Daga se pasó todo el día llorando en su cuarto. El dolor había podido con ella, además de que temía convertirse en lo que todos habían pasado por reyes lo fueron. Estuvo pensando toda la tarde que hacer, ella quería seguir en Erebor, pero no podía, tenía que ser Reina obligatoriamente cosa que le asustó, así que decididió embarcarse en una nueva aventura y descubrirse así misma, quería aber que era lo que en realidad quería, y eliminarse varias confusiones que tenia en la cabeza.
Agarró la mochila que le había acompañado todo ese largo viaje hasta casa y la llenó de ropajes. Se quitó el vestido y se puso su suave y cómodo pantalón justo cuando alguien tocó la puerta. Ella abrió y se encontró a Bilbo.
-¿Que te ha pasado esta mañana Daga?
-Realmente no se quien soy, me voy para encontrarme.-Dijo con lágrimas mientras seguía rellenando la mochila.
-¿A... A donde irás?
-No tengo ni la menos idea, seguiré un camino, y hayá donde me lleve, iré.
-Acompañame por lo menos...-Dijo con un tono triste al verle así.-Marcho mañana al medio día.
Daga vió una buena oportunidad para irse, comenzar el viaje con uno de sus mejores amigos, para dejarle con buen sabor de bocadespués de todo lo que había ocurrido en aquel día tan sangriento.
-Esta bien, iré contigo a la Comarca.-Dijo dejando la mochila encima de uno de los baúles. Se ató un cinto donde colocó su espada.-Ve haciendo las maletas, coge todos los regalos y prepárate..-Dijo mientras abría uno de sus cajones donde tenía un colgante de Durin, que acabó cogiendo.-Y acepta este regalo.-Lo colocó en las manos de Bilbo, que sonrió un poco.
-Gracias Daga.-Dijo dándole un pequeño abrazo.-¿Nos vemos mañana?.
-Claro..-Dijo separándose.
-Hasta mañana.-Dijo Bilbo con una sonrisa mientras salía de la habitación mientras iba a la suya.
Daga se sentó en la cama, ya no abriría a nadie más, quería estar sola hasta mañana al mediodía cuando fuera a marcharse de aquel lugar que tanto dolor le producía.
Al día siguiente, después de no dormir apenas, se levantó y fue a su baño a asearse. Se cortó el pelo como lo llevaba siempre, corto, por el principio de la cabeza, ya que a ella el pelo largo no le gustaba para nada.
Salió a los salones, todo estaba vacío por que ese terreno ya era de la corte, y la ciudad ya estaba más abajo. Ella se dirigió al comedor y se sentó para comer un poco y pensar en como despedirse. Al poco llegaron Lya, Jon y Legolas, pero nadie se atrevía a nombrar palabra a la enana. Ella se dió cuenta de que estaba allí y cogió aire.
-¿Que buscaís...?.-Dijo desanimada mientras se acababa una tostada algo dura.
-Daga...-Dijo yendo a ella Lya mientras intentaba aguantar las lágrimas.-Yo...-Le abrzó fuertemente mientras aguantaba las lágrimas.-Lo siento..
-¿Para que sirve un lamento si no le devolverá la vida...?
Lya le miró muy apenada mientras le dió un beso tierno en la mejilla mientras le miraba.
-¿Que te ocurre? ¿Que vas a hacer ahora..?
-Me marcho...
-¿¡Que?!.
-Shhhh...
-¿Porque te marchas Daga..?
-Estos muros me oprimen de dolor, me voy con Bilbo y cuando lo deje en su casa... Seguiré un camino.
Lya se abrazó más a ella, tenía miedo de volver a perder a su amiga y no volverla a ver... Así que se acercó a su oído.
-Déjame acompañarte Daga...-Dijo en su oído mientras las dos se abrazaban lentamente, haciendo que el tiempo se parase.
-Solo con una condición, si veo que estas en peligro vete corriendo ¿Vale?.-Le dijo mientras se separaban.
-Jamás.-Dijo Lya con una sonrisa, que hizo reír a Daga.
Ella se fue con los demás para preparar varias cosas antes de irse, mientras Daga iba a avisar a los enanos. A todos les decía que se fuesen a la puerta principal para atender una noticia que necesitarían saber. Una vez que avisó a todos, fue a su cuarto agarrando la mochila y bajando con Bilbo a la salida, donde estaban los demás viajeros que iban a ir hacia La Comarca.
-Daga...-Comentó Balin al darse cuenta de lo que iba a ocurrir.-No te vayas, te lo ruego... Podremos arreglar todo esto..
-Ya no se puede cambiar el destino Balin...-Dijo mientras se cargaba mejor la mochila.-He decidido encontrarme, me di cuenta que al llegar a casa me volví a perder, no sabía cual era mi sitio, y he decidido encontrarlo, tal vez vuelva, tal vez me quede por el camino o encuentre un lugar donde sea más feliz, pero los muros de esta ciudad presionan con dolor mi cuerpo, y acaban con mi alma, dejándome echa polvo.. No puedo continuar así o acabaré como otros lo han hecho... Lo siento.
Los ojos de Balin lucían lágrimas, pero estas eran de orgullo. Él abrazó a Daga con fuerza mientras ella le devolvía el abrazo tiernamente, Balin siempre estuvo a su lado en el viaje cuando ella se aburría y era unos buenos amigos.
-Se que os echare de menos, a todas las manías que teneís. Se que echare de menos a Bombur, a Nori, a Bofur... Y a tu también Balin.-Dijo mientras se separaban de aquel largo abrazo.-Si vuelvo os traeré algo, una cosa para cada una para que no discutáis ¿Eh? Os tengo muy mimados.
Todos rieron por la nota de humor que ella intentó poner a aquella despedida. Además de su discurso, los demás también se despidieron. Todos se dieron abrazos y lloraron, estaban muy emocionados.
-¿Sabeis?.-Dijo Jon.-Sin una despedida no puede haber un reencuentro.-Dijo animando a sus compañeros, que iban alfo entristecidos.
**Nota de la Autora**
¡Hey!
¿Que tal estáis? Yo he de daros una pequeña noticia.
La novela ha finalizado, este es el final de Dagaryte. Gracias a todos aquellos que me habéis acompañado en la escritura dejando los me gustas y los comentarios que tanto me animan a seguir adelante, si no llega a ser por vosotros esta novela no habría terminado.
Pero bueno, pronto empezaré la segunda parte, se titulara "Princesa bajo la Montaña ~ Olvidar". Espero que todos vosotros disfrutéis tanto como yo a la hora de leer y escribir, y sigáis junto a mi mientras escribo la novela.
¡Gracias! Pronto avisare en cuanto empiece la segunda parte :'3
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La Princesa Bajo La montaña~Dᴀɢᴀʀʏᴛᴇ
FantasíaDaga recorre la Tierra Media en busca de respuestas, sin embargo, ella recuerda haber vivido en el mismisimo infierno. Acompañala en sus aventuras en busca de su padre y en la salvación de su reino.