Capítulo 17.- Gandalf, El ojo, el zorzal y la ciudad del Lago

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Amaneció un sol brillante, despertando a todos los que yacían en el suelo, dormidos y cansados de aquella noche de violentas batallas contra los huargos y los orcos que les acecharon.

La primera que se levantó fue Daga, impulsada por la impaciencia de visitar a Thorin, y ver como iba su estado, ya que apartar de hoy, quedarían 3 días para el gran día, el día de Durin, ese día donde la puerta se abrirá ante ellos y les revelará el infierno que vive allí dentro.

Daga se sentó al borde del acantilado, observando como el sol hacia brillar aquella montaña, que siempre había deseado volver a observar. La luz del sol en el reflejo del agua le deslumbró, dejándole ver la ciudad del lago. Esta ciudad le impresionó, antes la veía mas hermosa y con más vida, y ahora era como una mancha en aquel lago, lleno de humo y de una peste a pescado podrido.

Ella suspiró mientras se levantaba al escuchar movimientos detrás de ella, los enanos empezaban a levantarse, y eso indicaba que ya podía ver a Thorin.

Corrió hacia el cumulo de capas que los enanos habían hecho servir para dejar allí a su herido líder. Una vez vió que el estaba sano, se colocó cobre su hombro, lo más delicadamente posible, y cerró los ojos, ya que él seguía dormido en esos instantes.

Mientras ella estaba disfrutando de aquella sensación, un pequeño zorzal que viajaba con su presa surcando el cielo, cruzó con velocidad la ciudad del lago llegando a Erebor, y parándose en una de sus rocas para romper la cascara de aqueñl duro caracol y poder comérselo, aunque este inocente zorzal no sabía donde estaba metiendo la pata. Aquellos golpes resonaban en las paredes de todo el reino, haciendo que aquella bestia que residía al interior despertase más furioso que nunca...Haciendo que el oro se derramase, descubriendo el rojizo cuerpo, lleno de escamas y oro incrustado por el tiempo que el dragón estaba dormido bajo esa montaña. Este abrió los ojos y sonrió maligno.

-El final se acerca...-Dijo con una voz profunda mientras miraba todo el oro, poniendo la piedra del arca bajo su cuerpo.-Y esos enanos...¡¡Arderan!!.-Acabo la frase con un rugido, haciendo retumbar las paredes, cosa que Gandalf notó.

Gandalf había adelantado a los enanos para explorar el terreno por el mismo. No quería que los enanos se embarcasen en una misión insensata que acabase con su vida. En ese momento que la montaña retumbó, se dió cuenta de que la compañía estaría en peligro inminente si decidían poner un pie dentro de ese infierno, así que indignado y asustado, viajó en apenas unos minutos gracias a su mágia hasta Rivendel de nuevo, donde Elrond, Galadriel, Saruman y Radagast le esperaban en una mesa blanca, a las afueras del jardín.

-Escuchamos tu mensaje Mithrandir.-Dijo Galadriel, una de las pocas Brujas de la Tierra media.-¿Que es lo que te preocupa?

-Los enanos, seguramente le preocupen esa escoria de enanos.-Dijo Saruman, con un tono mucho mas frío que la última vez que Gandalf lo vió.

-Es ese tema. Smaug El Terrible está despierto. Si esos enanos ponen un pie dentro de ese infierno el linaje de Durin acabará hecho cenizas, cosa que no quiero... Además...-Gandalf fue interrumpido por Radagast.

-Algo relacionado con Smaug y el Señor Oscuro esta ocurriendo en el Bosque Negro, verás Gandalf... Unas arañas están atacando todo el bosque, y provienen de la vieja Mazmorra. No Sabrás que me encontré allí.-Dijó que un gran silencio pusiese a todos en tensión.-Un nigromante, poderoso vaga por esos lindes, me temo que hemos estado ciegos.

Gandalf se asombró por las palabras de su viejo amigo y miró a todos los magos que observaban atónitos.

-Hemos estado demasiado ciegos, tanto que los tiempos oscuros regresan a la Tierra Media... Y no nos hemos dado cuenta de que estan ganando terreno.

Elrond se levantó serio y miró a todos los magos presentes.-Somos unos de los pocos magos de la Tierra Media, y nuestro deber es mantenerla a salvo. Debemos atajar con el nigromante, y acabar con toda esta amenaza, la Tierra Media es nuestra prioridad.

-El Nigromante seguramente sea alguien que acaba de conocer la mágia negra.-Dijo nervioso Saruman, que quedó impresionado por la espada que había sacado Radagast.

El silencio pobló la sala, y Lya tubo que taparse la boca antes de gritar y que le descubriesen. Aquella reunión era secreta, y acababa de averiguar que sus amigos estaban en pleno peligro... Debía hacer algo...

La Princesa Bajo La montaña~DᴀɢᴀʀʏᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora