Capítulo 26.-Adios...

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La cara de Thorin mostraba una preocupación terrible. Ver a Fili en manos de Azog le hacia sentirse inseguro, ya que sabía lo que iba a ocurrir aquel día, sabia que todo iba a acabar muy mal, y la luna se alzaría roja.

-¡¡Corred!!.-Volvió a gritar el pobre enano, justa antes de que azog atravesara su cuerpo con la espada que llevaba incrustada en la mano perdida en anteriores batallas, haciendo que su cara se volviese pálida, y que sus ojos perdiesen la vida, volviéndose oscuros y apagados.

Azog rió mientras soltaba a Fili que cayó al vació mientras Daga miraba a Azog con una ira incontrolable, estaba apunto de lanzarse a su yugular y morder su cuello hasta que se quedase sin aire, pero fue agarrada por Bilbo, que se dio cuenta de sus intenciones.

Thorin yacía paralizado, mirando el cuerpo de su sobrino en el suelo, sin moverse y creando un charco de sangre en el frió hielo de la cascada.

La venganza le comía por dentro mientras miraba a Azog, sin poder aguantarse, sacó la espada, haciendo que Azog fuese al hielo para combatir contra él y acabar con su vida. Thorin le siguió hacia el centro de la cascada, iba bastante serio, y no perdía su compostura, sin embargo, otros trasgos mercenarios le atacaron por detrás, haciendo que su espada se rompiese por la mitad y tuviese que atacar desde una distancia mas cercana.

Una vez acabó con la vida de los trasgos corrió como pudo al hielo para tenablar una pelea posiblemente mortal.

Mientras, Legolas se dedicaba a buscar a Bolgo, el orco que manejaba a los orcos de Gundabat. Siguió buscándolo hasta que le encontró, y se lanzó con su espada a por él. Las dos espadas chocaron haciendo un ruido espectacular que llamó la atención de todo alrededor. Legolas siguió el ataque, se iban dirigiendo a varias ruinas que yacían casi colgadas en el aire ya que los ataques las dejaron como puentes o como ofensas contra el enemigo.

Luchando, poco a poco se posaron en mitad de una torre débil que caería en poco tiempo. Desde allí Legolas podía escuchar como Thorin peleaba con unos orcos antes de atacar a Azog, pero él se centró en Bolgo que se abalanzaba contra él violentamente.

Con dos de sus dagas lo pudo enviar fuera de la torre haciendo que cayese al vació, pero el orco fue rápido y pudo agarrarse a la torre y volver a subir despacio, para que no se rompiese y cayese. Una vez arriba, le atacó con su machete, haciendo perder el equilibrio a Legolas, que acabó tumbado en la torre, esquivando los ataques de su enemigo, que logró undir un pedazo de la torre, cayendo los dos juntos dentro.

Allí todo estaba lleno de agujeros que podrían acabar en derrumbamientos. Los dos peleaban con sumo cuidado para no dar un paso en falso y caer al vacío, pero Legolas vió su oportunidad y saltó sobre Bolgo haciendo caer a su enemigo al vacío ganando aquella batalla, pero no estaba a salvo aún, la torre se iba derrumbando, y el debía saltar antes de que acabase junto a su enemigo.

Piedra sobre piedra iba intentando salvar su vida, hasta que llegó a la mitad de la torre, que se sujetaba en un trozo de piedra que sobre salia del suelo, y que aún no se estaba derrumbando. Se paró allí para coger aire, y pudo ver como Thorin estaba en peligro, un orco lo tenia acorralado, y estaban en el borde de la cascada, así que, con algo de lástima por perder la espada, la lanzó dándole en la cabeza al orco, haciendo que cayese al vacío y que Thorin pudiese recuperar su preciada espada, Orcrist.

Thorin se levantó mientras se dirigía a atacar a Azog, que estaba armado con una maza  bastante grande, con una cadena larga. Thorin se paró enfrente suya, a unos metros de él, y Azog de lanzó la maza intentando darle, la cual este esquivó y aprovechó para darle una pequeña estocada para distraerle y hacerle un corte en el pecho, que no fue muy profundo, ya que el hielo hacia que perdiese el equilibrio. Azog contraatacó con tanta fuerza que la maza se quedo clavada en el hielo, partiendo una gran placa. Thorin cogió la piedra como pudo, se aparto de la placa, y con una sonrisa, la soltó en la placa haciendo que Azog se ahogase en ese lago frío.

