distraer al dragón para llevarle hasta los hornos, y que él mismo ayudase en su trampa.

Daga se transformó en un gran huargo para ir mucho más rápido, y Fili se subió encima para empezar a buscar al drgón. Una vez lo vieron, llamaron la atención de este con insultos y burlas que hicieron su efecto.

Corrian por el oro mientras eran perseguidos por el dragón. Giraron una esquina y Kili siguió corriendo por ellos hasta llegar al punto que thorin estaba en un pozo, subido a su cubo. Smaug se lanzó a por él cayendo al vació.

Los demás les ayudaron a subir, pensando que Smaug se había roto el cuello al caer al pozo, lo cual hacia que todos se alegrasen un poco. Aunque el plan no había acabado, ya que Smaug apareció algo cansado del vuelo en vertical que había realizado.

-Vaya gusano acaba de salir de su madriguera...-Dijo Thorin agarrandose a nas verjas que había tapando la parte de los hornos.-No sirves para nada, eres una vieja oruga...-Dijo cabreandolo mucho mas.

-15 años y ni si quiera has conseguido matarme, ¿Tan fácil era?.-Dijo riendo la enana.


Eso cabreo bastante a Smaug, y la cara que hacia este hizo que hinchase su pecho y lanzase una llamarada la cual Thorin salvó a Daga de arder por ella. Esa llama hizo que los hornos ardiesen volviendo a derretir aquel oro que llevaba posado allí durante años, haciendo que fluyese por los canales que llevaban a la sala principal. El plan empezaba a funcionar.

Todos los enanois de la verja huyeron a la sala principal, todos menos Thorin que se agarro a una pieza de acero y se embarcó en el rio de oro líquido que corría por los canales.

Los enanos estaban con Balin se subieron a unos vagones aéreos, y siguieron a Smaug lanzando bombas que apenas le afectaban, pero real entizaban su paso.

Cuando el riachuelo de oro llegó al salón principal, Thorin desapareció de la vista del dragón poniéndose a salvo de alguna posible llamarada. Smaug le buscó por toda la sala, hasta que escuchó su voz.

-Lagartija asquerosa, estoy ¡Aquí!

Smaug se giró para verle y varios enanos tiraron de unas cadenas dando a ver una estatua de Tror de oro liquido condensado. Esa estatua llamó la atención del dragón, ya que se quedó hipnotizado en ella.

Sin embargo, una sorpresa desagradable para el gran dragón yacía allí dentro. Varias bombas explotaron deformando la enorme estatua y haciendo que oro ardiente se derramase encima suya, cayendo al suelo, y cubriéndose de oro.

Los enanos celebraron rápidamente su victoria, algunos abrazándose y otros gritando. Sin embargo, Daga observaba el oro con una curiosidad infinita. Se fijo que en el oro se podía ver la cabeza de Smaug, el cual le sonrió moviéndose. Daga se echó para atrás y el dragón salió cubierto de oro, viendo la puerta principal abierta.

Salió por la puerta y voló hacia la ciudad del Lago. El oro poco a poco se desvanecía de su cuerpo como una estela, haciendo que él pareciese una estrella fugaz.

-Yo soy fuego, yo soy muerte.-Gritó después de emitir un rugido.

Los enanos se quedaron pálidos ante aquella acción, sin saber que hacer...

Mientras tanto...

Lya intentaba divisar en la oscuridad de la mazmorra quien era la joven que le estaba llamando cunado observó una luz pálida, como la luna acercarse a ella. Era la dama Galadriel, junto a Tauriel, que llevaba la llave de su mazmorra en la mano.

-Pequeña princesa.-Dijo Galadriel.-Venimos a ayudarte en tu cometido. Tu deseo es luchar en la guerra, junto a aquellos a los que amas.

-Y creemos que Thranduil no debe limitar tus acciones. Tus palabras me demostraron que tenías razón. Aquí dentro somos unos esclavos.-Continuó Tauriel mientras abría su celda.

-Gra.. Gracias.-Lya apenas tenía palabras para lo que estaba ocurriendo.

-Corre con tu hermano, tiene una pequeña sorpresa para ti.

-Pero... ¿Vedreis Dama Galadriel?

Galadriel negó.

-Mi cometido esta en otro lugar, suerte mi Lady... -Galadriel se arrodilló ante ella y Taurel se apresuró.

-Los guardias bajaran, date prisa.

Lya corrió hacia la salida, encontrándose con su hermano...

La Princesa Bajo La montaña~DᴀɢᴀʀʏᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora