La Princesa Bajo La montaña~Dᴀɢᴀʀʏᴛᴇ

Capitulo 6.- La bestia Negra

A la mañana siguiente, los enanos se embarcaron hacia la nueva aventura, dejando a Bilbo Bolsón detrás, y con una nueva saqueadora, Dagaryte. Todos iban en unos ponis de tonos marrones, con un pelo rizado, pero no suave. Se notaba que eran unos ponis fuertes, ya que habían aguantado largas caminatas.

Daga permanecía callada, realmente nadie sabía su historia ciertamente, tan solo Gandalf el Gris. Aunque ella, se sumía en sus pensamientos, en esos pensamientos sobre su ser, y a quien contarle todo lo que guardaba dentro, o si valía la pena gritarlo a los 4 vientos, pero el lío de su cabeza era enorme.

Todos caminaban tranquilamente hasta que escucharon varios gritos detrás suya. Era el señor Bolsón, decidido a unirse a la nueva compañía de Escudo de Roble. Todos frenaron y esperaron al Mediano, que tardó poco en alcanzarlos.

-¡Traigo el contrato!.-Dijo alzando un pergamino que removía el aire.

Balin, agarró su monóculo, y observó que todo estuviera en regla, sonriendo dobló el contrato y se lo tendió.

-Bienvenido, Bilbo Bolsón, a la compañía de Escudo de Roble.

Bilbo sonrió y Thorin ordenó que le montaran en el poni de Lya, ya que no tenían más ponis libres de cargas o de enanos. La compañía siguió por varios prados y valles, hasta integrarse en un bosque poco profundo y lleno de arboles, era más una arboleda. Todos pararon para comer un poco de pan para rellenar un poco el estomago.

Sin embargo, el silencio tranquilo se rompió cuando un huargo, gris, de pelaje estropeado, dientes como cuchillos y patas como mazas estaba tras ellos, gruñendo y babeando de ansia, por carne.
Kili sin pensárselo disparó una flecha al cráneo del can acertando de pleno, pero cuando menos se lo esperaban estaban totalmente rodeados por una orda de huargos de gundabad. Feroces y hambrientos se acercaban a los enanos, los cuales la mayoría desenvainaban sus espadas y se ponían en guardia para vigilar sus espaldas.

Thorin encabezaba a los enanos, amenazando a los huargos, hasta que uno de ellos se lanzó contra el pobre Bombur, el enano mas gordo de la compañía. Cuando los demás huargos vieron esto, se abalanzaron contra todos, dejándolos sin armas, y mordiéndoles bastante fuerte. Sin embargo, faltaban 3 personas en aquella masacre, Bilbo, Lya y Daga.

Daga solo quería proteger a los más débiles, y se los llevaba bien lejos de allí. Despuués de dejar morir a un montón de enanos años atrás no se iba a perdonar dejar morir a sus amigos. Los escondió debajo de una roca, y les dijo que no debían de moverse de allí.

-¡¡No puedes ir sola Daga!!-Le dijo Lya, con algunas lágrimas en los ojos.

-Lya, estarás a salvo con el Señor Bolsón, yo se cuidarme sola.

-Pero... ¡¡Daga!!.-Dijo Lya al observar que su amiga se alejaba corriendo hacia el combate.

Mientras tanto, algunos enanos luchaban por sobrevivir a base de puños. Uno de ellos logró prender fuego a su antorcha y amenazó a los huargos. Pero, el huargo gris se avalanzó contra Thorin, aunque este pudo protegerse con su brazo. Sin embargo, aquel huargo clavó sus fauces con mucha fuerza haciendo que Thorin retirará el brazo, dejando su cuerpo libre para que el huargo atacara.

Abrió las fauces y mordió el pecho de Thorin, alzándolo y mostrando a los otros enanos como su líder estaba apunto de morir mientras las fauces se undían poco a poco.

Los enanos gritaron desesperadamente y vieron como una sombra negra con dos puntos amarillos miel se lanzaba contra el huargo que iba a dar muerte al líder haciendo que este lo soltara. Los enanos corrieron a socorrer a su líder mientras aquella bestia desconocida lograba dejar sin vida al huargo.

Una vez lo logró miró a los enanos. La bestia estaba cubierta de sangre, tanto suya como de su contrincante. Una vez vió que todos estaban bien se desplomó cayendo al suelo y haciendo un ruido seco al caer.