Daga, que estaba observando aquella pelea, bajó rápidamente como un gran lobo, y al llegar hasta su padre se abrazó, temerosa de que estuviese herido, o algo peor.

-Estoy bien... Tranquila.. Se acabó.-Dijo intentando calmar su pulso, estaba bastante alterado... Pero el pulso de Daga se alteró mucho más y empujo sin éxito a Thorin, Azog ya había atravesado su pie con la espada a través del hielo.

Daga se apartó, más bien dicho le empujó Thorin mientras ella intentaba salvarle de las zarpas de Azog, que lo tumbó en el suelo, agonizando y apenas sin moverse, el dolor era terrible, pero se intensificó cuando la espada de Azog le atravesó el pecho

-¡¡No!!.-Dijo Daga mientras se corría a su padre y agarraba la espada que yacía en el suelo.-¡¡Acabaré contigo!!.-Gritó mientras alzaba su espada y atacaba a Azog inexpertamente movida por la furia y la venganza de la posible muerte de su padre.

Azog paraba todos sus ataques, haciendo que Daga se desesperase mucho más. Azog hizo que Daga cayese y este intentó clavarle la espada en el pecho, tal como a su padre, pero ella frenaba el golpe con su espada.

Sus brazos temblaban por el dolor que estaba causando el filo en sus manos, y por la terrible fuerda de Azog por atravesarla, ella no pudo más y quito la espada, cortandole sin saber la cabeza, aunque ell ano salió ilesa, la espaaba atravesó su hombro rápidamente.

Gritó con todas sus fuerzas cuando apartó al cuerpo inerte del orco, arrancando la espada de su hombro. Se levantó temerosa de que su padre no estuviese vivo ya y apenas pudiese despedirse de él, pero Thorin yacía de pie, en el borde de la cascada, observando como las águilas atacaban a los orcos, como los magos, Galadriel, todos hacían que retrocediesen los orcos, haciéndolos huir poco a poco. Con esa sensación de victoria, se tambaleó y cayó al suelo, agonizando de dolor, pero con una sonrisa, una sonrisa que tanto odiaba Daga, que ya estaba a su lado.

-Enano estúpido.-Le dijo con lágrimas mientras apartaba sus ropajes para ver su herida e intentar sanarle.-Debiste esperarnos a todos, no ir tu solo, mira la que has liado..-Dijo intentando quitarle importancia al asunto.-Eres un cabezón...

-Gracias por compartir este viaje conmigo hija mía... Es mi hora de partir..-Dijo con voz muy baja, y débil.

-No, no seas tan cobarde, mira.. Las águilas vendrán y los magos te sanaran... ¿Tienes que reinar sabes? Yo no se hace eso...-Dijo con una sonrisa fingida mientras lloraba a su vera.

-Claro que sabes pequeña... Confió en ti más que nadie.. perdóname por haber perdido estos anteriores días junto a ti...-Agonizó de una forma terrible.-Eres tan parecida a ella..

Daga le dió un fuerte golpe en el hombro, llorando, pero en silencio.

-¡¡¡¡Quedaté!!!!.-gritó desesperada mientras escuchaba un "Te querré siempre", las últimas palabras de su padre, las cuales le hicieron gritar desesperadamente, llamando la atención de todos, que fueron hasta allí observando a Daga mover a su padre y diciéndole que era una broma muy pesada.

Bilbo le apartó para que los demás pudiesen despedirse de su líder, pero Daga se resistía, el dolor estaba corroyendo sus venas, desangrándole por dentro, dejándole sin ganas de vivir, pero no era lo único que le preocupaba, Kili no estaba entre ellos.

-¿¡Y Kili?!.-Preguntó ella haciendo que todos le mirasen, tristes y con lágrimas en los ojos.

-Kili cayó luchando contra los orcos, querñia proteger a un enano herido y le atacaron por detrás dejanole tieso en el suelo sin vida mi lady..-Comentó Balin mientras agachaba la cabeza.

Lo único que le faltaba, su último familiar había muerto, su última esperanza se había agotado en unos segundos, se había quedado sola...

La Princesa Bajo La montaña~DᴀɢᴀʀʏᴛᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora