Capítulo 10.- Lealtad y Sabiduría

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Después de abandonar a Lya de su travesía, el animo de Daga disminuyó bastante, ya que tal vez, no volvería a ver a su amiga, seguramente, porque debería de abandonar su vida durante el camino, o porque Lya estaría enfadada con ella, pero esas no eran sus mayores preocupaciones, ahora debería guardar para ella solo los secretos, y podría explotar en cualquier momento.

Todos cargaron provisiones mientras caminaban hacia la nueva parada del viaje. Los enanos caminaban delante, todo el mundo estaba callado, se podía cortar la tensión con un cuchillo en aquel momento, nadie sabía que decir, hasta que Shaen se acercó a Daga y empezó a hablar.

-Fue muy sensato lo que hiciste, salvaste a tu mejor amiga..-Dijo al no saber como empezar una conversación.- Seguro que a la larga te lo agradecerá y sabrá que lo hiciste por su bien.

-Será sensato, pero no has pensado en lo que duele dejar atrás a la única persona en la que has confiado.-Avanzó para evitarlo, pero este le cogió del brazo.

-En...Enserio, no quería ofenderte, lo siento mucho... Solo quería alagarte para que te alegrases un poco... se te ve muy muy apagada.

-¡Eres la persona más imbécil que he conocido en mi vida!.-Le gritó mientras aceleraba y se ponía con los enanos con los que más conversación había establecido durante ese viaje.

Shaen se quedó perplejo mientras miraba como la chica caminaba hacia los enanos y se mezclaba entre ellos. Sabía que ella estaba muy dañada por dentro, rasgada y hecha polvo, sabía que dejar a sus amigos atrás no era muy fácil.

Gandalf se aproximó a ella mientras ponía una de sus manos en un hombro, delicadamente mientras le acercaba a él para que se apoyase y pudiera descansar mejor.

-Mi gran amiga Daga, se que las penas ahora residen en ti, pero no debes dejar que ellas acaben contigo, sabes cual es tu deber ¿No es así?.-Preguntó el mago alzando una de las cejas mientras le miraba.

Daga suspiró completamente mientras le miraba con ojos cristalinos y llenos de lágrimas, deseando salir disparadas, pero ella no se rendía para mantenerlas allí dentro.

-Sabes que no es fácil para mi dejarla allí, pero no podía dejarle venir, y que muriese por mi culpa, ni en mis manos Gandalf, sabes mi opinión al respecto sobre las amistades, y más tan especiales.-le dijo Daga mientras se escondía entre su capa.

-Dagaryte, de algo que no dudo en ti, es tu enorme lealtad hacia los demás, es algo de lo que me siento orgulloso de haberte enseñado.-Le sonrió y ella se abrazó a él.

Mientras tanto, Lya lloriqueaba en su cuarto, se había encerrado para que Elrond no siguiera hablándole sobre su importancia de su ser. Aunque el seguía en la puerta, era paciente y sabia que tarde o temprano ella tendría que salir para comer o cualquier otra cosa que ella necesitase.

Cuando ella salió del cuarto, después de más de dos horas llorando, él le cogió de la mano mientras le llevaba a su gran despacho para hablar de varios temas importantes, sobre la compaña de Thorin Escudo de Roble, y de como acabó con aquella enana, además de preguntar que demonios le ataba a ella.

-Al verte en la compañía me extrañé de que la mismísima hija de Thranduil estuviese entre ellos.-Comentó Elrond mientras le miraba.-¿porque?

-Fue... Una larga historia. Mi amiga me rescató de los brazos de Azog, ella estuvo en el campo de entrenamiento de Mirkwood y yo le conocí. Desde el día que me salvó mi vida cambió, y le sigo a todas partes, pero ahora que me ha dejado aquí no puedo protegerla...-Dijo con una voz, rota por dentro.

Elrond no pudo evitar sonreír, aunque apenas se notó. Se levantó y fue hacia unas de las paredes, cogiendo varias cosas que el tenia allí, y las colocó en la mesa.

-Nunca dejarás de protegerle, me encargaré de que tu misma le salves la vida en el momento más adecuado. Aprenderás a ser una elfa hecha y derecha, dejarás de ser una elfa mimada por su padre, que le permite hacer lo que le plazca con los súbditos, seras una elfa, que luchará por el futuro de su pueblo y sus amigos, serás fuerte, astuta, y capaz de superar cualquier cosa.

Lya no pudo evitar levantarse y coger una de las espadas y desenvainarlas con ímpetu. El plan que Elrond le estaba planteando, a ella le estaba empezando a gustar, sabía que tenia que entrenar muy duro para prepararse, aunque luego no le sirviese de nada, ella se sacrificaría por su gran amiga, Dagaryte.

La Princesa Bajo La montaña~DᴀɢᴀʀʏᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora